Este es otro de los elementos que pueden ayudarnos mucho a acelerar el flujo de trabajo, y ya sabéis que soy un fanático de la eficiencia, así que en principio estas secuencias de comandos me encantan. 

Y lo cierto es que este sistema de macros está bien pensado y mejor ejecutado. La mecánica de creación de secuencias es simple, fácil de realizar, y luego muy fácil de usar. El único problema, lógicamente, es que estas tareas automáticas no sirven para todo. Como explico en el vídeo, muchos efectos tienen que ser aplicados con "intervención humana", para o bien seleccionar partes de nuestra pista de audio (como en el efecto de eliminación de ruido) o para aplicar con precisión parámetros determinados. Aunque incluso en este apartado Audacity nos permite cierta flexibilidad, porque algunos efectos pueden ser modificados numéricamente desde la propia interfaz de secuencias, con lo que podremos adaptar alguno a una circunstancia determinada. Eso de andar cambiando números no es lo más intuitivo del mundo, pero puede servir en algunos casos. 

En definitiva, las secuencias de comandos pueden ser un aliado indispensable para las tareas más tediosas, y es conveniente