Linux apenas pierde rendimiento tras la aplicación del parche contra Meltdown
Una de las principales preocupaciones que giraban en torno Meltdown y Spectre era la pérdida de rendimiento de los sistemas operativos tras la aplicación de los parches. Mientras que nuestros compañeros de MuyComputer confirmaban la mala noticia en Windows, en Linux todavía estaba por ver de forma clara cuál era el impacto real.
Parecía que nuestras CPU multinúcleo de última generación se iban a convertir en Pentium II tras la aplicación de los parches necesarios para aumentar la seguridad, sin embargo, la realidad es bastante menos dramática de lo que muchos pronosticaron. Greg Kroah-Hartman, uno de los principales desarrolladores del kernel Linux y una de las personas que más esfuerzos han hecho por explicar la situación, ha publicado las diferencias de rendimiento de dos versiones de Linux: 4.11 y 4.15.
Sin tener activado PTI, el Aislamiento de la Tabla de Página que entra en funcionamiento con los procesadores Intel, Linux 4.15 rinde entre un 7 y un 9 por ciento más que 4.11, mientras que con el mencionado aislamiento activado solo rinde entre un 1 y un 2 por ciento menos. Por lo que se puede apreciar, el aumento de rendimiento introducido en el kernel sin parchear ha minimizado el impacto provocado por los parches, y “aunque los desarrolladores que trabajaron duro para obtener ese aumento del 7-9% en el último año podrían no estar contentos, esto debería de ayudar a poner fin a los informes pesimistas que varios artículos han reportado últimamente”, como bien ha explicado Kroah-Hartman en su cuenta de Google+. Por otro lado, también ha dicho que es “una historia totalmente diferente” la comparación de Linux 4.15 con versiones anteriores a la 4.11.
Tampoco podemos ignorar a uno de los grandes referentes en lo que se refiere a comparativas de rendimiento en el mundo Linux, Michael Larabel, única persona dedicada y al frente de Phoronix. Según las pruebas que realizó el 24 de enero, se puede apreciar una ligera pérdida de rendimiento por parte de Linux 4.15 frente a versiones anteriores, pero el impacto no es en apariencia dramático, por lo que los usuarios de escritorio lo tendrían que tener difícil para percibirlo con la vista.
Al menos en lo que se refiere al rendimiento, parece que no tocará renovar las CPU en 2019. Otra cosa es la seguridad ofrecida, ya que la única vulnerabilidad relacionada con Meltdown está neutralizada, al menos en teoría, con el PTI, mientras que de momento no parece que vaya a haber parches que acaben con las vulnerabilidades de Spectre, por lo que para el segundo vector de ataque se espera que con el paso del tiempo se vayan introduciendo más y más mitigaciones.