Linux Foundation defiende a Microsoft por la compra de GitHub
“Júzganos por las acciones que hemos tomado en el pasado reciente, por nuestras acciones actuales y por las que tomemos en el futuro“, dijo Satya Nadella, CEO de Microsoft, cuando él mismo anunció de manera oficial la compra de GitHub. Lo dijo, además, después de asegurar que “van a por todas con el código abierto”, añadiendo que reconocen la responsabilidad que están asumiendo y que GitHub “operará de manera independiente y seguirá siendo una plataforma abierta“.
Pero las reticencias para confiar en el gigante estadounidense son muchas en parte del ecosistema de desarrolladores que puebla GitHub, muy especialmente en el ala oeste del sitio, la del código abierto, donde el pasado no tan reciente sigue muy presente. Quizás por eso y tras la reacción multitudinaria de abandonar GitHub, Linux Foundation sale a la defensa de la compañía y de la adquisición, calificándola como “una buena noticia para el mundo del código abierto“.
La nota viene firmada por Jim Zemlin, presidente de Linux Foundation, quien no duda en recomendar que “deberíamos celebrar el movimiento inteligente de Microsoft“. Otros fragmentos a rescatar los resumían nuestros compañeros de MuyComputer, donde recogían esta mañana la noticia y la extensa cita que os ponemos a continuación.
Comprar GitHub no significa que Microsoft tenga en mente un plan siniestro para ‘ser dueño’ de más de 70 millones de proyectos de código abierto. La mayoría de los proyectos importantes en GitHub están autorizados bajo una licencia de fuente abierta, que se ocupa de la propiedad intelectual. La marca registrada y otros activos de IP a menudo son propiedad de una organización sin fines de lucro como Linux Foundation.
Todos los desarrolladores cuyos proyectos están alojados en esta plataforma conservan la propiedad del código.
Microsoft, bajo el liderazgo de Satya Nadella, ha completado su transición desde un adversario para el código abierto a un actor de primera clase. Microsoft ha estado abriendo una tonelada de código y ha estado contratando a los mejores desarrolladores que están profundamente comprometidos con el código abierto.
Esto no es un cambio repentino. Microsoft se ha convertido en el principal colaborador de Linux y Kubernetes, desarrolla y distribuye productos basados en Linux, ha abierto .NET, y son patrocinadores de Linux Foundation, Apache Software Foundation, Open Source Initiative y muchos esfuerzos similares. Su compromiso con el código abierto se inició y está activo durante años.
¿A qué se debe tan fervorosa defensa, más allá de lo mencionado, léase la membresía de Microsoft en Linux Foundation (también es miembro de Open Source Initiative, entre otras), o la cada vez mayor implicación con este modelo de desarrollo, al que antaño rechazaban y atacaban, así como la cantidad de código abierto que genera la compañía? Pues, según todo parece indicar, a que la estampida es muy real.
A los dos día de conocerse la noticia os contábamos que GitLab aprovechaba la oportunidad con el sector educativo y el del código abierto, y las datos de migraciones que ofrecían eran de aúpa. Pero como también contamos entonces, no todos los proyectos pueden permitirse dar el salto de una plataforma a otra en unos pocos días y por ahí ya se puede leer cómo muchos proyectos grandes están haciendo las maletas o las harán en breve.
Por lo tanto, el capote que le echa Linux Foundation a Microsoft está bien fundamentado: el enemigo del código abierto ha dejado de serlo y está cambiando a un nivel inaudito; pero el peligro de que GitHub quede como un apestado está ahí, porque ni con toda la intención del mundo una megacorporación como Microsoft puede cambiar de la noche a la mañana.
Por otro lado, los últimos datos señalaban que en GitHub se alojan más de 85 millones de repositorios de más de 28 millones de desarrolladores, por lo que muy mal lo tienen que hacer para que la sangría se note de manera ostensible. De hecho, Microsoft tiene ahora una oportunidad de oro para lavar un poco más su imagen y para avalar las palabras de Nadella: que liberen todo lo que los creadores de GitHub nunca liberaron.