Disponible Scientific Linux 7.6
Si ayer anunciamos el lanzamiento de CentOS 7.6, ayer se anunciaba también el lanzamiento de Scientific Linux 7.6, que como la anterior viene a suplir la imagen de instalación del sistema con todas las novedades que trajo en primer lugar Red Hat Enterprise Linux 7.6.
De hecho, podría copiar y pegar lo publicado ayer cambiando el nombre de CentOS por Scientific Linux, con matices importantes. Porque básicamente Scientific Linux es lo mismo que CentOS: un clon a nivel binario de Red Hat Enterprise Linux (RHEL), de manera que todas las mejoras que integra la base llegan a sus derivadas con algo más de retraso, pero en iguales condiciones.
Así, Scientific Linux 7.6 se nutre de las principales novedades de RHEL 7.6, incluyendo sustanciales mejoras a nivel de seguridad y todos los parches correspondientes al periodo comprendido entre el lanzamiento de la versión anterior y esta. Por lo tanto, se considera una actualización recomendada para cualquier instalación en activo de la distribución.
No obstante, las instalaciones existente solo deben aplicar las actualizaciones disponibles, puesto que esta es una versión de mantenimiento. Las nuevas imágenes de Scientific Linux 7.6 están dedicadas únicamente a nuevas instalaciones. En el escueto anuncio de lanzamiento está disponible la descarga, solo para x86_64.
¿Más diferencias entre CentOS y Scientific Linux? Más allá de que CentOS es un proyecto comunitario dentro de Red Hat y Scientific Linux un proyecto científico, el enfoque no es el mismo: CentOS es un clon tanto a nivel de paquetes como de propósito, apuntando siempre al segmento servidores y, más recientemente, al de infraestructuras virtualizadas, de contenedores, etc.; Scientific Linux está concebida para servir a los intereses de sus creadores, CERN y Fermilab, dos de los mayores laboratorios de física del mundo.
De Scientific Linux cabe esperar, pues, una oferta de software diferente a la que presentan RHEL y CentOS (también Oracle Linux, otro de los clones más conocidos), enfocada en las necesidades de las comunidades científicas que la mantienen y con un énfasis hacia el escritorio que deriva en una mayor reserva si cabe a la hora de publicar las actualizaciones que van saliendo.