Hace dos años, cuando nadie presagiaba que la compañía más importante de Linux y el código abierto acabaría formando parte del gigante tecnológico IBM, se tomó la decisión de renovar el elemento que diferencia a toda marca: su logo. Una imagen que había identificado a la firma de Raleigh los últimos dieciocho años, pero cuyo valor no representaba todo lo que esta significa. Así es, al menos, como lo consideraron internamente en Red Hat.

La famosa imagen del hombre cuyo rostro quedaba ensombrecido por una fedora roja, al que de hecho se le apodaba como Shadowman, no inspiraba confianza en quienes desconocían la trayectoria de Red Hat en el mundo de los negocios. No era una buena carta de presentación y eso debía cambiar, para lo cual la compañía inició un largo proceso de propuestas en lo que llamaron The Open Brand Project. Un proceso que ya ha terminado y que como resultado ha dado el nuevo logo de Red Hat.

El nuevo logo de Red Hat es el quinto hasta la fecha y, guste más o menos, lo que no se puede negar es que sigue siendo reconocible para con la compañía a la que representa. El hombre oscuro queda atrás, pero el sombrero rojo se mantiene.

«El nuevo logotipo refleja la evolución de Red Hat, desde el «arranque furtivo» en centros de datos con caja de copias de un sistema operativo basado en Linux (por no mencionar tazas y camisetas) hasta el proveedor líder mundial de soluciones de código abierto para entornos empresariales de nube híbrida, alguien que trabaja diariamente con las compañías y agencias más grandes del mundo para desarrollar y ejecutar soluciones de misión crítica«, explica Tim Yeaton, vicepresidente ejecutivo y director de marketing de la compañía. «Realmente hemos salido de las sombras«.