Kali Linux 2020.1, ya disponible la (no) primera versión de esta década
A principios de este mes, Offensive Security nos avanzó un cambio importante en el sistema operativo que desarrolla. Es importante porque, hasta ahora, podíamos hacer prácticamente de todo sin introducir ninguna contraseña, pero se dieron cuenta de que había usuarios que instalaban el sistema operativo como nativo y esto podía ser muy peligroso. Por ese motivo, y a partir del Kali Linux 2020.1 que ha sido lanzado hace escasos minutos, ahora será necesario crear un usuario root.
Como muchos ya sabréis, Kali Linux es una distribución basada en Debian que se ha diseñado para probar la seguridad de todo tipo de software y hardware. Este tipo de distribuciones se conocen como de “hacking ético”, porque se supone (que es mucho suponer) que las vamos a usar para comprobar la seguridad de nuestros propios equipos. La nueva versión, como es habitual, ha incluido nuevas herramientas para atacar o comprobar la seguridad, pero no, no es la primera versión de esta década como la han presentado porque las décadas empiezan con los años 1.
Kali Linux 2020.1 llega con una filosofía “no root” por defecto
Las novedades más destacadas que llegan junto a Kali Linux 2020.1 se resumen en 5:
- No se es root por defecto.
- Nueva imagen de instalación de Kali simple.
- Kali NetHunter Rootless.
- Mejoras en los temas y Kali Undercover. Recordamos que Undercover es un tema que intenta emular a Windows.
- Nuevas herramientas. En este sentido, también están modificando los iconos para que todo quede más visual.
En la versión anterior pasaron de GNOME a XFCE por defecto, pero no quisieron pararse ahí. Kali Linux 2020.1 ha introducido un nuevo tema para GNOME que ahora está disponible en temas claro y oscuro. Siguiendo con los temas, el Undercover introducido en la versión anterior ha recibido mejoras que hará que aún se parezca más a Windows.
Los usuarios interesados podéis descargar Kali 2020.1 desde este enlace en versiones de 32bit y 64bit. Si lo pruebas, una pregunta: ¿qué te parece la nueva filosofía “non-root”?