Plasma Mobile comienza a tomar forma, pero el camino se está haciendo demasiado largo
Llevamos años hablando de Plasma Mobile… Pero ni os imagináis cuántos. Camino de cumplir una década va el invento. De hecho, el proyecto como tal comenzó mucho antes de adquirir su nombre actual, primero -como sucedió en los orígenes de GNOME Shell y Unity- como una modificación de la interfaz del escritorio KDE que se adaptase a netbooks, después a tablets (¿os acodáis de Vivaldi) y finalmente a móviles.
Pues bien, tras todos estos años, Plasma Mobile sigue a medio cocer. Es evidente que la prioridad del proyecto KDE es el escritorio de PC y que no tienen los recursos como para ponerse a la par de desarrollos con la inversión de Android o iOS; y la ‘competencia’ directa tampoco va muy por delante, quizás con la excepción de Ubuntu Touch. Es demasiado tiempo esperando por algo que no llega.
Sin embargo, al aliento de iniciativas como las de Pine64 con su PinePhone u otras de lo más variopintas, Plasma Mobile está dejándose ver más que nunca y se nota el avance. Lo cuenta en su blog uno de los desarrolladores de KDE, e incluye un pequeño vídeo en el que se aprecia un ligero refinamiento en cómo se ve y se siente la experiencia Plasma Mobile en estos momentos.
El vídeo se hizo en el FOSDEM 2020 y el terminal que se ve es el PinePhone, que se vende solo para pruebas. No obstante, no ha sido el único que ha publicado recientemente. De la semana pasada es el siguiente, en el que también se ejecuta Plasma Mobile en un PinePhone, pero es más largo, el tipo toquetea mucho más la interfaz y aunque no pinta mal, la sensación es muy diferente.
Ahora, un unboxing del PinePhone con Ubuntu Touch de hace unos días:
La diferencia se palpa sin ponerle las manos encima. Lo cual es en cierta manera normal, porque cuando Canonical abandonó la movilidad y demás, ya lo tenían todo medio hecho. La buena noticia es que los proyectos comienzan a converger en torno a determinados retos y por ejemplo las comunidades de KDE y Ubports ya tienen lista un sprint para abordar conjuntamente aspectos de carácter técnico.
Es una buena noticia, porque si todos van a una con las tecnologías de base, en lugar de reinventar la rueda una y otra vez, avanzarán mucho más rápido. Nunca lo suficiente, es verdad, porque alcanzar a estas alturas el nivel de Android o iOS se antoja misión imposible. Aun así, creo que muchos nos conformaríamos con algo que simplemente funcione y de lo que tengamos control total.
Sería genial decir con convicción que cuando llegue, si es que llega, el día en el que instalar una distribución Linux en un móvil cualquiera sea tan fácil y ofrezca resultados tan buenos como los que se obtienen en PC, será un gran día. Pero pasa el tiempo y no llega. Mientras tanto, seguimos sufriendo las inclemencias de la movilidad sin remedio.