Sonic Robo Blast 2: cuando metes en una batidora a Sonic y Doom Legacy
Aunque con el tiempo la cosa va mejorando, Linux no es la mejor plataforma para los videojuegos. Como macOS, no lo es principalmente porque la mayoría de desarrolladores centran sus esfuerzos en crear para Windows o para consolas, pero la comunidad también tiene algo que decir al respecto y pueden llegar títulos como Sonic Robo Blast 2, con unos protagonistas con una imagen tan precisa que nos pueden hacer creer que detrás tienen a la mismísima SEGA.
Tal y como leemos en la página oficial del proyecto, Sonic Robo Blast 2 es un juego 3D de código abierto creado por fans (fangame) sobre el erizo Sonic. Se ha creado usando una versión modificada de Doom Legacy, el port de Doom. Sus desarrolladores se han inspirado en los juegos originales de Sonic para Sega Genesis y los han recreado con un diseño 3D. El juego aún no está terminado, pero ya tiene muchas funciones, niveles, enemigos y todo lo que hace falta para entretenernos y divertirnos.
Sonic Robo Blast 2 es un fangame
La versión para Linux está disponible como paquete Flatpak, por lo que para instalarlo necesitamos tener habilitado el soporte en nuestra distribución. Una vez instalado y ejecutado por primera vez, entraremos al tutorial para aprender a movernos ya que, como en Doom u otros FPS, podemos mover al personaje en todas direcciones al mismo tiempo que la cámara. Las teclas por defecto son:
- Adelante: W.
- Atrás: S.
- Izquierda: A.
- Derecha: D.
- Cámara: teclas de navegación.
- Salto: barra espaciadora.
- Rodar: Shift izquierdo.
Personalmente, recomiendo personalizar los controles si con los anteriores no estamos cómodos. O, mejor aún, si tenemos disponible algún controlador, usarlo; yo no soy muy bueno en los juegos, pero las dificultades con las que me muevo en el vídeo son fruto de jugar con el teclado como viene configurado por defecto.
Si estás buscando un juego con el que pasar el rato en Linux, y no tienes pensado instalar Steam, Sonic Robo Blast 2 puede ser lo que estabas buscando. Eso sí, espero que seas mejor que yo.