El proyecto KDE ha culminado un año 2020 a un gran nivel: tres lanzamientos de Plasma con mejoras incrementales muy notables, dos lanzamientos de sus aplicaciones en igual sentido, pasos importantes en áreas como el soporte de Wayland o la movilidad… Muchas cosas, tal y como resumía el desarrollador Nate Graham en un artículo con lo más destacado del año.

Pero 2020 es ya cosa del pasado y 2021 promete ser otro año realmente interesante para los usuarios de KDE, según nos adelanta el mismo Graham en otro artículo, en este caso, con la hoja de ruta de KDE para 2021. No se trata de un documento exhaustivo, sino de algunos de los principales cambios que llegarán al entorno a lo largo del año.

Y el primero que menciona es, de nuevo, Wayland. El protocolo de servidor gráfico es el futuro del escritorio Linux, pero tras muchos años de desarrollo sigue sin estar listo para una migración masiva. Muy pocas distribuciones lo utilizan por defecto y solo con con GNOME, cuya implementación es la más avanzada de todas. Sin embargo, incluso con GNOME es común encontrarse con contratiempos ocasionales que pueden dar al traste con la experiencia.

En el caso de KDE, el soporte de Wayland ha consumado su mayor progreso en 2020 y cualquiera que lo haya probado lo habrá notado, pero sigue faltándole un empujón para estar al nivel de GNOME y ese es uno de los propósito para este año: ofrecer una sesión de Plasma con Wayland lista para producción. Esperemos que lo cumplan y que los escritorios más pequeños no se queden por el camino, que esa es otra.

Otros objetivos del proyecto KDE para este 2021 incluyen la implementación del soporte de huellas dactilares, un trabajo que ya está en marcha y del que sabremos más cuando toque; la mejora del texto en Konsole…; y un par de cambios estéticos y de funcionalidad con los que darle una pequeña vuelta de tuerca a aspectos del escritorio que han evolucionado poco en los últimos años.

El primero consiste en «completar» la evolución de Breeze, el tema visual del escritorio, que parece que va a dejar atrás algunos de sus detalles más reconocibles. No va a ser un cambio drástico en ningún sentido, pero se va a notar: colores más planos y uniformes, líneas menos marcadas… La siguiente imagen de Dolphin muestra la dirección que están siguiendo.

Y el segundo se refiere a Kickoff, el menú predeterminado del escritorio, cuya funcionalidad siempre ha dejado un poco que desear por la cantidad de pasos que hay que dar para recorrerlo, aunque tampoco es algo crítico porque hay un montón de alternativas. Pero se agradece que le presten atención y el boceto que han mostrado pinta muy bien, la verdad. Podéis verlo a continuación.

Habida cuenta de los múltiples frentes que tiene abiertos el proyecto KDE, esto es solo un poco de lo que nos deparará este 2021, pero es un buen comienzo. De todo esto nos enteramos de manera coherente y constante Nate Graham, quien se encarga también del resumen semanal This week in KDE. Una labor encomiable la suya.