Wine 6.0 ha sido publicado recientemente como estable para seguir mejorando el soporte de la ejecución de las aplicaciones de Windows en Linux y otros sistemas Unix y tipo Unix como macOS y FreeBSD.

Wine es un viejo conocido de los usuarios de GNU/Linux gracias a que reduce las barreras existentes con el sistema operativo de Microsoft, si bien en los últimos tiempos ha podido perder cierto protagonismo debido al impulso de tecnologías multiplataforma como Qt y Electron. Lo primero que destaca de la sexta versión mayor de esta reimplementación de las API de Windows es la introducción 8.300 cambios individuales, mediante los cuales se han incorporado una gran cantidad de mejoras según los desarrolladores. Sin embargo, hay cuatro aspectos que sobresalen por encima del resto.

Lo primero que se puede destacar de Wine 6 es el renderizador de Vulkan para WineD3D, que ha sido implementado en este lanzamiento en fase experimental. Esta característica requiere de la biblioteca ‘vkd3d-shader’ para poder traducir los shaders de Direct3D a shaders de SPIR-V. Los responsables de Wine han conseguido soportar algunas de las características de Direct3D 11 y dar compatibilidad al ‘alpha-to-coverage’ de Direct3D 9, entre otras cosas.

A partir de Wine 6, ficheros DLL importantes como NTDLL, KERNEL32, GDI32 y USER32 están en formato PE, lo que tendría que “ayudar a una serie de protecciones contra las copias de esquemas que comprueban que los archivos DLL en disco coinciden con los contenidos en memoria”. Esto se suma a un mecanismo que permite asociar una biblioteca de Unix a un módulo PE, abriendo de esta manera la puerta a que se puedan llamar a bibliotecas de Unix desde PE para las funciones que no pueden ser manejadas con las API de WINE32. Además, los módulos de ‘Winelib’ ya no se vinculan a ‘libwine.so’ ni lo requieren en la ejecución, por lo que los módulos creados con Wine 6 no funcionarán en versiones anteriores del mismo software.

En tercer lugar nos encontramos con el soporte multimedia, del que se pueden destacar una implementación más completa del framework Media Foundation, la implementación del soporte para el escritor de ficheros de DirectShow y mejoras en el soporte de conversión de audio y vídeo usando GStreamer.

El último elemento destacado por los desarrolladores de Wine (ya que hay mucho más) es el hecho de que el soporte de consola de texto haya sido reimplementado usando la arquitectura de las versiones más recientes de Windows, la cual se parece más a cómo se hacen las cosas desde un sistema operativo Unix.

El lanzamiento de Wine 6 ha sido dedicado a Ken Thomases, “el cerebro detrás del soporte para macOS en Wine”, quien falleció justo antes de navidad a los 51 años de edad. Desde los responsables de la reimplementación de las API de Windows lamentan esta pérdida tanto a nivel personal como del proyecto, porque aparte de su paciencia y su oscuro sentido del humor, ocupaba un lugar importante dentro del desarrollo.

Wine 6 puede ser instalado mediante repositorios en Ubuntu, Debian y Fedora, habiendo también binarios para Android y macOS. Otra opción si se quiere evitar el áspero proceso de compilación es usar una distribución rolling release y bleeding edge, y de echo en Arch Linux ya ha sido incluido en los repositorios. Los interesados en conocer todos los detalles de este lanzamiento pueden consultar el anuncio oficial.

Cerramos recordando la reciente publicación de Proton 5.13-5, posiblemente la reimplementación de Wine más relevante desde hace un par de años. Aquí no está presente Wine 6, pero sí se han introducido mejoras que permiten ejecutar el modo de realidad virtual de Microsoft Flight Simulator (cosa que requiere de usar una gráfica Radeon, e imaginamos de las potentes), correcciones para el sonido de Cyberpunk 2077 y la posibilidad de jugar online a Red Dead Online y Red Read Redemption 2.