Windows 11 y TPM. ¿Por qué no debería sorprendernos?
Comienzo advirtiendo que voy a poner a prueba la paciencia de los lectores hablando sobre Windows 11 todo lo que los editores de Linux Adictos me lo permitan. Hay dentro de la comunidad del software libre una actitud de desinterés o desprecio por lo que sucede dentro de la industria informática que es, en gran medida, responsable de que el software privativo siga dominando el mercado.
¿Por qué debería interesarnos Windows 11?
Por otro lado, y sin suscribir teorías conspirativas, está claro que la pandemia sirvió para reflotar mecanismos de control social que uno esperaría de dictaduras y no de democracias establecidas. Esto hace que la libre distribución de la información, y del software capaz de analizarla, sea cada vez más necesaria.
Lo que pase con Windows 11 es importante para el mundo Linux por dos motivos:
- Una Microsoft fuerte pone límites a los esfuerzos monopólicos de Amazon, Google y Apple (Y viceversa)
- Determinará si la empresa sigue teniendo poder para imponer requisitos de hardware.
He dicho varias veces (Y creo haberlo demostrado) que soy el más pro Microsoft de los autores de Linux Adictos. Estoy subiendo este artículo al blog usando la versión Linux del navegador Edge, y, muchas veces escribo los borradores en la versión móvil de Microsoft Office. Soy (era) uno de los primeros en bajarme las versiones para desarrolladores de Windows
Esto no implica que me haya creído el cuento del amor por el software libre y de código abierto. Entendí siempre que era un matrimonio por conveniencia. Los competidores de Microsoft (Especialmente Google y Amazon) lo usan en su lucha por la participación del mercado con Redmond, por lo tanto, la empresa debió adoptarlo. Mi postura siempre fue de aprovechar lo que nos dan, pero sabiendo que las empresas siempre van a ser empresas y que la cosa no iba a durar eternamente.
En un comentario a mi artículo anterior, el lector Vicfagar expresa casi mejor que yo mi punto de vista:
…La ineptitud y la mala fe de Satya Nadella le va a costar caro a Microsoft. Este sujeto, aunque en distinto formato, es la continuación de Ballmer en lo que al asalto al hardware se refiere. Durante estos años su único objetivo ha sido generar dinero, los servicios antes que la innovación; pan para hoy y hambre para mañana, y ya estamos en el mañana. Autoproclamarse mecenas de GNU/Linux es una desfachatez cuando sus planes pasan porque todo se tenga que ejecutar bajo sus directivas en un hardware cerrado. Es una oportunidad de oro para el mundo GNU/Linux, pero mucho me temo que a este señor o se baja los pantalones o lo pondrán de patitas en la calle antes de 2025.
Windows 11 y TPM. Una explicación con raíces históricas
Sin embargo, si vamos a los libros de historia, puede que la estrategia tenga sentido.
IBM al principio no creyó en las computadoras personales, pensaba que eso afectaría al mercado de mainframes que lideraba. Cuando decidió hacerlo, sus competidores le llevaban mucha ventaja. Sus ejecutivos determinaron que deberían tener sus primeros ordenadores personales en el mercado en el plazo de un año.
Como forma de lograrlo, decidió abandonar su política de desarrollo interno y, recurrir a Intel y Microsoft como proveedores de microprocesadores y sistema operativo para su PC. Además adoptó una política de «arquitectura abierta» (Que las especificaciones del hardware fueran públicas) para facilitar la creación de software de terceros.
En principio la cosa funcionó. IBM PC se convirtió en el estándar de la industria. Pero, como contrapartida aparecieron fabricantes que clonaron los equipos de IBM y fueron capaces de hacer funcionar cualquier software que corriera en el original.
Como resultado, IBM perdió clientes, mientras tanto, Microsoft e Intel seguían ganando dinero. Microsoft tenía el monopolio del sistema operativo, y, aunque Intel tuvo que licenciar su tecnología, su capacidad de innovación le daba ventaja sobre sus competidores.
De acuerdo a analistas de la industria, el error de IBM fue subcontratar y hacer abierta la arquitectura al mismo tiempo. O bien debió haber desarrollado su propio hardware, haber negociado con Intel una ventana de exclusividad del uso de los chips o conseguir la propiedad intelectual del sistema operativo.
EN 1987 IBM intentó recuperar el control introduciendo la línea de computadoras personales PS / 2 que traían el sistema operativo OS / 2 desarrollado conjuntamente con Microsoft. Pero, ya era tarde. En 1990 aparecería Windows.
Microsoft no quiere repetir el error de IBM. Cada vez aparece más hardware que utiliza sistemas operativos que no son Windows. Su estrategia es aprovechar su todavía posición dominante en el escritorio para obligar a los fabricantes a crear productos en los que resulte difícil instalar otros sistemas operativos.