El último par de años ha estado revuelto para el proyecto CentOS y, coincidiendo con el tramos final de este par de años, se han dado los anuncios que han conformado la nueva realidad del mismo, cuyo desenlace se cumple, siguiendo la tradición, cuando estamos terminando este año. Por eso le decimos hasta siempre a CentOS, al tiempo que le damos la bienvenida a CentOS Stream, todo de manera un tanto figurada, cabe añadir.

Recomponiendo los hechos para quien no esté al día, en septiembre de 2009 Red Hat anunció dos lanzamientos de su distribución comunitaria: CentOS 8, que como siempre hasta ese momento se había construido directamente del código fuente de Red Hat Enterprise Linux (RHEL); y CentOS Stream, una nueva variante en formato rolling release que nunca estuvo muy claro cómo iba a encajar dentro del organigrama del proyecto, a tenor de la naturaleza de CentOS, cuyos pilares siempre han girado en torno a la estabilidad, el soporte a largo plazo y el enfoque de solución profesional.

Un año después, el pasado diciembre, tuvimos la respuesta: CentOS 8 sería descontinuado en 2021 para convertirse en rolling release. O lo que es lo mismo, el CentOS de siempre, el clon de RHEL a nivel binario pasaba a la historia y era reemplazado por CentOS Stream, cuyo único propósito era el servir de avanzadilla para las compañías que usan RHEL y quieren adelantarse a las novedades que esta va a implementar. O sea, casi lo contrario de lo que había sido CentOS hasta ese momento.

La ‘comunidad’ no tardó en reaccionar y los forks de RHEL con los que rellenar el hueco que dejaba CentOS comenzaron a aflorar… y ahí siguen los más destacados, Oracle Linux aparte, pues este siempre estuvo, aun cuando ahora haya renovado su interés: Rocky Linux, AlmaLinux o VzLinux son los extendidos entre quienes han decidido despedirse ya de CentOS… Y entre quienes la nueva oferta de RHEL gratis no cubre sus necesidades.

Sin embargo, CentOS ha continuado hasta ahora y aún lo hará por un tiempo. En concreto, hace un par de semanas que se anuncio el lanzamiento de la que será la última versión de CentOS 8 (2111) en ver la luz. Lo cual no deja de ser curioso, a sabiendas de que el fin del soporte de CentOS está fijado para el 31 de diciembre próximo, si bien será el 31 de enero de 2022 cuando se clausuren los repositorios del sistema.

Adiós a CentOS, pues.

Y bienvenido sea CentOS Stream, al menos para quien lo necesite. Porque la distro ya estaba pululando desde hace un tiempo, pero ahora asume el todo del proyecto. Lo hace siguiendo la estela de RHEL 9, anunciada hace justo un mes, con el lanzamiento de CentOS Stream 9, nacido de la base de Fedora 34, base a su vez de la próxima versión mayor del sistema corporativo de Red Hat.

Adioses y bievenidas figurados a un lado, porque todo se sabía ya aunque se materialice ahora, hay que reconocer que estos movimientos ponen final definitivo a una era, aunque a grandes rasgos nada haya cambiado o vaya a cambiar.