Movimiento contra las criptomonedas. ¿Ecología o colaboracionismo?
Hace tiempo que muchos venimos criticando a la Fundación Mozilla por estar más interesada en el activismo político que en hacer un buen navegador. Hasta el momento, sin lograr ningún resultado. Sin embargo, bata que alguien haga la más leve insinuación de incorrección política para que responda inmediatamente.
Un movimiento conta las criptomonedas
Todo comenzó cuando el último día del año la fundación tuiteó:
¿Utilizas @dogecoin? ¿Tienes #Bitcoin y Ethereum? Estamos usando @BitPay para aceptar donaciones en #cryptomonedas.
Alguien les contestó
Hola, seguro que quien lleva esta cuenta no tiene ni idea de quién soy, pero he fundado
@mozilla y estoy aquí para decir que se jodan y que se joda esto. Todos los implicados en el proyecto deberían avergonzarse de esta decisión de asociarse con estafadores Ponzi que destruyen el planeta.
Ese alguien era nada menos que Jamie «jwz» Zawinski, uno de los creadores del navegador Netscape y cofundador del proyecto Mozilla.
A continuación, otro histórico salió a apoyarlo:
Hola @mozilla, supongo que tampoco me conoces, pero yo diseñé Gecko, el motor sobre el que está construido tu navegador. Y estoy 100% con @jwz en esto.
Que. El. Actual. Joder.
Estabas destinado a ser mejor que esto.
Como resultado, una semana después, la fundación dio marcha atrás en su decisión:
A partir de hoy estamos revisando si nuestra política actual sobre las donaciones de criptomonedas encaja con nuestros objetivos climáticos y cómo lo hace. Y mientras llevamos a cabo nuestra revisión pondremos en pausa la posibilidad de donar criptodivisas.
En mayo del año pasado, Elon Musk anunció que su empresa Tesla dejaría de aceptar Bitcoins como medio de pago por su impacto ambiental, para la misma fecha la organización ecológica Greenpeace tomó la misma medida con respecto a las donaciones.
Inspirado por la decisión de Mozilla, el editor de Wikipedia GorillaWarfare abrió una solicitud de comentarios en la meta-wiki de Wikimedia pidiendo que la organización deje de aceptar donaciones de criptodivisas,
En principio suena bien
A primera vista uno puede simpatizar con las críticas. Zawinski es un detractor del Bitcoin y otras criptodivisas desde antes de que estuvieran de moda.
El problema ecológico es indudable, La minería de Bitcoin, consume alrededor del 0,5% de la energía mundial, algo así como el equivalente a ocho Googles. Cada transacción realizada con Bitcoin consume la misma cantidad de energía que un hogar estadounidense medio en un periodo de 77,8 días, es decir, aproximadamente dos meses y medio
La otra crítica tiene que ver con la confiabilidad.
Un esquema Ponzi es un tipo de fraude donde los estafadores roban dinero a los inversores y enmascaran el robo canalizando las ganancias a los clientes a partir de los fondos aportados por los nuevos inversores. Algunos economistas creen que el ciclo ascendente de precios es para atraer a pequeños inversores quienes serán los que sufran las pérdidas cuando otro activo capture el interés o los gobiernos intervengan por considerar a las criptomonedas demasiado peligrosas.
Un poco de teorías conspirativas
Quienes crecimos en los setenta y ochenta recordamos la encendida oposición de los grupos ecologistas a la energía nuclear. A pesar de que el accidente de Chernobyl se produjo en un país comunista con menos exigencias medioambientales y de seguridad, fue usado como excusa para obligar a los políticos de la época para desmantelarlas en Occidente. Como resultado, hoy gran parte de Europa depende del gas de Rusia. Y, la energía nuclear está considerada como «verde».
Bien vale preguntarse si el ataque ecologista a las criptodivisas no esconde motivos oscuros disfrazados de buenas intenciones. Si detrás de ellos no están los políticos y entidades financieras tradicionales
Las criptodivisas permiten a los individuos hacer transacciones de manera fácil y libre de burocracia. Su valor no está sujeto a los caprichos de los políticos ya que el mecanismo de emisión está controlado por un algoritmo Y, la tecnología de cadena de bloques es una salvaguarda de las transacciones.
Toda nueva tecnología consume mucha más energía. Internet consume mucho más que la red telefónica. Los automóviles y ferrocarriles son una pesadilla económica comparados con caballos y bueyes. Es el precio del progreso.
Internet tuvo su burbuja a fines de los noventa y millones de personas perdieron dinero. Sin embargo, no renunciamos a Internet y, con sus defectos, se construyó otra más libre y participativa. Lo mismo deberíamos hacer con las criptodivisas.
Dos alternativas posibles serían mecanismos autoreguladores del precio de intercambio y un método de minado que impidiera que los grandes equipos tengan ventajas.
Se podría pensar que una organización enfocada a hacer una web mejor debería considerar como meta contribuir a hacer mejor las criptomonedas en vez de tener objetivos climáticos. Pero, la Fundación Mozilla está en otra cosa.