Linux Adictos Diego Germán González  

Mis desventuras en el mundo de la tecnología

cajero automático

Aunque la tecnología muchas veces mejora la vida de los discapacitados, otras veces la complica.

Ayer pasé tres horas ensayando posiciones. No, no estoy presumiendo de mis habilidades con el Kama Sutra (Eso lo hago en Only Fans). Se trata del conector Micro Usb de un smartphone Samsung J2 que uso porque su cámara tiene una resolucion mejor que mi aparato actual.

Es por eso por lo que en este post voy a hacer catarsis de mis desventuras en el mundo de la tecnología, porque, a pesar de que mis brillantes artículos los lleve a pensar lo contrario, a veces meto la pata o me pasan cosas.

Mis desventuras en el mundo de la tecnología

Mi torpeza

Por supuesto que todo en esta lista es opinable, y, es posible que en más de un caso el problema sea yo. Más de una vez reinstalé un sistema operativo por no poder iniciar sesión sin darme cuenta de que la tecla de bloqueo de mayúsculas no estaba en la posición que yo creía al momento de generar la contraseña, por lo que, al iniciar sesión, el sistema no reconocía la que escribía.

Hace algunos años compré un disco externo que por alguna razón traía dos conectores USB para conectar al ordenador. nunca supe cuál era porque el manual estaba impreso con tipografía ilegible. Yo conecté uno pensando que el otro era de repuesto. Por supuesto, no funcionó hasta que conecté los dos.

La tercera historia de este apartado no es culpa totalmente mía.

Habíamos comprado una nueva lavadora de ropa.  Por algún motivo, quienes construyeron mi casa pensaron que no necesitaríamos un tomacorriente cerca de un fregadero. De ahí que lo conectáramos a la red eléctrica con un prolongador.

Siguiendo (Por una vez) el manual de instrucciones, pongo el jabón, la ropa, conecto la manguera al grifo y enciendo la máquina. Me voy tranquilamente a hacer otra cosa y cuando termino vuelvo a ver cómo iba. Estaba apagada.

Desenchufo la máquina, la vuelvo a enchufar, desconecto y conecto el grifo y la máquina. Confiado en que todo estaba bien me voy a comer. Cuando termino de almorzar vuelvo a mirar. Estaba apagada. Consulto el manual, repito el procedimiento y vuelvo a encender. La dejo encendida y la encuentro apagada.

Finalmente, quedándome al lado de la máquina, descubro la falla. El prolongador del cable estaba a unos centímetros del piso. Justo a la altura para que mis dos tortugas lo empujaran con la fuerza suficiente para aflojar el enchufe del tomacorriente, pero no para sacarlo completamente.

Nota para ecologistas: Los quelonios en cuestión llevan con mi familia desde 1977 cuando no había tanta conciencia ambientar y prefieren pasar el invierno al lado del calefactor que hibernando.

Mr Magoo y la tecnología

Para los discapacitados visuales, al menos para este, la tecnología informática significó una gran mejora en la calidad de vida. Se acabaron las aburridas esperas en salas mal iluminadas gracias a Calibre y su capacidad de convertir entre formatos y cambiar hojas de estilo de los ebooks. O, el sufrir tratando de estudiar en libros de matemáticas impresos en tipografías minúsculas desde que Tesseract logró que Linux tuviera una tecnología OCR de calidad. Tampoco necesito preguntarle a nadie más cuál es el bus que llega o por donde estamos transitando, de eso se encarga OpenStreetMap. Y, que decir de la cantidad de helados de frutilla y limón comidos por no poder ver la lista de sabores. El zoom de Open Camera acorta todas las distancias.

Pero, no todo es perfecto. Veamos algunos inconvenientes:

  • La identificación biométrica: Muchas apps financieras te piden que verifiques tu identidad sacándote una selfie. Para eto tienes que poner la cámara a cierta distancia y leer las instrucciones. En mi caso es una cosa o la otra. Y, como tiene que ser una selfie no le puedes pedir a otra persona. Tengo que probar si el lector de pantalla de Android funciona en estos casos.
  • La foto del documento o tarjeta de crédito: Esta es otra forma de identificación. El problema es que no todos los móviles tienen una cámara buena y, que, si yo acerco el teléfono lo suficiente para comprobar que se leen bien los datos, el dispositivo está demasiado cerca para una foto completa. En muchos casos solucioné el tema grabando un video acercando y alejando la cámara. Luego paso el video a la computadora y con la función de captura de pantalla de VLC selecciono una imagen nítida.
  • MicroSD/ Micro Sim: Las tarjetas microSD están cabeza a cabeza con el conector micro USB entre los peores inventos. Son para colocar en su ranura y dejar ahí hasta su desintegración. Porque, apenas las saques, te quedas sin ellas. En cuanto al Micro Sim, comparte con las MicroSD el problema del tamaño, si se caen al piso no hay posibilidades de que yo las vuelva a encontrar.

El teclado del móvil

Los teléfonos sin teclado son muy elegantes, pero no aptos para dedos gruesos. Aun poniendo el dispositivo de costado para agrandar el tamaño de las teclas virtuales, no soy capaz de escribir sin tener que volver atrás. Y, no hablemos de los días con cierta humedad en que la pantalla no responde bien. Por suerte, con Scrcpy puedo usar el teclado de la PC para escribir en el smartphone.

La secta de adoradores del Sol

Los arqueólogos del futuro hablarán de una secta que al sur del Trópico de Capricornio adoraba al Sol. Para homenajearlo construían totems alineados con sus rayos. Los feligreses introducían sus pedidos y recibían los dones que intercambiaban con otros de la tribu.

Hasta donde yo sé, esta parece ser la única explicación lógica de por qué los arquitectos bancarios de Buenos Aires colocan a los cajeros automáticos de tal forma que el rayo de sol dé sobre la pantalla justo a la hora en que hay mayor cantidad de usuarios. Si a esto le sumamos que, para ver la pantalla tengo que ponerme en una posición que obliga a que una parte de mi cuerpo sobresalga, un día de estos voy a tener un disgusto (O, una alegria, hasta que no pase no puedo saberlo)

Por qué escribí este artículo

No soy tan vanidoso de pensar que mi vida le pueda interesar a alguien. Pero, si creo que se difunde mejor al software libre y de código abierto explicando por qué son importantes sus principios con casos prácticos que copiándolos y pegándolos sin agregar nada más. Si se obligara a los desarrolladores de aplicaciones financieras a utilizar Apis públicas de identificación biométrica o captura de documentos, sería más fácil para desarrolladores independientes crear soluciones para los discapacitados visuales. Si, los bancos centrales obligaran a los fabricantes de cajeros automáticos a utilizar estándares abiertos de accesibilidad en su interfaz gráfica, yo tendría que dejar de ir al cajero en horarios donde sé que no va a haber otras personas esperando. Aclaro que es por el tiempo que tardo, no por miedo a mi integridad física.

La inclusión de la historia de las tortugas no tiene ninguna justificación. Simplemente me apetecía contarla.

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