El TOP500 es la lista que recoge las 500 supercomputadoras más potentes del mundo, una que se actualiza un par de veces al año y todo un clásico en estas páginas, ya que Linux es desde hace mucho tiempo el sistema dominante en este segmento. Y, sin embargo, hace dos años que no nos hacíamos eco de la misma, por el motivo que ya te imaginas: la ausencia de novedades.

No es que no haya novedades de un registro al siguiente, siempre hay algo diferente, se intercambian posiciones, se actualizan supercomputadoras, etc. Sin embargo, desde 2017 el TOP500 le pertenece por entero a Linux y desde antes, el primero puesto ha ido basculando entre China y Estados Unidos, con la primera como principal valedora de la permanencia en la posición de honor.

Así, las supercomputadoras que más tiempo han permanecido a la cabeza del TOP500 han sido las chinas Tianhe-2A y Sunway TaihuLight, con un breve adelanto por parte de la estadounidense Summit… Hasta que en 2020, Japón dio la sorpresa con Fugaku, una bestia que, al igual que Summit, está gobernada por Red Hat Enterprise Linux. Pero otro rey corona el TOP500 a día de hoy.

El monstruo se llama Frontier, se ubica como Summit en el Laboratorio Nacional Oak Ridge de Estados Unidos y se ha subido al número uno del TOP500 a base de una potencia bruta sin igual: la primera que ha superado la barrera del exaflop, convirtiéndose en la primera máquina exascale auténtica, según explican en el TOP500. De tal modo que Frontier no es solo la supercomputadora más poderosa que existe. Es algo más.

Frontier se basa en la última arquitectura HPE Cray EX235a y está equipada con procesadores AMD EPYC 64C a 2GHz, cuenta con un total de 8.730.112 núcleos y una potencia con una eficiencia de 52,23 gigaflops / vatio que depende de Gigabit Ethernet para la transferencia de datos. Frontier alcanza así un puntaje exacto de HPL de 1.102 Exaflop / s.

Para hacerse un idea de la potencia de que presume Frontier, baste con decir que la segunda de la tabla, Fugaku, no logra ni la mitad de velocidad de computación, aun cuando «solo» monta algo más de un millón de procesadores menos… con su arquitectura ARM, eso sí. Le siguen la finlandesa LUMI, también basada en AMD EPYC y junto a la francesa Adastra (10), las únicas europeas en el ‘top ten’ del TOP500; Summit, Sierra, Sunway TaihuLight, Perlmutter, Selene, Tianhe-2A…

O lo que es lo mismo, Estado Unidos recupera las primeras posiciones del TOP500, aunque no hay nada en mundo que se parezca a Frontier, una bestia que marca un nuevo hito en el mundo de la supercomputación. Si te interesa, aquí tienes la lista completa del TOP500. Por supuesto, todo funciona con Linux ahí.

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