¿Iconos en el escritorio? Cuando quieras, con las vista de carpetas transparentes (para KDE Plasma)
Iconos en el escritorio… ¿sí o no? La respuesta dependerá de a quién le preguntes, aunque si nos guiamos por lo que se ve en la mayoría de entornos de escritorio de Linux y más allá, se trata de una característica que está ahí y no va a desaparecer, por más que parezca un vestigio del pasado que los nuevos conceptos descartan.
Así lo hicieron los desarrolladores de GNOME, aunque terminasen recuperando la opción con una extensión que distribuciones como Ubuntu llevan preinstalada por defecto. Por una sencilla razón: los argumentos en contra -propiciar el desorden y perjudicar la concentración, principalmente- no invalidan las ventajas de este método, como son tener a mano archivos o accesos directos a lo que sea.
El problema de los iconos en el escritorio, en mi opinión, es cuando la cosa se descontrola y se alcanzan las atrocidades típicas de los Windows de antaño, en la que el escritorio medio estaba repleto de iconos de todo tipo que no solo dan al traste con lo de tener a mano determinados archivos o accesos directos, sino que incluso pueden afectar al rendimiento del sistema.
Pero ¿acaso no se puede tener un término medio? Yo creo que sí, porque eso suelo utilizar los iconos del escritorio: por lo general ahí tengo los archivos con los que estoy liado en esos momentos, y por «esos momentos» me refiero a minutos, horas, días o semanas. Más que el tiempo, cuido la cantidad, para que no se desmadre.
La cuestión es que al igual que por un lado aprecio el poder tener los iconos en el escritorio, por el otro no me gusta el estar viéndolos continuamente, rompiendo la estética del escritorio. En ese aspecto KDE antes, Plasma ahora, me ha facilitado opciones que en otros escritorios no existen, aunque nunca había tenido algo tan chulo como lo que tengo: Transparent Folder View.
Con las vista de carpetas, iconos en el escritorio siempre
Si eres usuario de KDE Plasma ya conocerás -o deberías- las vistas de carpeta, un complemento (plasmoide, widget, applet…) para el escritorio que a su vez es también una distribución de escritorio, un concepto propio de Plasma gracias al cual se pueden realizar modificaciones como la que nos ocupa. Por defecto, Plasma ofrece dos distribuciones de escritorio: escritorio y vista de carpetas.
Así, la distribución «escritorio» es similar a GNOME: no permite mostrar los iconos del escritorio, aunque a cambio se pueden poner applets, lo cual incluye un montón de utilidades entre las que se cuentan las vistas de carpeta. Una vista de carpetas puesta sobre la distribución «escritorio» es como una carpeta superpuesta con sus iconos y demás, pero con el tamaño que quieras otorgarle, por lo que puedes poner una o varias (explicado suena confuso, pero hacerlo es muy sencillo).
De manera adicional, una vista de carpetas puede hacer las veces de distribución de escritorio propia. Esta es la forma de tener un escritorio tradicional en KDE Plasma, ya que funciona como tal.
¿Qué aporta Transparent Folder View (o «vista de carpetas transparente»)? Se trata en de un fork de la vista de carpetas original, uno de los applets que todo KDE Plasma lleva por defecto y comparte todas características de este, a las que añade un par que son la guinda del pastel: transparencia y la opción de mostrar u ocultar los iconos con un doble clic. ¡Tan sencillo y tan hermoso!
En resumen, si te gusta el concepto de vista de carpetas a modo de «contenedor» de iconos para el escritorio, pero transparente (al menos, con el tema Breeze y muchos otros), Transparent Folder View te resuelve la papeleta.
Y si además te gusta la idea de poder ocultar y mostrar los iconos del escritorio con un doble clic, sea en modo vista de carpetas o como distribución de escritorio… no busques más: Transparent Folder View está hecho para eso.
Pero eso no es todo: ¿te gusta lo de mostrar/ocultar los iconos, pero prefieres que las vistas de carpeta tengan un fondo? También se puede. Fíjate en la opción correspondiente del applet (aparece manteniendo una pulsación sobre el mismo).
Por supuesto, Transparent Folder View se puede instalar como casi todos los demás applets de Plasma: se abre el menú contextual en el panel o el fondo del escritorio y «Añadir elementos gráficos… > Obtener nuevos elementos gráficos… > Descargar nuevos elementos gráficos de Plasma». En ese módulo buscar Transparent Folder View, lo instalas… y lo añades al escritorio desde el panel lateral de elementos gráficos con arrastrar y soltar.
En definitiva, si las vistas de carpeta de Plasma son de por sí una herramienta genial, Transparent Folder View las mejora bastante. ¿Lo habías probado? Yo te lo recomiendo para tener lo mejor de los dos mundos… ¡a un par de clics!
Lamento haberme enrollado tanto, pero me apetecía. Además, creo que el tema puede dar pie a una buena conversación: iconos en el escritorio… ¿sí o no? Mi respuesta ya la sabéis, aunque mi única intención era compartir con vosotros uno de mis complementos favoritos para KDE Plasma.
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