Navegadores y teléfonos inteligentes ¿Podemos realmente elegir?
La relación entre navegadores y teléfonos inteligentes es muy estrecha. Mientras que los primeros siguen siendo el tipo de software más utilizado para acceder a la web, los segundos reemplazaron a los ordenadores como los dispositivos preferidos para conectarse a Internet.
Estoy reseñando un estudio de la Fundación Mozilla según el cual los usuarios tenemos poco control a la hora de elegir que navegador utilizar. En artículos anteriores ya comenté algunos puntos importantes como la forma en que los sistemas operativos, los navegadores y los servicios que elegimos condicionan mutuamente la elección de los demás.
Navegadores y teléfonos inteligentes. ¿Cuál es la relación?
Para ilustrar la estrecha relación entre el teléfono inteligente utilizado y el navegador elegido, Mozilla cita a dos usuarios anónimos. Un estadounidense de 34 años nos dice:
Realmente no me gusta Safari, simplemente nunca me gustó. A veces aparece en mi teléfono, a veces abres ciertas páginas y simplemente aparece.
Otro estadounidense de 26 años nos cuenta:
Cuando se abre algo en Safari, lo cambio a otro navegador. solo copio y pego
Llegados a este punto, creo que hay que tener una cosa en cuenta. Apple vende una experiencia consistente en la que se integran hardware o software. Te puede gustar o no ese tipo de ecosistema cerrado, pero nadie te obliga a comprarlo ni a desarrollar productos para esa plataforma.
Diferente es el caso de Android, El sistema operativo de Google tiene una base de código abierto por lo que en forma teórica es posible seleccionar que aplicaciones instalar. Sin embargo, para obtener la certificación de Google y la compatibilidad con sus servicios es necesario incluir las aplicaciones oficiales por defecto. Citando el estudio de Mozilla:
Otra forma en que los proveedores de sistemas operativos anulan la elección del navegador es a través del componente de representación de páginas web.
Los desarrolladores de aplicaciones de Android a menudo incorporan un «componente de vista» en sus aplicaciones que es capaz de renderizar páginas web. Por ejemplo, si un usuario abre un enlace en Facebook o aplicación de Twitter, abrirá una página web que se puede ver en la aplicación de Facebook o Twitter. Para lograr esta experiencia dentro de la aplicación se usa un componente que Google pone a disposición de los desarrolladores de Android llamado WebView que está configurado para representar siempre las páginas usando el motor del navegador del sistema
(Chrome/Blink). WebView de Android no se puede configurar para usar ningún proveedor alternativo.
Esta práctica además genera una alteración en las estadísticas de utilización de los navegadores ya que los programas compiladores de estadísticas de visitas la registran como provenientes de Google Chrome.
En el primer artículo de esta serie me quejé de la falta de autocrítica de Mozilla y a continuación veremos otro ejemplo. Refiriéndose a las consecuencias de la concentración del mercado, en el caso particular de los dispositivos móviles, el estudio afirma:
Android e iOS siguen siendo los sistemas operativos móviles dominantes para teléfonos inteligentes (después de los intentos fallidos de entrada al mercado de otras empresas, incluida Mozilla. Las exigencias para la creación de aplicaciones nativas para sus sistemas operativos aseguraron que los desarrolladores tuvieran poco o ningún incentivo para desarrollar también para los sistemas operativos móviles de la competencia. La mayoría de los que lo intentaron, fracasaron rápidamente. Esto incluye Fire OS de Amazon, Windows Phone de Microsoft y Firefox OS de Mozilla
Veamos esto más de cerca. Microsoft tuvo un sistema operativo móvil mucho antes que Android. Sin embargo, nunca creyó en ese mercado y por lo tanto tampoco se esforzó en hacer versiones de sus aplicaciones como Microsoft Office con prestaciones similares al de los ordenadores de escritorio.
Ubuntu Touch pudo ser un competidor serio, sobre todo si hubiera prosperado la idea original de Mark Shuttleworth de desarrollar su propio hardware. Sin embargo, nunca hubo una documentación completa sobre cómo desarrollar software y el entorno de desarrollo tenía problemas que nunca solucionaron. Tampoco la oferta de dispositivos móviles era demasiado atractiva y estaba retrasada técnicamente.
FirefoxOS falló por un error en la elección de socios comerciales. En Argentina por ejemplo, Movistar en lugar de poner énfasis en sus características de seguridad y privacidad lo vendía como un teléfono que te permitía hacer lo mismo que hacías con tu teléfono Android. Salvo chatear por WhatsApp o subir tus fotos a Instagram.