Windows 11 supera por poco el 15% de cuota, lo que no sorprende para nada
Hace unos días escribí un artículo que explicaba por qué uso Linux si «eso no lo usa nadie». Entre los motivos que dí estaba que Linux no suele poner las restricciones que pone el sistema operativo de las ventanas, y Windows 11 no se instalará si el chip de nuestro equipo no soporta TPM 2.0 (siglas de Trusted Platform Module). Sólo ordenadores relativamente modernos soportan esto, y mi Lenovo de 2016, por ejemplo, debería quedarse en la cuneta.
Ya lo explicó Diego, recordándonos como IBM perdió clientes mientras Microsoft e Intel seguían su tendencia al alza. Los movimientos extraños hacen que la gente se mosquee y se plantee un cambio, y más aún si no se les permite instalar su opción principal. Y es que, un año después de su lanzamiento, Windows 11 tiene una cuota del 15%, pero no una cuota de mercado general, sino comparándolo con respecto a otras versiones del sistema que desarrolla Microsoft.
Windows 11 no llega a 1 de cada 6 ordenadores con Windows
Si algo aprendimos al cambiar al Euro, además de que las cosas podían ser más caras, fue la relación entre el 1 y el 16. Aunque con decimales, 0.16 x 6 son 1 (insisto, con decimales, que sé que son 96), así que, de un vistazo, sabemos que la última información de statcounter indica que Windows 11 no llega a estar instalado en 1 de cada 6 ordenadores con Windows. Sus datos dicen que está en el 15.45% de los ordenadores con las ventanas, lo que está más cerca del 1 de cada 7. ¿El motivo? No está claro, pero el TPM 2.0 tiene algo que decir, sin lugar a dudas.
Entre los usuarios de Windows hay algunos que no son muy aficionados a actualizar el sistema operativo. Windows 7 se quedó sin soporte en enero de 2020, y aún está en el 9.62%, muy por encima de Windows 8 que se queda en el 2.45%. Aún con estas personas que prefieren no cambiar, las cifras serían mejores sin la restricción del TPM. De hecho, hay muchos artículos y vídeos que explican cómo saltarse esta restricción, y si existe este contenido es porque sí interesa. Por lo tanto, interés hay, ni más ni menos que lo que ha habido siempre, pero Microsoft ha añadido una restricción que está «matando» a muchos equipos.
… y yo tan feliz en Linux
Esto es algo que no pasa en Linux. No es imposible que un ordenador no cumpla con los requisitos mínimos, pero esto suele ser cuando el sistema operativo ha evolucionado hasta un punto en el que requiera más RAM y disco duro. No se ponen restricciones por ponerlas. En la actualidad, prácticamente cualquier ordenador puede instalar cualquier distribución Linux si es el procesador es de 64bit y tiene 4GB de RAM, y hay distribuciones que funcionan con 2GB de RAM.
Y es que, ojo a la página de soporte donde se indican los requisitos mínimos, no contentos con lo del TPM 2.0, el tercer punto pone lo siguiente:
Storage (esto es «almacenamiento», que ni se han dignado a traducirlo bien): 64 GB o un dispositivo de almacenamiento más grande. Si el equipo no tiene una unidad de almacenamiento lo suficientemente grande, a veces hay opciones para actualizar la unidad. Es posible que desee consultar el sitio web del fabricante del equipo o con un distribuidor para ver si hay opciones fáciles y económicas para cumplir los requisitos mínimos para Windows 11.
64GB como mínimo. Microsoft dice que es para asegurar que va bien con las actualizaciones, pero también podrían dejar al usuario decidir si instalarlo o no. Por su parte, Linux creo que se puede instalar en 10GB, o por lo menos así se indica en GNOME Boxes. En cualquier caso, seguro que se puede instalar en 16GB, o venga, va, nos estiramos un poco y diremos 20GB. Aún sigue siendo la tercera parte de lo que nos pide Windows 11.
Así que sorpresa ninguna. Los usuarios de Windows se toman su tiempo en actualizar, y más que se tomarán, hasta el infinito, si resulta que su ordenador no puede instalar Windows 11. ¿Qué tienen que hacer, comprarse otro ordenador? Si deciden pasarse a Linux, bienvenidos.