Linux 6.1 introduce su primer código en Rust, entre otras muchas novedades
Han pasado poco más de un par de meses desde el lanzamiento de Linux 6.0 y ya está aquí Linux 6.1, una nueva versión del kernel con, de hecho, cambios más destacados que la anterior, aunque tampoco es que se trata de algo inusual. Como es bien sabido, la única razón para dar el salto de versión mayor es que a Linus Torvalds es que los chorizos le abruman.
Con una semana de retraso conforme a lo inicialmente planeado, Linux Torvalds ha anunciado el lanzamiento de Linux 6.1, adelantando también el periodo vacaciones que se presenta y reafirmándose en que las reglas de adhesión para nuevo código están para cumplirse. En todo caso, estamos ante la segunda versión de la nueva serie y la última de 2022, como por otra parte es obvio estando en estas fechas.
¿Y qué trae de nuevo Linux 6.1? Como cada versión del kernel, muchas, muchas cosas, con el grueso repartido entre el soporte de hardware, el soporte de sistemas de archivos, optimizaciones, seguridad, etcétera, con una novedad destacada: este lanzamiento supone, como ya veníamos advirtiendo desde hace tiempo, la llegada de Rust a Linux, de momento, de forma experimental y muy limitada. Y es que Roma no se hizo en un día.
Así, la anticipada integración de código Rust en el kernel Linux consta en esta primera implementación de la infraestructura básica, por lo que no cabe esperar que reemplace a nada y, de hecho, está relegada a una versión del compilador. Tardará mucho en asentarse, pero se trata de un paso prometedor para la modernización de determinadas áreas. Para más datos al respecto, en este artículo de Collabora se ofrecen detalles.
Hablando de novedades contantes y sonantes, son numerosas en torno al soporte de procesadores, ya sea por la mejora o por la integración, sobre todo en arquitecturas más allá de x86, si bien ARM es la más destacada por integrarse soporte para nuevos SoC como los MediaTek MT8186, Texas Instruments AM62A, NXP i.MX8DXL y diversas variantes de los Qualcomm IPQ8064. Los AMD Ryzen tampoco se quedan fuera.
Hablando de AMD, Linux 6.1 introduce AMD Platform Management Framework (AMD PMF), un nuevo framework diseñado para la gestión del consumo eléctrico y la regulación de la eficiencia y el ruido de las CPU AMD Ryzen de nueva generación. Por supuesto, hay multitud de novedades también para los controladores gráficos que acompañan cada versión del kernel, incluyendo el soporte inicial de gráficos para Intel Meteor Lake y Alchemist, para Intel Arc, para AMD RDNA3…
En el área de los sistemas de archivos uno de los que más beneficiados sale en esta versión del kernel Linux es Btrfs, cuya implementación mejora especialmente en lo que a rendimiento se refiere. Pero no es el único: también mejora el rendimiento de Ext4 gracias a diversas optimizaciones enfocadas principalmente en su uso en unidades NAND Flash. A estos dos, pero también a XFS y F2FS les llegan un buen número de correcciones.
Como nota para los más jugones, Linux 6.1 llega con mejoras del soporte de los mandos de terceros para Nintendo Switch, cada vez más populares en PC, llega soporte para los nuevos sticks de los mandos de Xbox One Elite, se introduce la primera versión del controlador oficial de los mandos de PlayStation, los DualSense Edge de los que ya os hablamos hace unas semanas. En definitiva, avances varios para darle a gusto al botón, y no solo a la tecla en Linux.
Como siempre, no obstante, lo que has leído hasta este punto no son más que unos breves retazos de todo lo que trae consigo Linux 6.1, cuyo auténtico chorizos, que nunca ha sido el número de versión, tienes detallado en Kernel Newbies, si es que te atreves a adentrarte ahí.
La entrada Linux 6.1 introduce su primer código en Rust, entre otras muchas novedades es original de MuyLinux