En defensa de la telemetría
En el mundo del software libre hay muchas discusiones, algunas son muy útiles y enriquecedoras y otras son caprichos y pataleos. Es el caso de la última polémica y por eso me parece útil salir en defensa de la telemetría.
Ya Darkcrizt comentó en extenso la noticia que yo había mencionado de pasada. Algunos miembros del proyecto Fedora propusieron incluir telemetría para mejorar la distribución.
El mito de la privacidad
Mi abuela se casó a los 29 años. En la década del 30, al menos en Argentina a esa edad ya te daban patente de «solterona». El novio era conductor de trenes lo que en la escala social de la clase media estaba apenas por debajo de los profesionales y al mismo nivel de los empleados de banco. Comprenderán por qué mi bisabuela se apresuró a difundir en las redes sociales de la época (La tienda de comestibles, la peluquería, la panadería y lugares similares) la noticia.
Durante mucho tiempo, aún en las ciudades los vecinos sabían todo de los demás. Puede que se pudiese tener algo más de intimidad que en los pueblos, pero no demasiada.
A medida que los edificios reemplazaron a las viviendas unifamiliares, que las mujeres se fueron integrando al mercado laboral y las actividades extracurriculares de los niños se incrementaron, la relación con los vecinos se fue perdiendo y por lo mismo la posibilidad de enterarse de la vida de los demás.
Sin embargo, la tecnología hizo que mucha más información sobre nosotros de la que podía enterarse la cotilla del barrio esté disponible. Y, no solo se recopila por el placer de transmitir un chisme. Se trata de la materia prima con la que se construyen los mensajes que intentan vendernos cosas.
Hay una frase tan políticamente incorrecta como adecuada al tema que indica que si te encuentras en una determinada situación que no puedes evitar, trates de disfrutarla. A menos que nos vayamos a vivir al medio del campo, completamente desconectados y viviendo de la caza y de la pesca, no podremos evitar brindar información sobre nosotros. Aunque cobres y pagues en efectivo Carrefour sabrá que alguien todos los martes al mediodía compra el Café X y paga con un billete de 20 euros.
En defensa de la telemetría
Esos datos que brindamos sobre nosotros son el precio de no tener que esperar que abra el banco si necesitamos dinero, de no tener que recordar toda nuestra historia clínica cuando vamos al médico o de tener que guardar durante una determinada cantidad de años las facturas por si el administrativo de una empresa omitió registrar el pago.
La telemetría es un conjunto de tecnologías que permite recopilar información sobre el funcionamiento sobre algo a distancia y enviarla a un interesado. Se trata de una práctica común en el desarrollo y despliegue de software.
Cuando Ubuntu presentó Unity, una característica muy discutida fue que si ponías una palabra en el buscador de archivos también te mostraba resultados en Amazon o la Wikipedia. Era una capacidad que echo bastante de menos ya que resultaba muy útil y, Canonical solo reenviaba la palabra. Sin embargo, la indignación fue masiva.
En el caso de Fedora, la indignación me parece mucho más injustificada. Solo buscarían saber el entorno de escritorio (Muy útil para evitar dispersar esfuerzos en entornos de escritorio que no usa nadie) ubicación geográfica (No gastar recursos en traducir a idiomas que nadie habla). tipo de hardware (Ideal para saber en qué controladores y arquitecturas concentrarse) e impacto de las recomendaciones del Centro de Software. (Esta podrían ahorrársela)
Ubuntu hace tiempo que te pregunta si puede recopilar información y también lo hacen varios proyectos de software libre. Es una herramienta absolutamente válida de recopilar información. También es una forma fácil de que los usuarios colaboremos con nuestros proyectos preferidos.
Es hora de entender que el hecho de que no paguemos por Linux no significa que sea gratis. Aunque muchos desarrolladores no cobran, se sigue necesitando hardware y tiempo para codificar. Todo lo que contribuya a enfocar los esfuerzos merece nuestro apoyo