¿Por qué son tan caros los ordenadores con Linux?
Hace pocas semanas, Fedora y Slimbook presentaron un ordenador conjunto que usaría el software del primero en el hardware del segundo. Su precio base es de 1799€, pero podemos ir ampliándolo hasta llegar a los 3156€. Si vamos a la página de Tuxedo, por poner un ejemplo, encontramos el InfinityBook S 15 por algo más de 1000€, y es un portátil con procesador i5-1340P. Si comparamos estos precios con lo que vemos en los equipos con Windows uno se pregunta: ¿por qué son tan caros los ordenadores con Linux?
Antes de responder a esa pregunta, hay que analizar si el precio al que ofrecen el equipo con Linux es realmente caro. Y también si todos los ordenadores que vienen con Linux instalado por defecto lo son. No, no son caros todos los ordenadores con Linux, y como ejemplo podemos poner el PineBook Pro. Cuesta alrededor de 200€, y por ese precio podemos adquirir un portátil «aseao» con arquitectura ARM y pantalla de 14″. Cierto es que no es muy potente, pero es que ese era mas o menos el precio por el que se vendían esos portátiles de 10″ que aún estaban más limitados.
Pero… sí, son un poco caros los ordenadores con Linux
Pero lo cierto es que muchos ordenadores con Linux por defecto sí son caros. ¿Y cuáles son los motivos? ¿No estamos ante algo libre y sin licencias? ¿De verdad no deberían ser más baratos? No. Lo de las licencias tiene poco que ver en realidad. Cuando alguien se da un paseo por alguna tienda y busca un portátil nuevo, entre lo más caro hay ordenadores diseñados para los videojuegos que no incluyen sistema operativo, por lo que no pagan licencia, por lo menos a Microsoft por Windows.
La realidad es más bien otra: los ordenadores que usan Windows son más baratos de lo que deberían. El portátil desde el que escribo este artículo lo compré en 2019, y es un Acer que tiene i7-8565U, tenía 8GB de RAM y 128GB/1TB de almacenamiento en SSD y HDD respectivamente. Su precio fue menos de 600€, y ya hemos visto cómo Tuxedo ofrece lo mismo (más RAM, pero menos procesador) por más de 1000€.
Ese es el quid de la cuestión y lo que explica gran parte de los precios: las marcas llegan a acuerdos con Microsoft, luego crean miles o millones del mismo modelo y ya sabemos qué pasa cuando hay mucho de algo, eso de la oferta y la demanda de lo que se habla en economía.
Ley de oferta y demanda
Los usuarios de Linux superamos por poco el 2% de cuota de mercado en el escritorio. Si lo superamos en algún momento podría ser gracias a la Steam Deck, esa consola que en realidad es un ordenador dentro de un controlador con pantalla. Pero somos entre un 2% y un 3%. Haciendo un cálculo malo, muy malo, podríamos pensar que el 2% de los ordenadores que se fabrican usan Linux, pero no, claro que no: la mayoría de ese 2% hemos instalado el sistema operativo en un ordenador que venía con Windows.
El porcentaje real de equipos que se venden con Linux por defecto es una minoría, una rareza diría yo. Cuando una marca, con o sin socio como Fedora, se plantea lanzar un equipo con Linux, sabe desde el principio que va a vender pocos, y la exclusividad se paga.
Suelen ser más caros, pero no tanto
Al ver los precios del Kubuntu Focus o el Fedora Slimbook en su opción más cara, a uno le sangran los ojos, pero no son precios tan descabellados. Es la suma de la marca, la exclusividad y el hardware, que suelen aprovechar y añadir bastante carne en el asador. Si queremos ver las cosas con otro cristal en las gafas, miremos con las de Apple.
El ordenador portátil más barato que ofrece ahora la compañía de la manzana es de 13″, no tiene el procesador/gráfica más nuevo y su precio supera los 1200€. 13 pulgadas. Procesador pasado. 1200€. La RAM son los 8GB que hoy en día se considera lo mínimo en un ordenador decente, pero tenemos el ordenador más pequeño y no más moderno por 1200€. Comparado con ese precio, ¿el tuxedo con i5, 16GB de RAM y 500GB en SSD sigue pareciendo caro? Se me olvidaba comentar que ese MacBook Air tiene 256GB de almacenamiento.
El precio de los ordenadores con Linux está entre los de Apple, lejos diría yo, y los que vienen con Windows, algo más cerca. Por lo tanto yo no diría que son caros teniendo en cuenta todo el retrato. Pueden parecerlo los que montan el mejor hardware, pero también hay otros con hardware más discreto.
No estoy diciendo que el próximo equipo que compre uno de nuestros lectores tiene que venir con Linux obligatoriamente, de hecho yo creo que el mío próximo volverá a venir con Windows por defecto, pero los ordenadores con Linux suelen tener el precio que deben.