El verdadero «chromeOS Flex» es Linux Mint MATE, el mejor sistema para resucitar equipos de mediana edad (Opinión)
Tiene gracia. Estos días he tenido que resucitar varios equipos, algunos de 32bits y algunos otros de 64bit. Para 32bits, mi elección fue LMDE 6, pero sencillamente porque fue lo que funcionó en ellos. Para los de 64bits me he decantado por Linux Mint MATE, y en este artículo voy a explicar los motivos. Lo que tiene gracia es que mi compañero Diego ha pensado algo parecido a mí al mismo tiempo, aunque él tiene una opinión diferente y recomienda Linux Mint Xfce para reemplazar a Windows 10.
En la blogosfera sobre Linux, o en general la blogosfera, se suelen publicar artículos hablando de lo bien que va chromeOS Flex en equipos antiguos. Veo un par de problemas con esta recomendación: la edición «Flex» está limitada y no soporta aplicaciones de Android, además de no ser un Linux tradicional. El otro problema es cuando se recomienda chromeOS Flex en equipos que no tienen ni 10 años y que pueden funcionar perfectamente con muchas distribuciones Linux. Pero bueno, hace tiempo que pienso que «el verdadero chromeOS Flex», por aquello de resucitar equipos, es Linux Mint MATE.
Qué hace de Linux Mint MATE una gran opción
Después de probarlo en equipos de bajos recursos, en varios que rondan los 15 años de edad, Linux Mint MATE es lo que más me ha gustado. Existen otras grandes opciones como Debian en su edición LXQt, pero una buena distribución deja de serlo cuando, por el motivo que sea, ni siquiera es capaz de iniciar la unidad de instalación. Dejo el consejo aquí: si os funciona, Debian LXQt sí está muy bien, pero sigo prefiriendo Linux Mint MATE.
Todos los sabores oficiales de Linux Mint – no LMDE – tienen base Ubuntu LTS. Puede gustar más o menos, pero Ubuntu es el sistema operativo con base Linux más popular, y casi toda la documentación que encontramos por Internet está explicada para el sistema de Canonical o, en su defecto, su padre, Debian. Por lo tanto, tenemos no sólo información, sino soporte por parte de los desarrolladores: casi todos los programas están en formato .deb además de en .rpm.
Lo mejor: equilibrio entre rendimiento y flexibilidad
El MATE de Linux Mint no es como el MATE de Ubuntu MATE. Martin Wimpress usa un MATE más puro, de hecho es su equipo quien lo desarrolla. Ubuntu MATE puede ser otra buena opción para equipos de recursos medio-bajos, pero pide algo más que Linux Mint. El motivo puede ser fácil de entender: los adornos y funciones pesan. Ubuntu MATE es más completo que su «primo» en Linux Mint, y ofrece opciones como las diferentes interfaces, con Mutiny – simula Unity -, Cupertino – simula macOS – o Redmond – sumula Windows -, pero si lo que queremos es algo que funcione con cierta ligereza y no nos importa tanto la imagen, Linux Mint MATE se mueve mejor.
El equipo de Clem Lefebvre ha decidido usar un MATE «LXQteizado». El panel inferior recuerda al de Lubuntu y no se pueden hacer por defecto cosas como añadir lanzadores al panel arrastrando y soltando. Los ajustes, programas y bibliotecas sí son los de MATE, pero es muy diferente al de Ubuntu MATE. La RAM que consume suele quedarse en unos 600mb, lo que es algo más de la cuarta parte de 2GB. ¿Es poco? Teniendo en cuenta cómo funciona, que no se nota pesado, el número dice que podría consumir menos, pero la solvencia y el equilibrio general afirman que está bien.
Linux Mint MATE sólo está para 64bits
Linux Mint MATE, como las ediciones Xfce y Cinnamon, sólo está disponible en versión para 64bits. Esto es un obstáculo insalvable para equipos con arquitectura i386, pero algo muy positivo para los equipos amd64. La mayoría del software de la actualidad está disponible para amd64, y los que miran al futuro también lo compilan para arm64. Lo que quiero decir es que si instalamos Linux Mint MATE tendremos un sistema operativo Linux real y tradicional, y podremos instalar Chrome, si queremos usar el navegador web de Google, InkScape, GIMP y todo lo que necesitemos. No es así en un sistema de 32bits.
Aunque hay otras opciones, para mí Linux Mint MATE es la mejor de todas. El motivo es lo que llevo resucitando con esta opción. Y la prueba final ha sido un equipo que uso para probar instalaciones. Un equipo que está más muerto que vivo. Ese equipo ha tenido KDE neon, Manjaro Xfce y FydeOS. El último iba ligero, pero el soporte para Android se cerraba inesperadamente. Con Linux Mint MATE sencillamente funciona. Es solvente. Y como ese equipo, todos los que he resucitado. No menos importante es que no he visto ningún caso en el que no haya podido instalarlo, aunque es posible que pase, como con cualquier distro.
¿Vale para sustituir a Windows 10?
Os prometo que Diego y yo no nos hemos puesto de acuerdo para escribir sobre este tema ni Linux Mint está promocionando nada. Pero el caso es que ambos hemos escrito sobre el Linux con sabor a menta por motivos similares y al mismo tiempo. Y cómo él ha hablado sobre Windows 10, que dejará de recibir soporte en 2025, yo comento la jugada un poco por encima. El sistema protagonista de este artículo sí puede sustituir a Windows 10, pero depende de muchos factores. Hay que saber que Linux no es Windows y que no se podrán usar algunas aplicaciones ni con WINE combinado con Proton y otras herramientas. Para algo más de información, os remito a su artículo.
Si lo que se busca es un sistema operativo a nivel usuario para que un equipo que venía con Windows 10 no se quede sin soporte el año que viene, la respuesta es sencillamente sí. Varios de los equipos que he resucitado yo venían con Windows 10, aunque originalmente tenían Vista o 7.
Lo que está claro es que Linux Mint es una buena opción, y más en sus versiones con escritorios ligeros. Si tienes un equipo que podría funcionar mejor, la menta puede ser la respuesta para algo más que el mal aliento.