El kernel de Linux abandona el soporte para procesadores 486 y los primeros Pentium
La próxima versión del kernel de Linux, la 6.15, marca el fin de una era al dejar fuera de su lista de compatibilidades a la familia de procesadores Intel 486 y a algunos modelos tempranos de Pentium. Este cambio significa un cierre definitivo a más de tres décadas de soporte a una arquitectura que, pese a su veteranía, seguía recibiendo atención en el ecosistema Linux mucho después de haber quedado obsoleta para otros sistemas como Windows.
Con el paso del tiempo, mantener la compatibilidad con procesadores antiguos ha supuesto una carga importante para el desarrollo del núcleo de Linux. 486 sin soporte en Linux, ya apuntó en años anteriores la necesidad de dejar atrás el soporte a estos chips. Según sus propias palabras, había llegado el momento de dejar de dedicar tiempo y esfuerzo a hardware que, en la práctica, usa una minoría muy reducida de usuarios.
Qué implica este cambio técnico
La actualización del kernel a la versión 6.15 implica que, para poder ejecutar Linux, el procesador debe incorporar una serie de instrucciones modernas: Timer Stamp Counter (TSC) y CMPXCHG8B (CX8). Estas instrucciones, ausentes en los 486 y algunos Pentium muy tempranos (incluidos chips como los IDT WinChip y AMD Elan), son imprescindibles a partir de ahora.
Gran parte del código eliminado estaba dedicado a emular funciones de hardware ausentes en esos procesadores. Destaca especialmente la eliminación de la emulación del coprocesador matemático (FPU), que permitía ejecutar operaciones en equipos sin unidad de coma flotante integrada, típica de algunos modelos 486 y los primeros Pentium con errores conocidos, como el célebre FDIV bug.
Por qué se toma ahora la decisión de dejar atrás el 486
El principal motivo para dar este paso ha sido la baja relevancia de estos procesadores en la actualidad y el peso del código de compatibilidad legado, que ralentizaba el desarrollo del kernel y complicaba las tareas de mantenimiento. Ingo Molnar, uno de los desarrolladores históricos del núcleo, señala que buena parte de ese código ya solo servía para cubrir casos muy concretos y prácticamente en desuso.
Hay que recordar que no es la primera vez que Linux abandona una familia de procesadores x86: en 2012 ya se retiró el soporte a los 386, y desde entonces el abandono de hardware tan antiguo había sido muy pausado. Microsoft, por ejemplo, dejó de avalar los 486 con el lanzamiento de Windows XP en 2001, pero Linux siguió manteniéndolos vivos durante más de 20 años adicionales.
Impacto en usuarios y entorno Linux
Para la mayoría de usuarios, este cambio será prácticamente imperceptible. Los procesadores 486 han estado fuera de producción comercial desde 2007, y hoy en día es difícil encontrar ordenadores domésticos o de empresa que dependan de hardware tan antiguo salvo en situaciones muy específicas, como proyectos de coleccionistas, sistemas embebidos antiguos o en instalaciones muy particulares.
Quienes todavía necesiten usar Linux en equipos con procesores de la familia 486 podrán continuar utilizando distribuciones antiguas o kernels previos a la versión 6.15. Algunos proyectos especializados o distros ligeras, así como versiones de Debian o Ubuntu muy antiguas, seguirán funcionando, aunque perdiendo acceso a nuevas mejoras y actualizaciones de seguridad.
Con la versión 6.15, Linux finaliza el soporte a uno de los chips que popularizó la informática doméstica y profesional en los años noventa. Este movimiento facilita la simplificación del kernel, reduce el código obsoleto y permite enfocar el desarrollo en arquitecturas actuales y en garantizar un mejor rendimiento y seguridad en sistemas modernos. Se cierra así un capítulo importante de la historia del software libre y de la compatibilidad retro en el mundo Linux.