Empecé a jugar sobre Linux en 2013, desde poco después de que el cliente de Steam apareciera oficialmente para el sistema. Si quería apoyar a los videojuegos para Linux, y aprovechando la defunción de la Radeon HD 3870 que gastaba, decidí saltar a NVIDIA, única marca que tenía un driver capaz de aprovechar de verdad la potencia de sus propias gráficas. Aquello también me obligó a abandonar Fedora, aunque también hay que contar que la distribución comunitaria de Red Hat no estaba pasando por su mejor momento.

Debido a que Proton no existía por entonces y que configurar Wine para ejecutar videojuegos era poco más que un infierno, a pesar de la existencia de proyectos como PlayOnLinux, decidí mantener el arranque dual con Windows, jugando en Linux únicamente a aquellos juegos nativos que habían sido bien portados. Sí, desgraciadamente había ports de mala calidad en aquella época (y en la actualidad), lo que obligaba a usar la versión de Windows si tu máquina no contaba con mucha potencia, y ese era mi caso al utilizar una computadora que implementaba un Intel Core 2 Quad como CPU hasta el año 2017.

Además de jugar lo que podía desde Linux, con el paso de los años fui aprendiendo bastante sobre las pilas gráficas disponibles para el sistema, labor en la que el medio Phoronix me ha ayudado enormemente. A eso se sumó mi vuelta a Fedora en 2019 gracias a que Radeon por fin tenía unos drivers competentes para Linux y poco después llegó mi interés por Wayland, protocolo gráfico que uso en exclusiva desde finales de 2021.

Steam vio oficialmente la luz en Linux hace más de una década y mucho ha cambiado el panorama desde entonces. El fracaso de las Steam Machines fue el acicate que Valve necesitó para lanzar Proton en 2018, un acontecimiento que en su momento me hizo dar saltos de alegría, ya que había dejado de usar Windows en máquina física en 2017 y había perdido la posibilidad de jugar fácilmente a la mayoría de los juegos que poseo. Gracias a la capa de compatibilidad, pude recuperar una inversión que di por perdida tan solo un año antes.

Fallout: New Vegas de forma nativa sobre Wayland con el Proton de CachyOS.

La aparición de Proton cambió por completo el paradigma en torno a los juegos nativos para Linux, desincentivando a una Feral Interactive que durante años puso mucho empeño, pero que cuyos ports llegaban en muchas ocasiones años después que las compilaciones para Windows. Esto hacía que la gente jugara a través de Proton en lugar de esperar a los ports de Feral Interactive, lo que afectaba negativamente al negocio de la compañía británica.

La aparición de Proton no solo supuso un mazazo para el desarrollo de videojuegos nativos para Linux, sino que, gracias a que la capa de compatibilidad se basa en Wine y es de código abierto, abrió la puerta a la creación de una potente rama de origen comunitario que se ha dedicado a crear bifurcaciones del producto de Valve. De aquí se pueden destacar GloriousEggroll y más recientemente CachyOS, que impulsan sus propias versiones de Proton con añadidos que llegan antes que a la rama estable del desarrollo de Valve, destacando en los últimos tiempos el soporte nativo de Wayland. Esta rama comunitaria ha allanado el terreno a proyectos como Heroic Games Launcher, haciendo que los videojuegos comerciales sobre Linux fuesen realmente posibles más allá de Steam.

Si bien estoy muy agradecido a Valve por su contribución a los videojuegos en Linux, en especial a lo que respecta a Proton y RADV, no he desaprovechado la oportunidad de ampliar mis horizontes y reducir de manera notable mi dependencia de Steam. Aquí ha influido el deterioro de mi relación con la plataforma de Valve debido a que su cliente para Linux ha arrastrado durante años una serie de problemas que terminaron haciendo que la aplicación fuese inusable para mí. En consecuencia, la desinstalé a principios de año para convertir a GOG en mi plataforma principal a través de Heroic Games Launcher.

Otro punto que ya conocía, pero del que terminé de tomar conciencia justo en el momento en el que Steam en formato Flatpak colapsó (si bien la mayoría de los problemas afectan a otros reempaquetados en formato tradicional), fue el hecho de que casi nada de lo que compras en Steam es realmente tuyo, y esto quedó reforzado con la aprobación de una ley en California que ha obligado a Valve a decir la verdad. GOG, por su parte, te permite descargar lo que compras sin DRM ni depender de ningún lanzador, por lo que ahí sí estás comprando un producto, aunque sea en formato digital. Esto me ha animado a recomprar en GOG algunos de los juegos que más me han gustado de Steam, como Prey 2017, Fallout: New Vegas y Hollow Knight, y si veo un juego que está en GOG y Steam, la primera oportunidad para adquirirlo se la concedo a la plataforma polaca.

Resolución del monitor detectada por XWayland.

Y después de aburriros mucho, por fin llego a lo que realmente quería contar. En los últimos tiempos he experimentado y sigo experimentando con el Proton de CachyOS, el cual parece ser el más rápido a la hora de implementar los avances en el soporte nativo de Wayland para Wine. Si la aparición de Proton ya fue de por sí un mazazo para los videojuegos nativos para Linux, el hecho de poderlos ejecutar de forma nativa a través de Wayland con una capa de compatibilidad apunta a ser el mazazo definitivo, más si tenemos en cuenta que la mayoría de los juegos nativos funcionan sobre XWayland (o Xorg, porque XWayland no es más que una reimplementación de Xorg sobre Wayland).

Además de las ventajas que puede proporcionar Proton, es importante tener en consideración la situación de los propios juegos nativos para Linux, o más bien los ports para ese sistema de los motores de videojuegos. No es raro ver que las versiones para Linux de muchos motores de videojuegos, pudiéndose destacar aquí a Unity, rindan menos que sus contrapartes para Windows. Esto deriva no solo en un mejor desempeño del mismo título sobre el sistema de Microsoft, sino que dicha compilación rinde mejor sobre Wine o Proton que ejecutando la versión nativa para Linux.

Para colmo, y debido a la pobreza de los ports de los motores para Linux, el usuario puede encontrarse con que la versión de un juego para Windows ejecutado mediante Proton o Wine va mejor integrada en el sistema que la propia compilación nativa para Linux, un factor que en un futuro quedará reforzado con el soporte nativo para Wayland.

Más allá de mi preferencia por el protocolo, lo que más me ha gustado del soporte de Wayland implementado en las versiones de Proton procedentes de GloriousEggroll y CachyOS es que tienen en cuenta el reescalado fraccional del 125% que uso en mi actual monitor, el cual soporta una resolución nativa de 1440p y funciona a una tasa de refresco de 165Hz. Esto se puede ver sobre todo en MangoHud y las ventanas que genera Wine, las cuales son pequeñas cuando funcionan sobre XWayland y lucen en su resolución correcta si empleo el soporte nativo de Wayland.

Por ahora solo he probado Art of Rally y Fallout: New Vegas procedentes de GOG y Prey 2017 y DiRT Rally 1 desde Steam y no he experimentado problemas de estabilidad con el primero, el tercero y el cuarto, cosa que no puedo decir del segundo debido a que siempre ha sido un juego que ha estado muy roto y muchas personas no pueden ejecutarlo en condiciones, ni siquiera en Windows. En Art of Rally el juego se me cae si paso de pantalla completa en exclusiva a ventana o viceversa, pero luego no he experimentado ninguna caída en sesiones continuas de juego de más de dos horas.

No puedo dejar de lado el impresionante desempeño que he tenido con la versión para Windows de DiRT Rally, la cual, con la calidad gráfica establecida en ultra, pero con el antialiasing desactivado y el FSR a través de Proton en modo calidad, me ha llegado a dar una tasa de fotogramas por segundo realmente impresionante, superando con creces a Art of Rally al sobrepasar en momentos puntuales las 200. Art of Rally no es solo un juego con una carga gráfica baja que está hecho con Unity, sino que me veo obligado a ponerlo en calidad gráfica media y con el FSR en modo equilibrado. ¡Antes sí se curraban la optimización! Por si alguien anda despistado, DiRT Rally es un juego de 2015, y por como luce no parece ni mucho menos un título de hace diez años.

DiRT Rally ejecutado en Linux y de forma nativa sobre Wayland con el Proton de CachyOS.

Sin embargo, diferente ha sido mi experiencia con la versión de Mortal Kombat 4 que uno se puede encontrar en GOG, al menos con Heroic Games Launcher. Por lo que podéis ver en la imagen de abajo, la ventana de Wayland aparece totalmente descolocada, lo que me hace sospechar que el juego no está funcionando directamente, sino a través de algún tipo de wrapper que le permite ejecutarse en sistemas Windows modernos, porque Fallout: New Vegas es un título de hace quince años y ahí lo tenéis, funcionando correctamente y como se espera. Si uso XWayland, este problema que he visto en Mortal Kombat 4 no se da.

El soporte nativo de Wayland para Wine todavía se encuentra en desarrollo y, por lo que sé, Valve no lo incluye en ninguna de sus ramas de Proton, ni siquiera la experimental, así que es normal que todavía dé problemas cuando es utilizado.

Mortal Kombat 4 descuadrado tras ejecutado de forma nativa sobre Wayland con el Proton de CachyOS.

Otro punto a tener en consideración y que da ventaja a Proton y Wine frente a las compilaciones nativas de los juegos para Linux es que permite forzar el uso FSR, la tecnología de reescalado de AMD. Esto abre la puerta a mejorar el desempeño en gráficas que están “estiradas” o forzadas, como la RX 7600 que uso ahora, y a mejorar la autonomía de las baterías de dispositivos portátiles como la Steam Deck, la ASUS ROG Ally y la Lenovo Legion GO debido a la reducción del consumo energético. Es importante tener en cuenta que la versión predeterminada de FSR utilizada es la 1 y no tengo claro si hay otras soportadas, aunque hay cosas en torno FSR 4 que están apareciendo en Proton GloriuosEggroll.

A pesar de que las tres primeras versiones de FSR han demostrado ser inferiores al DLSS de NVIDIA, puedo decir que mi experiencia con la tecnología de reescalado de AMD es más que satisfactoria si se configura en calidades altas, y a eso hay que sumar la enorme flexibilidad que aporta su presencia en Proton frente a los juegos nativos para Linux, más si estos últimos no incluyen soporte de FSR.

Y ya que he sacado a colación el tema de FSR y he reconocido que uso una gráfica para 1080p y 60fps sobre un monitor de 1440p y 165Hz, no viene mal exponer mi “fórmula mágica” para tener el soporte de Wayland y FSR accionados al mismo tiempo. Los parámetros de lanzamiento en Steam son los siguientes, que en Heroic Games Launcher tienen que ser establecidos uno a uno siguiendo la ruta Ajustes > Valores predeterminados del juego > Variables del Entorno. Lo bueno de la vía de Heroic es que establece esos parámetros para todos los juegos que se instalen con la aplicación, lo que ahorra tiempo frente a un Steam que requiere ir juego por juego.

PROTON_ENABLE_WAYLAND=1 WINE_FULLSCREEN_FSR=1 WINE_FULLSCREEN_FSR_MODE=quality WINE_FULLSCREEN_FSR_STRENGTH=2 %command%

Configuración del FSR de Proton y Wine en Heroic Games Launcher.

El parámetro WINE_FULLSCREEN_FSR_MODE puede ser establecido también en modo ultra, que mejora la calidad frente quality; balanced, que es el modo equilibrado, y performance, que es el modo rendimiento. Quitando el hecho de que las palabras están en inglés, no hay nada que no debería resultar familiar a los que hayan configurado FSR en algún juego que lo soporte de manera predeterminada o mediante un mod. Dependiendo de vuestra gráfica y el título que se pretenda ejecutar, será más conveniente establecer un modo u otro, y lo bueno es que esto debería funcionar en gráficas de NVIDIA e Intel además de Radeon.

En resumidas cuentas, y sumando todos los factores que he mencionado y mi preferencia por Wayland, en la actualidad no le veo ningún sentido a la ejecución de los videojuegos nativos para Linux, así que he decidido forzar la ejecución de todos los juegos para PC que tengo a través del Proton de CachyOS menos los de Valve, que, si bien funcionan sobre XWayland, todavía siguen recibiendo actualizaciones y no están abandonados.

El día en que el soporte nativo de Wayland esté habilitado por defecto en Wine y Proton, los videojuegos nativos para Linux quedarán al borde de la muerte debido a que será posible ejecutar títulos antiguos para Windows de forma nativa sobre Wayland, mientras que las versiones nativas para Linux irán casi todas sobre XWayland.

La entrada Los juegos nativos para Linux empiezan a oler a cadáver es original de MuyLinux