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Coreboot vs Libreboot: Diferencias, ventajas, compatibilidad y todo lo que debes saber

coreboot vs libreboot

Muchas personas interesadas en la privacidad y la libertad del software buscan alternativas a los sistemas de firmware propietarios que suelen venir de fábrica en la mayoría de portátiles y placas base actuales. En este contexto, surgen dos nombres que resuenan cada vez con más fuerza en las comunidades de software libre y hardware abierto: Coreboot y Libreboot. Ambos proyectos comparten el objetivo de reemplazar BIOS y UEFI propietarios por soluciones abiertas, pero presentan diferencias importantes tanto en su política de inclusión de componentes, como en el soporte de hardware, facilidad de uso y filosofía.

En este artículo te voy a contar, con todo lujo de detalles y un enfoque completamente actualizado, qué son exactamente Coreboot y Libreboot, en qué se diferencian, cuáles son sus ventajas e inconvenientes, y para quién puede estar dirigido cada uno. Descubrirás aspectos técnicos, consideraciones de seguridad y libertad, y cuestiones muy prácticas sobre compatibilidad, facilidad de instalación y mantenimiento. Si estás pensando en dar el salto al firmware libre, aquí tienes toda la información para tomar la mejor decisión sin sorpresas.

¿Qué son Coreboot y Libreboot?

Coreboot es un proyecto de software libre que busca reemplazar el firmware propietario que controla el arranque del ordenador —habitualmente conocido como BIOS o UEFI— por una alternativa ligera, rápida y abierta. Su objetivo principal es inicializar el hardware del sistema, preparar el entorno necesario y lanzar el sistema operativo, apoyándose en diversos módulos y ‘payloads’ como GRUB, SeaBIOS o incluso Linux. Su desarrollo está orientado a técnicos y desarrolladores, permitiendo una gran flexibilidad y personalización en el proceso de compilación e instalación.

Libreboot, por su parte, es una distribución de Coreboot que enfatiza la libertad del software. Podríamos decir que se inspira en la misma filosofía que Debian respecto a Linux: ofrece un Coreboot ya configurado, fácil de instalar y totalmente libre de ‘blobs’ o binarios propietarios. Libreboot automatiza el proceso de compilación, configuración e instalación, simplificando todo para el usuario final, y garantiza que no se incluye ningún fragmento de código cerrado en sus distribuciones, lo que lo convierte en la opción preferida para quienes buscan la máxima pureza y transparencia.

Política frente a los binarios propietarios (blobs)

Una de las diferencias clave entre ambos proyectos está en su tratamiento de los binarios propietarios, también llamados ‘blobs’. Coreboot se define como un proyecto pragmático que ofrece la opción de incluir o excluir estos blobs al compilar. Esto significa que, aunque el corazón de Coreboot es libre, algunos controladores de bajo nivel (como el microcódigo de la CPU, o firmware para ciertos chips gráficos y de red) suelen ser proporcionados solo como binarios propietarios por los fabricantes de hardware. Si necesitas una funcionalidad específica y solo existe en forma de blob, Coreboot te permite integrarla bajo tu propia responsabilidad.

Libreboot, sin embargo, tiene una postura mucho más estricta. No permite la inclusión de ningún componente binario cerrado en sus distribuciones. Esto implica que solo da soporte a hardware para el que existen controladores completamente libres o donde estos firmwares no son imprescindibles para su funcionamiento básico. Por este motivo, Libreboot soporta menos modelos de portátiles o placas base, pero a cambio garantiza una experiencia completamente libre, auditable y transparente.

Compatibilidad y soporte de hardware

La diferencia en la política de blobs repercute directamente en el número de dispositivos soportados. Coreboot tiene un abanico mucho más amplio: es compatible con una larga lista de placas base, ordenadores portátiles (incluso algunos relativamente modernos), servidores y dispositivos embebidos. Suele ser la opción idónea si buscas compatibilidad con hardware reciente, CPUs actuales o chipsets modernos que requieren blobs para funcionar a pleno rendimiento.

Por su parte, Libreboot da soporte principalmente a modelos más antiguos, tanto de Intel como de AMD, cuya inicialización no depende de blobs propietarios (o para los cuales se han desarrollado reemplazos libres). Esto hace que muchos de los modelos soportados sean de la época de los Core 2 Duo, algunas series ThinkPad antiguas y placas base selectas. Si ya cuentas con un portátil o sobremesa compatible, Libreboot te permite alargar su vida útil con firmware libre y seguro. Eso sí, si quieres usar hardware actual, probablemente tu única opción será Coreboot.

Actualizaciones y mantenimiento

Otro aspecto importante es la frecuencia y facilidad de las actualizaciones. Coreboot sigue un modelo de desarrollo rolling-release: su código cambia y mejora constantemente, publicando snapshots del repositorio cada cierto tiempo. Tiene una comunidad activa de desarrolladores y colaboradores de todo el mundo, por lo que suele incorporar rápidamente novedades, soporte para nuevos dispositivos y parches de seguridad.

Libreboot, en cambio, publica versiones estables cuando considera que los cambios son suficientemente relevantes. A menudo incorpora parches propios para garantizar estabilidad y facilidad de uso, y su enfoque está más orientado a los usuarios finales que buscan evitar la compilación manual. También facilita imágenes ROM listas para instalar, con instrucciones detalladas, y suele dar prioridad a la estabilidad y facilidad sobre la incorporación inmediata de nuevas funciones.

Microcódigo y seguridad

Uno de los asuntos más debatidos es el del microcódigo de la CPU, un pequeño firmware que el fabricante (Intel, AMD, etc.) puede actualizar para corregir errores o vulnerabilidades en el funcionamiento del procesador. El microcódigo existe en el propio chip, tanto si lo actualizamos como si no; lo que hacen los updates es ‘parchear’ el funcionamiento interno para corregir errores o añadir características (por ejemplo, soporte de virtualización o mitigaciones de seguridad).

En plataformas modernas, ignorar las actualizaciones de microcódigo supone un riesgo de seguridad porque deja expuesto el sistema a fallos o vulnerabilidades conocidas. Sin embargo, estos parches suelen distribuirse en forma de blobs, lo que plantea un dilema para quienes quieren evitar cualquier código cerrado en su máquina. Libreboot, fiel a su filosofía, no los incluye bajo ningún concepto, por lo que algunos fallos no podrán corregirse en hardware compatible solo con Libreboot. Coreboot deja la elección al usuario: puedes incluirlos si lo deseas, asumiendo el riesgo/recompensa según tu criterio.

En sistemas antiguos, como algunas ThinkPad X200 o series similares, la activación de ciertas funciones como la virtualización pueden depender de tener instalado el microcódigo correcto, algo que solo se puede conseguir con firmware capaz de cargar esos binarios. En estos casos, si instalas Libreboot, puede que algunas prestaciones avanzadas de hardware —como la virtualización IOMMU o la compatibilidad con determinados sistemas operativos— no estén disponibles. La postura política y técnica es clara: libertad vs. seguridad actualizada.

Facilidad de instalación y experiencia de usuario

Mucha gente se pregunta qué opción es más sencilla de instalar y mantener. Libreboot destaca porque elimina la mayor parte de la complejidad técnica: ofrece un sistema de compilación y configuración automatizado (lbmk), imágenes ROM precompiladas para hardware soportado, y una documentación extensa y enfocada a usuarios no expertos. El proceso está pensado para minimizar los errores y hacer accesible el firmware libre incluso a quienes no tienen conocimientos avanzados.

Coreboot, en cambio, sigue requiriendo habilidades técnicas importantes: deberás compilar el firmware para tu modelo exacto, seleccionar los blobs que quieras incluir (si es el caso), elegir el payload y ajustar manualmente los parámetros de configuración. Está enfocado principalmente a desarrolladores, hackers, makers y entusiastas del hardware. Si te motiva aprender y experimentar, es una opción muy poderosa pero que implica más riesgo y curva de aprendizaje.

Payloads y opciones de arranque

Ambos sistemas permiten elegir entre diferentes payloads o cargadores de arranque una vez se ha inicializado el hardware. GRUB y SeaBIOS son los más habituales en sistemas x86.

  • Libreboot generalmente incorpora GRUB y SeaBIOS para x86/x86_64, y U-Boot para ARM64. Permite seleccionar entre ellos al inicio y ofrece una experiencia similar a la que tendrías con un gestor de arranque tradicional.
  • Coreboot puede trabajar con muchos otros payloads, incluida la posibilidad de arrancar directamente un kernel de Linux o incluso OpenBSD. Esto le otorga muchísima flexibilidad en entornos personalizados o embebidos.

Limitaciones y aspectos prácticos

Algunas limitaciones son comunes a ambos sistemas, otras dependen de la elección entre Coreboot y Libreboot:

  • El soporte de RAM máxima y CPUs depende del hardware; ni Coreboot ni Libreboot pueden modificar estas limitaciones, ya que son físicas.
  • La ausencia de microcódigo actualizado puede limitar ciertas funciones, especialmente la virtualización y la mitigación de vulnerabilidades recientes.
  • Instalar estos sistemas puede anular la garantía y, si se hace mal, dejar inservible (o ‘brickeado’) el hardware. Es fundamental seguir las instrucciones al pie de la letra.
  • La mayoría de los usuarios que instalan Coreboot/Libreboot optan por Linux, pues el soporte de ACPI (necesario para Windows) es incompleto o insuficiente para un funcionamiento estable. Windows presenta más dificultades a causa de la implementación reducida de ACPI en Coreboot.
  • Las configuraciones del firmware no suelen ofrecer menús gráficos de BIOS como los tradicionales, por lo que ajustes avanzados requieren uso de la línea de comandos o recompilación.

Implicaciones de seguridad y libertad

Instalar firmware libre tiene ventajas muy claras en seguridad y control, dado que los firmware propietarios suelen incluir funciones de telemetría, puertas traseras o bugs voluntarios/involuntarios que escapan al control del usuario. En el mundo del software libre, los parches de seguridad y la revisión del código son públicos, por lo que se minimiza el riesgo de sorpresas desagradables.

Sin embargo, la libertad absoluta tiene un coste en funcionalidades y soporte. Puedes encontrarte con que tu hardware más nuevo no es soportado, que necesitas esforzarte más para instalar drivers, o que ciertas funcionalidades avanzadas (como virtualización por hardware, asignación avanzada de dispositivos PCI, mitigaciones para vulnerabilidades tipo Spectre/Meltdown) requieren blobs que Libreboot prohíbe y Coreboot deja como opción.

Comunidades y contribución

Ambos proyectos están abiertos a la contribución, ya sea en desarrollo, documentación, o soporte a otros usuarios. En Libreboot es especialmente sencillo colaborar en tareas de traducción, prueba de nuevas placas base o mantenimiento de la documentación. Sus páginas web y foros suelen estar bien organizados para recibir aportes incluso de novatos.

En Coreboot la entrada es algo más técnica, pero también puedes contribuir probando nuevas configuraciones, reportando bugs, publicando guías o ayudando a mantener listas de compatibilidad de hardware.

Resumen

En el fondo, la elección entre Coreboot y Libreboot es una cuestión de prioridades. ¿Prefieres sacrificar algunas prestaciones a cambio de confirmar que solo ejecutas software completamente abierto? Entonces Libreboot es para ti. ¿Valoras poder usar hardware moderno, disfrutar de todas las características, y puedes aceptar cierto nivel de código cerrado si es imprescindible? Tu mejor elección es Coreboot.

Para mucha gente, la decisión es también una declaración política frente a la industria tecnológica. El firmware libre es una herramienta de empoderamiento y resistencia ante fabricantes que imponen restricciones y hacen obsoleto el hardware a propósito. La libertad de usar, modificar, estudiar y compartir el software debería ser un derecho universal, y estas alternativas ayudan a acercarlo.

La elección entre Coreboot y Libreboot debe partir de tus necesidades, tu hardware y tu postura frente a la libertad del software y los blobs:

  • Libreboot está pensado para amantes del software libre que priorizan la seguridad, transparencia y control sobre su propia máquina, aunque eso implique usar hardware algo más antiguo. Es ideal para quienes desean un sistema completamente auditable, sin binarios cerrados ni puertas traseras, y no les importa renunciar a algunas prestaciones avanzadas o a la compatibilidad máxima.
  • Coreboot es la opción para quienes buscan compatibilidad actual, soporte de hardware moderno y flexibilidad total, aceptando pragmáticamente la inclusión de blobs si es necesario. Si te manejas bien con la compilación de software, la configuración avanzada y tienes interés en cacharrear, es la opción más poderosa y versátil.

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