ChatGPT Agent: el salto de OpenAI a los agentes autónomos para automatizar tareas complejas
La inteligencia artificial ha dejado atrás la era del simple asistente conversacional para transformarse en un agente capaz de llevar a cabo tareas elaboradas de principio a fin. OpenAI ha introducido en ChatGPT Agent, una función que impulsa la autonomía del chatbot y lo convierte en un trabajador virtual que no solo ofrece ideas o respuestas, sino que ejecuta acciones reales y automáticas a partir de órdenes en lenguaje natural.
Esta novedad representa un salto cualitativo en el uso cotidiano de la IA. Los usuarios ahora pueden delegar trabajos que antes exigían saltar entre múltiples aplicaciones o pestañas y dejar que el agente de ChatGPT gestione desde la recogida de datos hasta la entrega de resultados, todo sin salir del entorno de conversación.
ChatGPT Agent fusiona tecnologías previas como Operator y Deep Research
ChatGPT Agent fusiona tecnologías previas como Operator y Deep Research, permitiendo que el sistema combine la navegación web automatizada con la búsqueda, análisis y síntesis de información desde distintas fuentes. De este modo, el agente es capaz de acceder a sitios web, rellenar formularios, ejecutar comandos, utilizar conectores empresariales como Gmail o Google Drive, y generar archivos editables para su descarga.
Entre las funciones destacadas se incluyen la creación automática de presentaciones y hojas de cálculo, la preparación de informes personalizados, la compra o reserva de servicios en línea y la gestión de calendarios y correos electrónicos. Todo esto se realiza en un ordenador virtual temporal y seguro que OpenAI pone a disposición de cada tarea, eliminando el entorno una vez completada para reforzar la privacidad.
La interacción con el agente es fluida y bidireccional: el usuario puede interrumpir, modificar o autorizar cada acción relevante, especialmente en operaciones delicadas como compras o reservas. Antes de llevar a cabo acciones que puedan afectar a terceros o manejar datos confidenciales, el sistema solicita siempre una confirmación explícita, asegurando que el usuario mantenga el control.
En cuanto a aplicaciones prácticas, el agente ha sido sometido a pruebas que simulan tareas empresariales y personales, como la organización de eventos (bodas, viajes, reuniones), el análisis de grandes volúmenes de correos o mensajes para detectar tendencias y clientes potenciales, o la automatización de informes financieros y de experiencia de usuario. Según las evaluaciones internas de OpenAI, el agente ha llegado a superar a modelos anteriores y a analistas humanos en tareas como la edición de hojas de cálculo o la síntesis de datos, destacando por su rapidez y precisión.
OpenAI se esfuerza en que sea privado y seguro
En benchmarks como SpreadsheetBench o DSBench, el ChatGPT Agent ha duplicado e incluso multiplicado por más de dos el rendimiento de competidores como Copilot, y se ha posicionado en cabeza frente a humanos en algunos escenarios de análisis y modelado de datos.
Respecto a la seguridad y privacidad, OpenAI ha puesto especial esfuerzo en implementar salvaguardas adicionales. El agente solo ejecuta acciones sensibles tras la aprobación del usuario, y rechaza tareas que impliquen riesgos legales, financieros o personales graves. Los datos tratados en el ordenador virtual no se almacenan, y el historial puede ser borrado con un solo clic. Además, se han añadido mecanismos para detectar instrucciones maliciosas en sitios web y proteger así tanto al usuario como a la infraestructura.
A nivel estratégico, OpenAI ha optado por un sistema de abstracción total del navegador, ejecutando las maniobras en un entorno remoto que actúa como intermediario entre el usuario y la web, lo que lo diferencia de otros agentes IA que operan directamente dentro del navegador del cliente.
Ya en los planes Pro, Plus y Team
El acceso al ChatGPT Agent ya está habilitado para los usuarios de los planes Pro, Plus y Team, tanto en inglés como en otros idiomas, tras activarlo desde el menú de herramientas o escribiendo /agent en la conversación. Su lanzamiento en el Espacio Económico Europeo sigue pendiente por cuestiones regulatorias, aunque OpenAI prevé ampliarlo próximamente a empresas y centros educativos.
Con este movimiento, la compañía busca convertir la IA conversacional en una herramienta integral de productividad, capaz de automatizar procesos, asistir tanto en tareas simples como en operaciones complejas y transformar la manera en que los usuarios interactúan con la tecnología.
La irrupción del ChatGPT Agent marca un punto de inflexión claro: de los asistentes que solo responden pasamos a agentes que deciden, ejecutan y entregan resultados, todo bajo la supervisión del usuario y con protecciones reforzadas. Empresas y particulares podrán valorar hasta qué punto estas capacidades cambian realmente su día a día y si la confianza en la autonomía de la IA va creciendo con su evolución.