Microsoft imagina un Windows sin teclado para 2030. Nosotros no lo tenemos tan claro
A mucha gente le gusta lanzar predicciones. Hay analistas que aciertan, pero suelen ser los que están muy cerca de un tema. Luego hay otros que simplemente dicen cosas esperando que pasen, y no suelen pasar. En este segundo grupo creo que caerá David Weston, de Microsoft, que hace unas horas ha aparecido en un vídeo hablando de cómo se espera que sea Windows en 2030. Y es que lo que comenta parece poco probable.
Estamos en 2025, que a veces a muchos se nos olvida y creemos que estamos en 2019 o incluso más atrás en el tiempo. Lo digo porque eso nos deja menos de cinco años para ese 2030 que tanto tiene que cambiar. Weston asegura que en 2030 no serán necesarios los teclados en los sistemas operativos, y a mí se me ocurren varios escenarios en los que seguirán siendo necesarios.
Microsoft va un poco como gallo sin cabeza
Microsoft parece un poco perdida en la actualidad. Hace un tiempo se centraban en un sistema operativo que quisiera usar la mayoría, y eso estaba bien. Ahora se están volcando en la IA (Machine Learning, más bien), y están confundiendo a la gente más que otra cosa. Como ejemplo, su función Recall, una pesadilla para la privacidad. Y claro, como todo es IA, tienen que hablar de IA, y el futuro sólo se explica con IA.
Vamos a pensar en ese futuro sistema operativo en el que no sería necesario el teclado:
Imaginando algo muy futurista, sí, se podría navegar por Internet sin mayores problemas. Identificarnos en los diferentes servicios sería tan sencillo dejar que el equipo identificara nuestra cara o iris. Los clics podrían hacerse con la vista y los desplazamientos vertical y horizontal también. Cómodo y funcional.
Ahora bien, escribir textos con la voz a mí no me parece buena idea porque no siempre estamos solos. En ocasiones tenemos gente alrededor a la que no queremos molestar o que no queremos que se enteren de lo que escribimos. ¿Qué pasaría con la gente que usa su PC en el transporte público? Tampoco creo que fuera muy fácil usar aplicaciones de edición de vídeo y/o audio con la voz o la mirada, no tan pronto.
El teclado es indispensable para jugar
En el mundo de los videojuegos, hay dos tipos de gamers: el que prefiere consola y el que prefiere PC. Hay muchos en los dos bandos, pero yo he llegado a escuchar que el gamer de verdad prefiere PC. Y el que juega en ordenador, lo hace con un teclado. En una ocasión, uno preguntó en un grupo que cómo se juegan a los de disparos en primera persona con un mando, ya que a esa persona le gustaba usar ASDW para el desplazamiento horizontal y el ratón para el vertical. No hay manera posible, creo, de cambiar esto.
A no ser que…
Yo sí veo una posibilidad, y es que en futuro sea híbrido, como lo que ofrece el Matebook Fold de Huawei. Es decir, que sigan existiendo teclados aunque no sean físicos. Que un portátil tuviera la misma forma en V, fuera táctil y se pudiera usar con un teclado táctil. Ese mismo aparato vería doblado el tamaño de su pantalla si se quita el teclado y se pone en horizontal. Pero el teclado seguiría siendo opcional. Además, el precio de ese futuro equipo no puede superar los 3000€.
Y para otros usos, necesario, como el caso de los videojuegos. No se puede jugar igual sin botones físicos, y ese es uno de los motivos por el que no uso emuladores en mi teléfono móvil.
El futuro de Microsoft tendrá que esperar
Este tipo de predicciones no sirven de nada si no se concretan más. David Bowie predijo la música en streaming en 2002. Dependiendo de la fuente, dijo que sería algo así como «gratis y que los artistas ganarían más en conciertos y otras cosas» o que «pagaríamos como un servicio y la música fluiría». No describió la música en streaming como la conocemos, pero por poco. O Bill Gates, cuando dijo que el iPod desaparecería porque todo lo que hacía pasarían a hacerlo los teléfonos. Esta de Gates es más sencilla, pero válida.
Hablar de sistemas operativos sin teclado y decir que los usaremos con la voz es más bien algo probable (sin teclados físicos) a lo que se llegaría de una manera poco probable (la voz). Hablamos dentro de cuatro años y medio y vemos quién ha acertado.