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Nvidia rechaza de plano la existencia de puertas traseras en sus chips

Imagen genérica chips Nvidia

Durante las últimas semanas, una intensa controversia ha sacudido el sector tecnológico en torno a presuntos mecanismos ocultos que permitirían el control remoto de chips fabricados por Nvidia. Las dudas y sospechas, impulsadas tanto por legisladores estadounidenses como por autoridades chinas, han llevado a la compañía californiana a ofrecer aclaraciones contundentes.

El centro del debate gira en torno a si Nvidia ha incorporado puertas traseras, funciones de rastreo o incluso interruptores de apagado remoto en sus populares procesadores gráficos, especialmente en modelos destinados al mercado chino como los chips H20. Esta polémica surge en un clima internacional muy tenso, en el que la infraestructura digital y la seguridad nacional se han convertido en asuntos prioritarios para las principales potencias.

Posición firme: negación categórica por parte de Nvidia

Ante la presión política y mediática, Nvidia ha reiterado públicamente que no existe ningún tipo de puerta trasera ni mecanismos que permitan a terceros acceder o apagar sus chips a distancia. A través de un comunicado firmado por el Director de Seguridad de la compañía, David Reber Jr., la empresa acusa a quienes solicitan la implementación de apagados remotos o controles secretos en el hardware de estar exponiendo innecesariamente a sus sistemas a vulnerabilidades graves.

Según Reber Jr., la existencia de una puerta trasera, por más «buena» que se pretenda, representa siempre una brecha de seguridad crítica susceptible de ser explotada por cibercriminales. Por ello, la propuesta de un «kill switch» o interruptor de la muerte para controlar los chips desde la distancia es calificada como «una invitación abierta al desastre».

El mensaje de Nvidia busca tranquilizar tanto a los usuarios como a los posibles compradores institucionales, subrayando que la seguridad de sus productos es prioritaria y que nunca darán acceso remoto a ninguna entidad o gobierno externo.

Presión desde Washington y preocupación en Pekín

La polémica no surge en el vacío, sino que está alimentada por el debate político en Estados Unidos, donde un sector del Congreso impulsa propuestas como la «Chip Security Act». Esta ley pretende obligar a los fabricantes de hardware a incluir sistemas de rastreo y la posibilidad de desactivar de manera remota los chips que sean exportados, especialmente a países considerados de riesgo.

Simultáneamente, funcionarios chinos han puesto el foco en las GPU de Nvidia comercializadas en su territorio, exigiendo explicaciones y pruebas a raíz de supuestas vulnerabilidades y posibles funciones ocultas de rastreo y apagado remoto. La Administración del Ciberespacio de China formalizó su preocupación convocando a Nvidia para pedir información detallada sobre el funcionamiento de sus chips H20.

Por su parte, la compañía estadounidense se mantiene en su postura: «Nvidia no pone ‘puertas traseras’ en sus chips», defendiendo que cualquier afirmación contraria carece de pruebas y responde más a intereses políticos que a hechos técnicos demostrados.

Rumores, acusaciones y la batalla por el mercado de IA

La controversia se intensifica a medida que China acelera el desarrollo de alternativas propias para reducir su dependencia del hardware estadounidense. Empresas como Huawei intentan consolidar su posición, mientras Nvidia trata de no quedar desplazada en el gigante asiático, que representa uno de los mayores mercados globales para chips avanzados.

Algunas informaciones, no confirmadas oficialmente, afirman que expertos estadounidenses habrían identificado capacidades avanzadas de rastreo y apagado en chips de Nvidia. Sin embargo, ni Pekín ni Washington han publicado pruebas verificables sobre la real existencia de esas supuestas puertas traseras.

Nvidia insiste en que la comparación con funciones como «encontrar mi móvil» o el borrado remoto en dispositivos personales no es aplicable a chips de alto rendimiento. Desde su punto de vista, introducir intencionadamente un defecto permanente en el hardware pondría en jaque toda la confianza internacional en la tecnología norteamericana.

El futuro del hardware y la confianza internacional

En medio de este pulso político y comercial, ambos bloques parecen emplear la seguridad de los chips como instrumento de presión, no solo para proteger su infraestructura, sino también para inclinar la balanza de la competencia tecnológica mundial. Cualquier movimiento en falso, como la obligación de implantar controles de apagado remoto, podría acelerar el desarrollo de alternativas locales y marginar a proveedores como Nvidia del escenario global.

Por ahora, no existen pruebas públicas concluyentes que respalden las acusaciones de puertas traseras o control remoto en los chips de Nvidia. La empresa mantiene su palabra y reitera su compromiso con la seguridad y la privacidad de sus clientes, mientras los gobiernos y usuarios de todo el mundo observan con lupa cualquier indicio de vulnerabilidad.

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