BoxBuddy vs DistroShelf: comparación completa y guía práctica entre estos dos gestores de Distrobox
Si estás eligiendo entre BoxBuddy y DistroShelf para gestionar Distrobox, aquí vas a encontrar una comparativa sin humo y con pasos reales. Te cuento qué hace cada uno, cómo se instalan, dónde brillan y dónde cojean, y qué debes tener en cuenta para que todo funcione fino desde el primer momento.
La gracia de estas interfaces es acercar Distrobox a un uso diario sin perder aislamiento y orden, integrando aplicaciones de otras distribuciones en tu escritorio como si fueran nativas, pero manteniendo tu sistema anfitrión limpio y sin sorpresas.
Qué son Distrobox, BoxBuddy y DistroShelf
Distrobox es la base: crea contenedores de múltiples distribuciones Linux integrados con tu sistema, de forma que puedes ejecutar software de otras distros sin máquinas virtuales pesadas ni instalaciones en bare-metal.
BoxBuddy es una interfaz gráfica para Distrobox que simplifica tareas comunes, como crear contenedores, entrar en ellos, actualizarlos o exportar aplicaciones. Importante: no incluye Distrobox; debes tenerlo instalado previamente en tu sistema.
DistroShelf es otra interfaz gráfica enfocada a gestionar Distrobox con una UI moderna (GTK 4 y libadwaita), con funciones para crear y administrar contenedores, ver estado y detalles, instalar paquetes, gestionar apps exportadas, abrir terminales, actualizar, clonar y borrar contenedores. Está en AUR y en nixpkgs-unstable, permite elegir tu emulador de terminal preferido desde Preferencias y es software libre con licencia GPL-3.0-or-later.
Requisitos previos y compatibilidad
Antes de lanzarte, asegúrate de cumplir con lo básico: Distrobox instalado y configurado, GTK 4 y libadwaita (para DistroShelf) y un emulador de terminal compatible.
Emuladores de terminal compatibles habituales: GNOME Terminal, Konsole, Xfce Terminal, Tilix, Alacritty y más; en DistroShelf puedes definir el que prefieras desde Preferencias.
Instalación de Distrobox y BoxBuddy (ejemplo real en openSUSE)
Instalar Distrobox es directo desde el gestor de paquetes, por ejemplo con el comando para openSUSE: sudo zypper install distrobox
.
BoxBuddy se distribuye como Flatpak, así que conviene comprobar que Flathub está configurado (guía oficial en docs.flathub.org) y luego instalar: flatpak install flathub io.github.dvlv.boxbuddyrs
Permisos de BoxBuddy: para que vea y manipule tus contenedores y archivos de usuario, ajusta permisos desde la configuración del escritorio (en Plasma) o con Flatseal, otorgando acceso a tu directorio personal.
Si vas a usar Docker como backend, añade tu usuario al grupo docker y habilita el servicio, con algo como: sudo usermod -aG docker $USER
, sudo systemctl start docker
y sudo systemctl enable docker
; después, reinicia para que los permisos surtan efecto.
Aunque BoxBuddy no es imprescindible para usar Distrobox, en la práctica hace que crear, gestionar y entrar en contenedores sea mucho más cómodo.
Instalación y compilación de DistroShelf
En Arch/derivadas puedes tirar del AUR (distroshelf), y en Nix puedes usar el paquete de nixpkgs-unstable; si compilas desde código fuente, el flujo clásico sería clonar el repositorio y construir/instalar con las herramientas indicadas en su README.
Tras la instalación, abre DistroShelf y ajusta el emulador de terminal que vas a usar, ya que soporta GNOME Terminal, Konsole, Xfce Terminal, Tilix, Alacritty y otros, todo desde su cuadro de Preferencias.
Crear contenedores con BoxBuddy (y equivalentes en DistroShelf)
La creación de contenedores en BoxBuddy es tan simple como pulsar el botón “+” y elegir la distribución, con opciones como activar un sistema init si lo necesitas y decidir si usas tu directorio home por defecto o uno específico para ese contenedor.
Ejemplo real: crear un contenedor Kali Linux para tener a mano sus herramientas de seguridad sin levantar una VM ni dedicarle una máquina. Puedes dejar el campo de home vacío para que use tu home del host (o definir uno alternativo si buscas mayor separación).
DistroShelf ofrece un flujo parecido: elegir distro, nombre y parámetros del contenedor, gestionando además estados, clones y borrado desde su interfaz con un vistazo.
Entrar en el contenedor: un clic o terminal
Desde BoxBuddy puedes abrir una terminal dentro del contenedor con un botón, o hacerlo a la clásica con distrobox enter NOMBRE
(por ejemplo, distrobox enter Kali
).
En el primer acceso, se te pedirá definir contraseña de usuario en el contenedor, y verás mensajes de bienvenida o recomendaciones de la distribución invitada; a partir de ahí, ya estás dentro operando con su gestor de paquetes nativo.
Actualizar contenedores y paquetes
BoxBuddy facilita la actualización con su opción “Upgrade Box” que abre una terminal y solicita tu contraseña para continuar, ejecutando el proceso con el gestor de paquetes de la distro del contenedor.
También puedes actualizar todos tus contenedores desde terminal con las utilidades de Distrobox, siguiendo la documentación de uso para upgrades y mantenimiento.
En el caso de Kali dentro de Distrobox, un flujo típico sería actualizar y luego instalar metapaquetes, por ejemplo kali-linux-default para el set estándar, kali-tools-vulnerability para evaluación de vulnerabilidades y kali-tools-reporting para herramientas de reporting.
La experiencia es muy cercana a estar en esa distro “de verdad”, con su gestor de paquetes y repositorios, pero con la integración de Distrobox que hace que se sienta nativa en tu sesión del host.
Exportar aplicaciones al menú del sistema
Una de las funciones más potentes es exportar apps del contenedor al menú de aplicaciones del host, ejecutándolas como si fueran nativas. Cuando la UI falla o tiene permisos insuficientes, el terminal te salva la papeleta.
Comando básico de exportación: distrobox-export --app xhydra
(sustituye xhydra por la app que quieras); si todo va bien, Distrobox te indica que la aplicación se ha exportado y aparecerá en tu lanzador en unos segundos.
Para desexportar (eliminar del menú), añade la opción de borrado, con distrobox-export --app xhydra --delete
; así limpias la entrada cuando ya no la necesitas.
Nota sobre BoxBuddy: la vista “Ver aplicaciones” puede no listar apps por un tema de permisos; si te pasa, revisa Flatseal o permisos de archivos, o tira de los comandos anteriores mientras ajustas la configuración.
Clonar y borrar contenedores
En DistroShelf tienes una opción clara para clonar contenedores y otra para borrarlos, ideal para probar variaciones de entorno sin partir de cero o para limpiar lo que ya no usas.
En BoxBuddy, borrar un contenedor es un par de clics con confirmación, y en terminal la orden directa es distrobox-rm NOMBRE
(por ejemplo, distrobox-rm Kali
).
Recuerda que puedes listar tus contenedores con las utilidades de Distrobox, que además muestran de forma muy visual cuáles están corriendo en ese momento.
Comparativa: BoxBuddy vs. DistroShelf
- Experiencia de usuario: BoxBuddy apuesta por la sencillez extrema para las tareas más habituales; DistroShelf, con GTK 4/libadwaita, añade vistas de estado más ricas y controles para clonado y gestión avanzada desde la UI.
- Gestión de apps exportadas: ambas lo contemplan, pero si BoxBuddy no lista aplicaciones por permisos, el terminal es tu aliado; DistroShelf incorpora un panel para gestionar exportaciones de forma directa cuando todo está correctamente configurado.
- Integración con terminales: DistroShelf permite elegir explícitamente el emulador (GNOME Terminal, Konsole, Xfce Terminal, Tilix, Alacritty, y más); BoxBuddy funciona bien con los terminales populares, aunque no presume tanto de esta selección en su UI.
- Instalación y disponibilidad: BoxBuddy brilla por su disponibilidad en Flathub como Flatpak (io.github.dvlv.boxbuddyrs), mientras que DistroShelf resulta cómodo para usuarios de Arch (AUR) y Nix (nixpkgs-unstable), con opción de compilar desde fuente.
- Potencia vs. simplicidad: si quieres un “ir al grano” para crear, entrar y actualizar contenedores, BoxBuddy cumple; si te atrae ver estados, clonar, y un panel más completo desde la GUI, DistroShelf te puede encajar mejor.
Buenas prácticas y trucos útiles
Aislar apps “raras” en contenedores te simplifica las actualizaciones del host, evitando añadir decenas de repositorios de terceros a tu distro principal y reduciendo tiempos y riesgos en cada update.
Exporta solo lo que uses de verdad, así no saturas el menú con entradas que no necesitas y mantienes clara la separación entre lo productivo y lo experimental.
Valora usar un home dedicado por contenedor si necesitas estanqueidad, especialmente si vas a trastear con herramientas de pentesting o versiones de librerías que no quieres tener mezcladas con tu usuario del host.
Si usas Docker como backend, no olvides el grupo docker y reiniciar, porque los permisos no siempre se aplican con solo cerrar sesión; un reboot evita dolores de cabeza posteriores.
Para listas y estados, el comando de Distrobox que muestra contenedores activos es oro, ya que a golpe de vista ves qué está en marcha y qué no, algo muy útil cuando gestionas varios entornos.
Limitaciones y pequeños “peros” detectados
Listados de apps en BoxBuddy que no aparecen suelen ser tema de permisos, y se arreglan ajustando acceso a archivos del usuario o revisando permisos de Flatpak con Flatseal.
El histórico de Bash dentro del contenedor puede no persistir como esperas, lo que te obliga a memorizar comandos o a ajustar configuración de shell si quieres un historial más consistente.
Los metapaquetes (como en Kali) instalan mucho de golpe y a veces cuesta ver qué ha entrado, así que conviene consultar la documentación de metapaquetes para saber exactamente qué herramientas se han añadido.
Flujos de trabajo recomendados con Kali en Distrobox
Actualiza primero y luego instala el metapaquete base (kali-linux-default), y añade después grupos como kali-tools-vulnerability o kali-tools-reporting según tu caso de uso.
Exporta a tu menú solo las herramientas que abras a menudo, por ejemplo un escáner o un GUI concreto, y deja el resto accesible desde terminal para no llenar el lanzador.
Si notas comportamientos extraños en integración gráfica, revisa variables de entorno del contenedor y las opciones de Distrobox para mejorar la integración con el host.
Privacidad, banners y señales de comunidad
Parte del contenido en la red incluye avisos de cookies y privacidad muy intrusivos, típicos de plataformas como Reddit, que detallan uso de cookies, personalización y medición de anuncios.
También verás hilos o entradas con contadores de “Likes” y secciones de comentarios vacías, señales de que hay interés, pero no siempre contenido técnico profundo; eso refuerza el valor de una guía sólida y centralizada.
Cuándo elegir BoxBuddy o DistroShelf
- Elige BoxBuddy si quieres una interfaz directa, disponible vía Flathub y con las tareas esenciales a un clic, perfecta para crear contenedores, entrar, actualizar y exportar sin complicarte.
- Elige DistroShelf si prefieres una UI más completa donde ver estado, clonar y gestionar exportaciones con detalle, y te mueves bien con entornos GTK 4/libadwaita y ecosistemas como AUR o Nix.
En ambos casos, Distrobox es el protagonista y la diferencia está en el “envoltorio”, por lo que la decisión depende del flujo de trabajo y de cómo te guste gestionar tus entornos.
Recursos útiles y enlaces de referencia
- Guía rápida de Distrobox: la documentación oficial de quick-start explica la creación y entrada a contenedores paso a paso.
- Uso de upgrades en Distrobox: hay una sección específica en la documentación para actualizar contenedores y mantenerlos al día.
- BoxBuddy en Flathub y su repositorio: encontrarás el identificador io.github.dvlv.boxbuddyrs y las instrucciones de instalación/permiso correspondientes.
- DistroShelf en AUR y nixpkgs-unstable: útil si eres usuario de Arch o Nix, con notas sobre dependencias (GTK 4, libadwaita) y terminales soportados.
- Herramientas complementarias: Flatseal para permisos de Flatpak, gestores de paquetes de cada distro invitada, y utilidades del sistema para habilitar Docker si lo usas de backend.
- Si buscas centralizar herramientas muy específicas (como utilidades para calculadoras TI o similares), plantéate aislarlas en su propio contenedor y exportar solo el ejecutable que uses, ganando limpieza y control.
Al final, la combinación Distrobox + una buena GUI multiplica la flexibilidad de tu escritorio, permitiéndote probar, trabajar y actualizar sin ensuciar tu distro base y con todo a mano cuando lo necesitas.