Fin de soporte de las ediciones clásicas de Office: qué hacer antes del 14 de octubre
La cuenta atrás ya está en marcha: el 14 de octubre marca el punto y final del soporte para las ediciones clásicas de la suite ofimática de Microsoft que aún siguen instaladas en millones de equipos. A partir de esa fecha, quienes continúen utilizándolas lo harán sin parches de seguridad ni ayuda oficial, con el consiguiente aumento de exposición ante fallos y vulnerabilidades.
Esto no significa que dejen de funcionar de la noche a la mañana; seguirán abriendo documentos y hojas de cálculo con normalidad, pero sin actualizaciones, correcciones de errores ni soporte técnico. La compañía redobla su apuesta por Microsoft 365 como camino preferente, mientras que para entornos que necesiten instalación local ofrece la vía de Office LTSC 2024.
Qué cambia el 14 de octubre
Desde ese día, las suites afectadas dejarán de recibir parches de seguridad, fixes y asistencia. El alcance incluye tanto el conjunto completo como sus aplicaciones individuales: Word, Excel, PowerPoint, Outlook, Publisher u OneNote, además de componentes como Visio y Project en sus ediciones correspondientes, y existen alternativas como SoftMaker FreeOffice.
La fecha también encaja con el final de ciclo de otros productos de la casa. En el ámbito servidor, Exchange Server (2016 y 2019) y Skype for Business Server (2015 y 2019) entran en fase de retirada. Para estos, Microsoft contempló programas de actualizaciones de seguridad extendidas (ESU) de forma acotada; sin embargo, para las ediciones de escritorio de Office no hay prórrogas previstas.
A efectos prácticos, el software seguirá arrancando, pero cualquier vulnerabilidad descubierta tras la fecha quedará sin parche oficial y los incidentes de estabilidad no contarán con resolución de soporte de Microsoft. En entornos regulados o que deban pasar auditorías, este cambio puede tener implicaciones de cumplimiento.
Impacto en Windows 10 y compatibilidad
El mismo día también concluye el soporte de Windows 10. Para organizaciones que necesiten algo de margen, Microsoft ofrece tres años adicionales de seguridad mediante ESU (con coste anual creciente). Este detalle es clave al planificar la convivencia entre sistema y aplicaciones.
En particular, la compañía ha indicado que Microsoft 365 Apps no estará soportado en Windows 10 tras su fin de soporte, salvo en equipos acogidos al programa ESU. Si vas a mantener Windows 10 durante la transición, conviene confirmar esta condición antes de desplegar cambios a gran escala.
Existe además una salvedad de plataforma: en el ecosistema Windows ARM, la edición local de Office queda alineada con Windows 11, por lo que conviene verificar compatibilidades antes de decidir el itinerario de actualización.
Opciones de migración recomendadas
La vía preferente de Redmond es el salto a Microsoft 365, aunque para quienes prefieran alternativas locales existen opciones como FreeOffice. Entre sus ventajas, las apps se actualizan automáticamente, incorporan funciones avanzadas (incluida la IA de Copilot) y pueden instalarse en hasta cinco PC, cinco tabletas y cinco móviles por usuario, favoreciendo el trabajo híbrido.
El empuje a la nube viene acompañado de cambios de experiencia: Microsoft ha probado configuraciones que guardan por defecto en OneDrive los documentos creados en Word, con la intención de extenderlo a Excel y PowerPoint, para reducir pérdidas de datos y facilitar el acceso desde cualquier dispositivo.
Para quienes necesiten permanecer on‑premises, la alternativa es Office LTSC 2024, enfocada a entornos con requisitos de estabilidad, control o desconexión. Mantiene instalación local y un ciclo de soporte definido (previsto hasta octubre de 2029 en sus ediciones), a cambio de renunciar a parte de las capacidades colaborativas y de IA de la nube. También es posible desplegar soluciones como LibreOffice Online.
En cuanto a costes de referencia, en España los planes empresariales de Microsoft 365 arrancan alrededor de 6,72 € por usuario/mes (sin impuestos), mientras que el plan Personal para particulares ronda los 10 € mensuales o 99 € al año. Cada organización deberá valorar precios, requisitos y plazos de adopción.
Riesgos de seguir como hasta ahora y buenas prácticas
Continuar con las ediciones clásicas tras la fecha es posible, pero supone asumir riesgos crecientes: exposición a nuevas vulnerabilidades sin parche, compatibilidad decreciente con servicios y estándares recientes, e impactos potenciales en cumplimiento normativo. Como alternativa de software soportado existen versiones estables como la nueva versión de LibreOffice.
Algunas empresas de terceros ofrecen soluciones de mitigación o parches no oficiales para mantener versiones antiguas, si bien conviene evaluar con lupa sus implicaciones técnicas, legales y de soporte. En entornos críticos, lo recomendable es transitar a plataformas soportadas.
Pasos concretos para preparar la transición
Empieza por el inventario: verifica qué edición y canal tienes instalado abriendo Word o Excel y yendo a Archivo > Cuenta (o Ayuda). Ese dato te dirá desde qué punto partes y qué rutas de actualización están disponibles.
Define un plan por fases: separa equipos críticos, valida complementos, macros y soluciones a medida, y decide quién migra a Microsoft 365 y quién necesita Office LTSC 2024. Incluye pruebas piloto, ventanas de despliegue y un plan de reversión, y consulta la nueva versión de LibreOffice.
No olvides el sistema: si mantienes Windows 10, evalúa la contratación de ESU o fija un calendario para actualizar a Windows 11. La compatibilidad entre sistema y aplicaciones (especialmente Microsoft 365 Apps) depende de ello.
Refuerza la protección: activa autenticación multifactor en Microsoft 365, revisa políticas de almacenamiento y retención, y establece copias de seguridad externas. La seguridad operacional también pasa por formación y controles básicos de acceso.
Con el horizonte del 14 de octubre ya a la vista, la prioridad es anticiparse: inventariar, elegir destino (nube o local), coordinar el sistema operativo y reservar recursos para llegar a la fecha con todo planificado y sin sobresaltos.