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Cómo seguir usando Windows 10 gratis y seguro con una cuenta Microsoft

Windows 10 ESU con cuenta Microsoft

La cuenta atrás para el final del soporte de Windows 10 ya está en marcha y muchos equipos quedarán sin parches regulares. Para quienes no pueden o no quieren saltar a Windows 11, hay una vía para seguir protegidos sin pagar en Europa: activar las Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU) usando una cuenta de Microsoft.

Esa opción gratuita no es automática: exige un requisito concreto y periódico. Microsoft ha confirmado que, para mantener el acceso a las ESU sin coste en el Espacio Económico Europeo, hay que iniciar sesión con la cuenta Microsoft al menos una vez cada 60 días.

Qué cambia a partir de ahora

El soporte estándar de Windows 10 termina el 14 de octubre de 2025. Desde ese momento, el sistema no recibirá correcciones habituales, pero con ESU los usuarios del EEE tendrán hasta el 13 de octubre de 2026 de parches críticos e importantes. Es una prórroga de seguridad, no un nuevo ciclo de vida, y se limita a actualizaciones de seguridad.

El requisito clave: usar un email de Microsoft

Para acogerse a la ESU gratuita en Europa, el PC debe vincularse a una cuenta Microsoft (MSA) y esa sesión debe usarse de forma recurrente. No basta con un inicio puntual: si pasan 60 días sin usar la MSA en el equipo, las ESU se suspenden hasta que vuelvas a cumplir el requisito.

La compañía realizará comprobaciones periódicas para verificar que esa cuenta permanece activa en el dispositivo. Esto evita activar las ESU y luego operar indefinidamente con una cuenta local sin interacción con la MSA, un enfoque que ya ha sido desmentido por Microsoft.

Hay diferencias regionales relevantes: en el EEE se exige vincular e iniciar sesión con la MSA, pero no se pide sincronizar con la nube. En Estados Unidos, el acceso gratuito no aplica y el proceso puede requerir acciones adicionales como copias de seguridad en OneDrive o recurrir a la opción de pago.

Cómo activar las ESU gratuitas paso a paso

El alta se realiza desde el propio sistema. Si no tienes MSA, créala; después abre Configuración > Windows Update y busca la invitación al programa. Al aparecer el aviso, pulsa Participar ahora e inicia sesión con tu cuenta Microsoft siguiendo el asistente.

En equipos gestionados por TI (por ejemplo, unidos a dominio/Entra ID o con MDM), conviene validar antes que la sesión con MSA no choca con las políticas de la organización. Lo más sensato es un piloto en un grupo reducido de PCs y, si todo encaja, extenderlo gradualmente.

Qué cubren (y qué no) las ESU

Las ESU entregan parches de seguridad críticos e importantes. No traen nuevas funciones, cambios de interfaz ni soporte técnico. Sirven como red para contener riesgos mientras se planifica la migración o se decide la renovación del hardware.

Tampoco garantizan compatibilidad con todas las herramientas del ecosistema. El software de terceros (antivirus, EDR, suites, drivers) puede marcar su propio calendario de soporte y dejar de certificar Windows 10 aunque éste reciba ESU.

Quién puede acogerse

La gratuidad aplica en el Espacio Económico Europeo (España, resto de la UE y países como Islandia, Liechtenstein y Noruega). Fuera del EEE, el acceso a ESU pasa por la modalidad de pago anual o por alternativas que Microsoft habilite en cada región.

Qué pasa si pasan más de 60 días

Si el sistema detecta que no se ha iniciado sesión con tu MSA en ese plazo, las actualizaciones se suspenden. No es el fin: puedes volver a inscribirte repitiendo el proceso desde Windows Update con la misma cuenta Microsoft para reactivar los parches.

En regiones sin ESU gratuitas, la opción es la licencia de pago (históricamente alrededor de 30 dólares por año) o el salto a Windows 11 o migrar a Linux si el hardware lo permite. Las condiciones pueden variar por mercado y canal, por lo que merece la pena revisar la información local.

Por qué se ofrece gratis en Europa

El movimiento encaja con las exigencias regulatorias europeas y la presión de asociaciones de consumidores. Organizaciones como Euroconsumers o el colectivo francés HOP han señalado la necesidad de garantizar parches sin trabas excesivas, invocando marcos como la Ley de Mercados Digitales (DMA) para evitar bloqueos o ataduras innecesarias al ecosistema de la compañía.

Para Microsoft, esta fórmula permite acompañar una transición compleja sin dejar desprotegido a un parque aún enorme de Windows 10, a la vez que vincula el servicio a una identidad de usuario con controles periódicos.

Consejos prácticos mientras sigues en Windows 10

Con ESU o sin ellas, conviene extremar las precauciones. Mantener el equipo al día y adoptar buenas prácticas ayuda a reducir la superficie de ataque, especialmente cuando el sistema entra en fase de fin de vida.

  • Revisa Windows Update con frecuencia y confirma que las ESU están activas.
  • Evita instalar software fuera de canales fiables y desinstala programas obsoletos.
  • Refuerza la autenticación con un gestor de contraseñas y verificación en dos pasos.
  • Segmenta el uso: para tareas sensibles, limita apps y navegación a sitios de confianza.
  • Si administras varios equipos, crea un calendario de verificación para el requisito de los 60 días.

Si tu flujo de trabajo depende de periféricos o software antiguos, valora aislar el equipo en red, virtualizar cargas o probar sistemas como WindowsFX, o planificar la renovación con tiempo. Todo suma para reducir el riesgo mientras llega la migración definitiva.

Quien quiera mantenerse en Windows 10 con la máxima tranquilidad en Europa tiene un camino claro: activar ESU, iniciar sesión con su cuenta Microsoft y repetir ese uso cada 60 días. Es una prórroga acotada, centrada en la seguridad, que ayuda a ganar tiempo sin quedarse desprotegido ni pasar por caja en el EEE.

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