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«Gente corriente» y los servicios por suscripción: se pasan porque se lo permitimos

Gente corriente y servicios por suscripción

Hace unos años, cuando querías algo lo comprabas y usabas. Si era un programa muy potente, pagabas mucho dinero por él, pero era para ti para siempre. Hoy en día todo son servicios por suscripción, y el hecho es que se están pasando mucho con los precios. Lo más reciente nos llega de la mano de Microsoft, quien ha subido el precio de su Game Pass en hasta el 50%. Intentan justificar la subida, pero no creo que convenzan a muchos. Que sigan pasando por el aro y pagando a regañadientes es otro tema.

Este artículo va a tratar ese tema, y en parte lo escribo para expresar lo que siento sobre él. Para apoyar mi opinión, hablaré del episodio «Gente corriente» de la séptima temporada de Black Mirror, una serie que nos planta frente a un espejo oscuro que refleja partes malas de la sociedad actual. Cuidado si no lo habéis visto, porque se va a explicar prácticamente toda su trama.

Gente corriente, 7×1 de Black Mirror: los servicios por suscripción, la dependencia y el abuso

Para muchos, el primer episodio de la séptima temporada de Black Mirror es el mejor. Si no, de los mejores de toda la serie. Trata de un matrimonio normal, en el que ella tiene un problema serio de salud en el cerebro — si no recuerdo mal, ya que todo lo diré de memoria. Cuando van al médico, se les propone una solución: la parte el cerebro afectada sería sustituida por una especie de copia tecnológica, y, según aseguran, todo será muy normal. La solución tiene un precio, digamos X, y ese precio es asumible.

Poco después, la mujer, ya con el implante, empieza a decir cosas raras. Tiene como ausencias, y en esos momentos dice eslóganes publicitarios. Cuando consultan, la explicación es que es normal, que es publicidad. El plan que habían empezado a pagar ahora es el «plan con publicidad», y se ofrece uno que es el «estándar» que no la tiene. Claro está, por un precio de X + Y.

Bueno, no recuerdo todos los detalles, pero sí que el marido, que quiere lo mejor para su mujer, tiene que hacer horas extra de trabajo, y se tortura en vivo para conseguir dinero. Pide un préstamo y todo para conseguirle a su mujer una experiencia «Premium» durante 12 horas — con precio X + Y + Z–, pero no lo pueden mantener. Tendré que ver el episodio otra vez, porque sí recuerdo que al final debe dejarla morir, pero no estoy seguro de si él termina quitándose la vida — ya dije que lo diría de memoria.

¿Nos suena algo de ese episodio?

Lo gracioso de ese episodio es que se emite en Netflix, y es una crítica a Netflix y otros servicios de suscripción similares. ¿Por qué lo hacen? Porque permitimos que nos creen una necesidad y luego, cuando suben los precios, seguimos pagando religiosamente.

El caso menos llamativo es el de la música en Streaming. Empezaron todos a 9.99€/mes, o así los conocí yo, pero ya estamos en 10.99 u 11.99. Spotify ofrecía calidad normal, pero el mes pasado añadieron la opción sin pérdida y subieron el precio un euro más. De momento, Apple Music ofrece esa calidad por 10.99, pero veremos si sigue siendo así siempre o aplican otra subida.

Los servicios de vídeo son los que, en mi opinión, se pasan más. Uno puede pensar «a ver, que no son tan caros», pero yo creo que se equivoca. Unos 10€ al mes por un servicio que no lo tiene todo, como los de música, es un pico. Porque para verlo todo de manera legal hay que pagar Netflix, Disney+, HBO y alguno más, con lo que la factura sube a 40€ o más. Y si quieres todas las opciones y calidades… ni lo sé porque no me interesa.

Servicios por suscripción al fútbol

Capítulo aparte se merecen los servicios por suscripción al fútbol. Se dice que «tito Floren» pagó 10.000M de pesetas (60M/€) por Figo, cuando poco antes se habían pagado 4.000M por Rivaldo y un año antes 2.500M (15M/€) por Ronaldo (Nazario), que ya era una barbaridad. El aquellos tiempos ganaban todos dinero y estaban bien, e incluso se veía el mejor partido de la jornada en abierto. Hace años se pagaron 222M/€ por Neymar, y claro, hay que sacar dinero como sea.

Actualmente, en España no se puede ver tofo el fútbol sin tenerlo contratado con una fusión, lo que sube a unos 100€ al mes. Y todo eso para que los Mbappé o Yamal de turno puedan llegar a fin de mes, que con unos 20 millones por temporada no tienen suficiente. Y cuidado con lo que haces que Tebas se enfada y te empapela.

Lo de Game Pass ya es el «acabose»

Lo de Game Pass ya es el colmo. ¿30€/mes por jugar? ¿360€ al año? Imagino que habrá gente que lo pague sin vacilar, pero para amortizarlo tienes que estar todo el día con el mando en la mano; no me lo explico de otra manera. Y es que pagando eso no tienes los juegos en propiedad. Cuando quieran le dan al botón y ya no tienes nada.

Hasta que digamos «basta»… si lo decimos

Lo hacen porque se lo permitimos, pero siempre podemos decir «basta». Yo pago música en streaming desde hace 10 años, siempre mirando cómo están los precios. La subida de 1€, 0,83 si pagas el año, no me hizo mucha gracia, pero yo sí que estoy todo el día con música, haga lo que haga.

En la música, momento después de darle a añadir a la biblioteca, me bajo la música y la tengo en un disco duro. Si en un futuro me suben el precio dos o tres euros más, me doy de baja y empiezo a escucharla offline, y también en YouTube, por lo menos cuando no necesita la mejor de las calidades.

Se pasan mucho, pero no lo harían si no pasáramos por el aro. Que, a diferencia del episodio de Black Mirror, estos servicios por suscripción no nos van a salvar la vida. Ya está bien de dejarnos mangonear.

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