Adobe y Microsoft dan marcha atrás con medidas anti privacidad
Groucho Marx dijo alguna vez «Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo estos otros». Ahora que Adobe y Microsoft dan marcha atrás con políticas que vulneraban la privacidad de los usuarios, podemos decir que ambas compañías son marxistas.
Por supuesto, que no lo hicieron por convencimiento. Fue la fuerte oposición de los usuarios y, sobre todo la existencia de alternativas lo que motivó el cambio.
Adobe y Microsoft dan marcha atrás
Dado que de Microsoft ya hablamos bastante en esto blog vamos a empezar por la gente de Adobe.
Lo tuyo es mío y lo mío es mío
La semana pasada, los usuarios de la suite ofimática de Adobe se encontraron con que si querían usar las aplicaciones o desinstalarlas debían aceptar nuevas condiciones de uso. Entre ellas:
Con el fin exclusivo de operar o mejorar los Servicios y el Software, usted concede una licencia no exclusiva, global, libre de derechos y sublicenciable para utilizar, reproducir, exhibir públicamente, distribuir, modificar, crear obras derivadas, ejecutar públicamente y traducir el contenido. Por ejemplo, podemos sublicenciar nuestros derechos sobre el contenido a proveedores de servicios o a otros usuarios para facilitar la operatividad de los Servicios y el Software con terceros, como compartir fotografías.
Ante la generalizada protesta de muchos usuarios, al día siguiente la empresa «clarificó» los términos:
Esta política ha estado vigente durante muchos años. En línea con nuestro compromiso de transparencia hacia nuestros clientes, a principios de este año añadimos ejemplos ilustrativos a nuestros Términos de Uso que explican cuándo puede Adobe acceder al contenido de los usuarios. Adobe accede al contenido por diversas razones, incluida la posibilidad de ofrecer algunas de nuestras funciones más innovadoras en la nube, como los Filtros Neurales de Photoshop y la función de Eliminación de Fondo en Adobe Express, además de actuar contra el contenido prohibido. Adobe no accede, visualiza ni escucha el contenido almacenado localmente en los dispositivos de los usuarios.
Posteriormente aclararon que solo se reservan el acceso al contenido en la nube para combatir la pornografía infantil y otro contenido no autorizado y que este contenido será revisado por seres humanos. Adobe no accederá a contenido almacenado localmente.
Dándole el título de propiedad del gallinero al zorro
Esta historia comenzó el 20 de mayo cuando Microsoft presentó su línea de portátiles Copilot+. Las mismas tienen un hardware especial que permite ejecutar localmente herramientas de Inteligencia Artificial. Una de esas herramientas es Recall, un servicio que saca capturas periódicas de pantalla para que el usuario pueda volver a un momento determinado del día. usando la Inteligencia Artificial y continuar a partir de ahí.
Esto generó muchas dudas sobre lo que haría Microsoft con esas capturas por lo que la empresa tuvo que salir a anunciar cambios. Estos son:
- Para usar la herramienta se requerirá inicio de sesión biométrico. Los datos se almacenan localmente y se cifran.
- El usuario tiene que activar la herramienta para usarla.
- En equipos corporativos los administradores pueden desactivar la herramienta pero no activaran ni verán las capturas. Tampoco otros usuarios que usen el mismo equipo.
- Los usuarios deciden que es lo que se guarda y cuando se guarda.
- Las capturas de pantalla se almacenan localmente cifradas y solo se descifran, una vez comprobada la identidad del usuario, cuando este la necesita.
- Se agregan medidas de seguridad mediante hardware.
Un punto importante que aclara Microsoft es que no se harán capturas de pantalla de contenido protegido por derechos de autor.
La verdad es que como usuarios tenemos que estar más atentos que nunca. La Inteligencia Artificial es el caballo de Troya con el que intentarán meterse en nuestra privacidad y vendernos hardware que de otra forma no compraríamos. Y lo dice alguien que fue uno de los primeros suscriptores de Adobe Creative Cloud y está escribiendo esto usando Microsoft Bing.
Y, más que nuca hay que apoyar a las herramientas de software libre y de código abierto que nos permitan liberarnos de estas herramientas privativas.