MuyLinux Eduardo Medina  

Algunos usuarios se han equivocado con Flatpak

Recientemente ha estallado un conflicto entre Fedora y OBS Studio que, de no cumplir la primera con las exigencias de la segunda, puede desembocar en una batalla legal que a buen seguro ganará la aplicación.

Personalmente, veo el asunto más como una rabieta de niños pequeños que algo serio, pero como bien he visto en algunos comentarios publicados en Mastodon, el daño ya está hecho. Ahora mismo la pelota está en el tejado de Fedora, más viendo que hay una campaña contra su repositorio de Flatpak, pero dicha pelota tiene muchas posibilidades de pasar al tejado de OBS Studio dentro de un tiempo.

El origen del conflicto deriva de que el reempaquetado de OBS Studio presente en el repositorio Flatpak de Fedora tiene problemas debido a que está compilado para funcionar con un runtime más reciente que la versión de la aplicación presente en Flathub, la cual se apoya en una versión antigua del runtime de KDE.

Lo primero que no me encaja de este conflicto es que Fedora, en el fondo, no hace nada que no se haya hecho siempre en Linux: reempaquetar aplicaciones para distribuirlas a través de los repositorios de la distribución. Aquí hay un punto que no entiendo, y es que no sé por qué los formatos “tradicionales” (Deb, RPM, tar.xz… ) no presentan ningún problema y Flatpak sí, cuando en el fondo es básicamente hacer lo mismo.

En lo que respecta a los reempaquetados de aplicaciones hechos por las distribuciones, estos salen rana en no pocas ocasiones, y es uno de los motivos que me llevaron a descubrir Shotcut. Hace unos años, tras volver a Fedora, descubrí que la compilación de Kdenlive proporcionada por RPM Fusion era prácticamente inusable, así que no me quedó otra que buscar una alternativa si quería editar vídeos con la mencionada distribución. Después de buscar un poco, me encontré con Shotcut, un editor de vídeo publicado bajo GPLv3 y que también era proporcionado por RPM Fusion, pero al contrario de Kdenlive, se trataba de una aplicación plenamente funcional y cuyo flujo de trabajo se adapta mejor a mi forma de editar vídeos.

Continuando con Kdenlive y centrándome en los formatos “tradicionales” de paquetes, solo hay tres distribuciones que me dejaron satisfecho: KDE neon, Arch Linux y Manjaro. La experiencia con los demás reempaquetados “tradicionales” que he usado, incluidos Ubuntu, Debian, el PPA de KDE Backports y RPM Fusion, me dejaron con un sabor de boca que va desde lo regular y hasta lo nefasto. Con esto no quiero atacar a Kdenlive, un proyecto al que le debo mi terminada carrera como youtuber y que sin él nunca habría aprendido a editar vídeos, sino que mi intención es exponer que es bastante verosímil encontrarse con reempaquetados de aplicaciones que están defectuosos.

Volviendo al tema de Fedora y OBS Studio, la aplicación está en su derecho de impedir el uso de su marca por parte de la distribución siguiendo los cauces legales pertinentes, ya que la licencia GPL solo se aplica al código fuente y no abarca las marcas comerciales utilizadas para la publicación del software. Sobre los motivos, están el hecho de que se acusa al repositorio Flatpak de Fedora de servir su versión de OBS Studio como oficial, cosa que es mentira, y la poca calidad de esta.

Posiblemente los más veteranos recuerden a Iceweasel, una bifurcación de Firefox creada por Debian debido a que Mozilla no estuvo de acuerdo con los parches que los responsables de la distribución introducían en su empaquetado del navegador. Las desavenencias entre Mozilla y Debian derivaron en que la primera prohibiera el uso de su marca por parte de la segunda, aunque por suerte este asunto fue resuelto hace bastantes años.

Si una de las razones para vetar el uso de la marca por parte de Fedora es la poca calidad de la aplicación, OBS Studio debería ser valiente, investigar todos los reempaquetados no oficiales de la aplicación y denunciar aquellos que sean deficientes, porque me sorprendería mucho que el Flatpak suministrado por Fedora fuera el único. Puede que OBS Studio tenga las de ganar en términos legales, pero si quiere ser moralmente coherente con la vara que le está poniendo a Fedora, debería vetar el uso de su marca en cualquier reemapequetado hecho por cualquier distribución o repositorio, ya sea Ubuntu, Debian, Arch Linux, RPM Fusion, Packman, etc. Las únicas versiones de la aplicación que están totalmente legitimadas para usar la marca serían el PPA oficial para Ubuntu y el Flatpak alojado en Flathub.

Si el conflicto entre Fedora y OBS Studio es de por sí espinoso, todo empeora si menciono que en medio de todo esto hay una campaña hostil contra el repositorio Flatpak de Fedora, y es aquí donde ciertos usuarios y presuntos defensores del formato de paquetes caen en la incoherencia.

¿Dónde se dice que el OBS Studio proporcionado por el repositorio Flatpak de Fedora es oficial? Por que yo no veo ningún símbolo de verificación

¿Dónde se dice que el OBS Studio proporcionado por el repositorio Flatpak de Fedora es oficial? Por que yo no veo ningún símbolo de verificación.

Como ya he dicho, lo que hace Fedora con su repositorio de Flatpak es lo que se ha hecho toda la vida en Linux, pero en formato Flatpak en lugar de RPM (y así con el formato “tradicional” de turno dependiendo de la distribución). Si Fedora actúa así es para mantenerse fiel a su principio de no servir nada privativo más allá del soporte de hardware, factor al que se suma el hecho de que, debido a que tiene su sede en Estados Unidos, está sujeta a una legislación mucho más restrictiva en torno a las patentes de software y las condiciones del software privativo que en la Unión Europea. La situación recientemente descrita es, posiblemente, uno de los motivos de por qué RPM Fusion se radica en Francia.

Y por fin llego a donde quería llegar realmente, más que nada porque, con la campaña contra el repositorio Flatpak de Fedora, hay usuarios del formato de paquetes están cayendo en la incoherencia. Me gustaría recordar que uno de los principales motivos esgrimidos para defender a Flatpak frente a Snap es que este último está centralizado de iure a través de un servidor que está totalmente controlado por Canonical, la empresa detrás de Ubuntu. Tras muchos años de críticas contra Snap por estar supuestamente centralizado, veo a ciertos presuntos defensores de Flatpak quejarse de la existencia de diferentes repositorios. Dicho con otras palabras, hay personas que se suponía que defendían a Flatpak por ser descentralizado y que están empezando a criticar la propia naturaleza descentralizada del formato de paquetes. ¡Ahí, coherencia pura (en sentido irónico)!

Este es un artículo de opinión y soy bastante malo disimilando mis colores, así que no voy a negar que fui uno de esos que defendieron la orientación descentralizada de Flatpak frente a Snap. Sin embargo, y al contrario de lo que opinan algunos (incluidos algunos youtubers famosos que no voy a mencionar para no extender la mierda), yo defiendo la existencia de diversos repositorios de Flatpak, sobre todo porque no quiero que GNU/Linux termine imitando modelos como los de Google, Microsoft o Apple. A esto se puede sumar lo perjudicial de un posible monopolio en torno a Flatpak que dejaría sin alternativas tanto a usuarios como a desarrolladores.

No veo mal que Flatpak tenga un repositorio o tienda de referencia (Flathub) porque el mercado de las aplicaciones de software funciona como funciona desde hace mucho tiempo, pero esto no debería ir en contra de una diversidad que presuntamente se había establecido como uno de los principales principios del formato de paquetes. Con esto sobre la mesa, obviamente defiendo el repositorio Flatpak de Fedora y la libertad de la distribución de proporcionar a través de él lo que vea conveniente dentro de los límites legales, y también recomiendo a los falsos defensores de Flatpak empezar a hacerse a la idea, porque esto en el fondo es lo que hemos visto siempre en Linux y el repositorio Flatpak de Fedora tiene como principal objetivo servir aplicaciones puramente libres para los escritorios atómicos que están bajo el paraguas del proyecto.

Tras todo lo expuesto, no puedo evitar pensar que muchas personas están en Linux y el software libre no porque quieran un sistema operativo libre, sino porque quieren un sistema operativo gratis. Si la razón por la que usas Linux es porque es gratis, mi recomendación es que migres a Windows pirata, un sistema que tiene a su disposición un catálogo de software mucho más amplio y un soporte de hardware muy superior. En serio, no sé por qué estás perdiendo tu tiempo usando Linux cuando tienes una opción mucho mejor si solo quieres cubrir necesidades.

En lo que respecta a Windows pirata, y aunque parezca mentira, la principal beneficiada es Microsoft, porque si Windows no se pudiese piratear, se abriría la puerta a que otros sistemas operativos ganasen terreno y la humanidad dependería menos del software más emblemático del gigante de Redmond. Si no eres una empresa, es muy poco probable que Microsoft vaya contra ti, aunque al menos en la Unión Europea hay un mercado de claves OEM baratas que está protegido por las leyes del ente comunitario.

Las personas que quieren un Flatpak centralizado se han equivocado de formato de paquetes universales.

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