China contra el Bitcoin. ¿Se termina la burbuja?
El Bitcoin es como los gatos. O lo odias o lo amas, pero, no deja a nadie indiferente. Por ahora, las críticas no habían pasado de enunciados teóricos. Sin embargo, la criptodivisa más conocida sumó un poderoso enemigo. El gobierno chino.
China contra el Bitcoin
El bitcoin cayó un 14% tocando su nivel más bajo desde principios de febrero. El detonante fue el aumento de los reguladores chinos para reprimir el uso de criptomonedas por parte de las instituciones financieras.
En una declaración conjunta publicada por las asociaciones de la industria bancaria y de Internet afirmaron que las instituciones financieras y de pago no deberían aceptar criptodivisas como pago ni ofrecer servicios y productos relacionados con ellas. La declaración se publicó nada menos que en la cuenta de WeChat del Banco Popular de China.
Allí, además de calificar el reciente aumento de valor como «especulación» sostuvieron que las criptodivisas no son «monedas reales» y no deben usarse como tal en el mercado.
Consultado por The Financial Times, Paul Haswell,socio de la firma de abogados Pinsent Masons ubicada en Hong Kong, sostiene que China quiere potenciar su propia moneda digital, además de estar preocupada por la falta de controles al Bitcoin y la posibilidad de que sus usuarios sean estafados.
En Hong Kong, un territorio chino semiautónomo, todavía no hay regulaciones y el mercado está creciendo. Sin embargo, en noviembre, la Oficina de Servicios Financieros y del Tesoro de la ciudad publicó propuestas que prohibirían a los inversores minoristas comerciar con criptodivisas.
La idea es crear un renminbi (la moneda china) digital, que proporcionaría al banco central un registro de todas las transacciones monetarias en tiempo real, además de generar un mecanismo de pago rival sin efectivo para competir con las más populares plataformas fintech online.
¿Y por casa como andamos?
Mientras tanto, en Occidente, la visión es dispar.
En Estados Unidos, los entes reguladores han facilitado a los inversores minoristas la compra de criptodivisas y han permitido la cotización de las bolsas de criptomonedas en los mercados públicos. Grandes instituciones financieras estadounidenses, como JPMorgan y Goldman Sachs,están estudiando la posibilidad de ofrecer inversiones en monedas digitales a sus clientes.
Como contrapartida, el Banco Central Europeo indicó que la volatilidad del precio del bitcoin lo convertían en una apuesta arriesgada, además de poner el acento en su «exorbitante huella de carbono y su posible uso para fines ilícitos». Añadió que los riesgos para la estabilidad financiera de las instituciones de la zona del euro eran limitados, ya que estaban poco expuestas.
El BCE sostuvo además que el aumento del precio del bitcoin superó ampliamente a burbujas financieras anteriores, como la «manía de los tulipanes» y la burbuja de los mares del Sur en los años 1600 y 1700. Recordemos que la cotización aumentó un 300% en los últimos 12 meses. Y, esto teniendo en cuenta las recientes bajas.
De acuerdo a Henri Arslanian, jefe global de criptografía de la consultora PwC, la baja de la cotización podría seguir.
No me sorprendería ver que otros reguladores y responsables políticos hicieran lo mismo que las autoridades chinas en las próximas semanas al advertir a los inversores sobre los riesgos de las operaciones especulativas o la volatilidad del mercado de las criptomonedas.
Entre los inversores tampoco parece haber acuerdo. Mientras que todos los días siguen ingresando nuevos acores al mercado, otros como UBS Wealth Management y Pimco manifestaron sus reservas sobre el potencial de las monedas digitales como clase de activos.
La realidad es que mientras el Bitcoin se mantuvo como un medio de intercambio en las transacciones en Internet, su uso era altamente recomendable. Ni los delincuentes informáticos ni los entes reguladores estaban interesados en ella. Para los primeros, el esfuerzo de robarlos no tenía una recompensa adecuada, y los segundos sabían que de una forma u otra el dinero invertido en Bitcoins iba a volver al circuito formal.
Pero, cuando se convirtió en objeto de especulación, ninguna de las ventajas van a permanecer mucho tiempo. El costo en matería energética de producirlos es inmenso, los delincuentes lo ven como objeto de ataque y los estados como una amenaza a sus competencias.