Cómo leer a Diego y no morir del disgusto
Mi artículo del 24 de diciembre generó una repercusión inmerecida. Más de 20 comentarios sin contar los míos, mientras que algunos excelentes aportes de mis compañeros no tienen ni siquiera un comentario de enhorabuena. Además de lamentar lo injusto de la situación, creo que el tema merece algunas reflexiones.
Una breve guía de como leer a Diego
Para que nadie crea que me las doy de genio incomprendido, voy a comenzar diciendo que el título no fue de mis mejores ideas. Muchos se ofendieron tanto que en lugar de leer lo que escribí, terminaron leyendo y opinando de lo que creen que quise escribir. Hay dentro de la comunidad del software libre gente que tiene más el comportamiento de miembros de una secta que de usuarios de informática y, cualquier crítica a Linux, sin importar la solidez o no de los argumentos, los pone de los nervios.
De alguna manera son como los que sin tener formación médica piden en las redes sociales severos castigos a los no vacunados. Se la pasaron años compartiendo bares y medios de transporte con potenciales enfermos de HIV, sarampión hepatitis, meningitis y otras enfermedades contagiosas. A lo que le tienen miedo no es al Covid, es a los que piensan distinto.
Nota: Para que quede claro, tengo las dos dosis de la Sputnik y cuando me llamen voy a darme la tercera.
Estos lectores, cayeron en la trampa del título que inadvertidamente les puse. Darme una importancia que no tengo. Soy alguien relativamente anónimo que escribe en uno de los millones de blogs sobre Linux y software libre, lo que diga o deje de decir carece de relevancia ya que nadie va a usar mi opinión para decidir usar o no usar Linux. Pero, ofendí la sensibilidad de los que creen que los divulgadores debemos limitarnos al esquema “Linux bueno-Microsoft caca”
Si mi artículo es tan estúpido como muchos afirmaron, el sentido común indica que lo mejor es ignorarlo. En una semana se hubiera desvanecido en los archivos de Linux Adictos. En dos meses ni siquiera yo me hubiera acordado de haberlo escrito. Sin embargo, no solo lo comentaron, lo compartieron en redes sociales y alguien incluso hizo un video contestándome. Por supuesto, todos con citas parciales o completamente distorsionadas de lo que dije para justificar su santa indignación.
Ojo, no estoy diciendo que el artículo sea bueno. Digo que los que opinan que es malo lo hacen por las razones equivocadas.
Los orígenes de la infamia
Mi post está basado en una técnica de creatividad llamada ”Inversión de supuestos” se trata de tomar una afirmación común, darle vuelta y derivar conclusiones de ella.
Yo tomé la afirmación «Linux es muy difícil” y la transformé en “Linux es muy fácil” de hecho, en algunas cosas es mucho más fácil que Windows.
Supongamos que alguien quiere abandonar el sistema operativo de Microsoft, pero le preocupa que Linux sea demasiado complicado ¿Qué mejor argumento que el artículo de un tipo que dice que de hecho es tan fácil que sus usuarios se están volviendo vagos?
No tengo nada en contra de la facilidad. De hecho, me parece una necedad perder tiempo configurando manualmente cosas que se pueden hacer en forma automática. He escrito varias recopilaciones recomendando paquetes Snap y FlatPak y reseñado positivamente aplicaciones privativas por el ahorro de tiempo que supone su uso. Creí que, con la analogía de la industria de la alimentación, las dietas y los gimnasios iba a quedar en claro que lo que estaba proponiendo es encontrar vías alternativas para que el usuario aprendiera lo que aprendía cuando en Linux había que configurar a mano; funcionamiento del sistema, roles de los componentes y políticas de seguridad.
También podría haber dado pie a un debate interesante. ¿Deberían los desarrolladores dedicar esfuerzos a proyectos como los formatos de paquetes multidistros, tiendas de aplicaciones vistosas y nuevos instaladores gráficos? ¿No sería mejor que Linux se mantuviera como en sus orígenes como un sistema operativo altamente configurable y seguro, aunque ello significara no tener una base amplia de usuarios domésticos?
Puede que muchos lectores de LinuxAdictos no estén listos para este tipo de artículos, o lo más probable que yo no esté listo para escribirlos. Otra vez será.
De todas formas, mi consejo para evitarse disgustos es no darles a mis posts una importancia que no tienen.
¡Feliz año para todos!