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Cuidado, Vivaldi: Brave ya juega con las pestañas divididas y van muy bien

Pestañas dividias en Brave

Desde hace algún tiempo, y no sé por qué, Vivaldi no me va tan bien como antes. A veces, al abrir algunas pestañas, se ve que le cuesta, me sale un mensaje de error o no seguro y al rato entra. Es algo que creo haber visto también en Brave, pero no tan grave. En ocasiones, el tiempo se hace eterno, por lo que he probado en Firefox y no pasa. Así que uno ha llegado a plantearse usar otro navegador por defecto, pero Vivaldi ofrece mucho y me tiene bien pillado.

Una de las funciones estrella de Vivaldi es la posibilidad de dividir la pantalla en al menos dos pestañas diferentes. Pongamos un ejemplo: en la captura de cabecera se ve la noticia sobre que Google ha presentado su AI Mode. Para escribir el artículo yo suelo poner la fuente oficial a la derecha, y el editor de WordPress a la izquierda. Ya no puedo vivir sin ello. Otro ejemplo es cuando quiero cubrir los lanzamientos de Ubuntu: en Vivaldi me pongo 11 pestañas en mosaico y publico cada lanzamiento en cuanto es oficial.

Hay una extensión para Firefox que permite dividir la pantalla, pero se aleja mucho de lo que yo espero. Entre otras cosas no permite cambiar el tamaño; sólo la divide en dos.

La pantalla dividida de Brave

La pantalla dividida de Brave, en pruebas desde hace meses, es diferente. Una vez activada desde chrome://flags — buscad split, sólo aparece un resultado –, ya se puede hacer clic en una pestaña y elegir «Nueva vista dividida». De este modo tendremos la pestaña original a un lado y una nueva en la pantalla de inicio al otro. Otra manera de hacerlo que nos aporta más control es pulsar Ctrl, hacer clic en dos pestañas y elegir «Abrir en vista dividida», lo que nos abrirá la selección y mostrará cada pestaña en un lado.

En la linea divisoria, en la parte superior, vemos tres puntos que nos permitirán cambiar las pestañas de lado o deshacer la división. Algo importante es que podemos hacer clic en la linea divisoria y arrastrar para redimensionar el tamaño de las ventanas; lo que le damos a una se lo quitamos a la otra.

¿Tiene Vivaldi de qué preocuparse?

Bueno, diría que no, y expongo mis motivos. Dejando de lado la demora en algunas cargas, que no pasa en Windows y no sé si le pasa a más gente — debe, pues he probado con un perfil nuevo y también lo sufro –, la vista dividida de Vivaldi está a años luz de la de Brave y cualquier otro navegador. Empezando por el atajo de teclado: si yo quiero dividir dos pestañas, las selecciono y pulso Alt + 9 — por defecto es con Ctrl, pero no se lleva bien con Linux. Cuando quiero deshacer la división, hago lo mismo con el 6. El 8 las mostraría unas arriba de otras, y el 7 en mosaico.

El mosaico es algo que no uso mucho, pero si en ocasiones, como en los lanzamientos de Ubuntu. Que exista la posibilidad hace que nunca eches de menos nada en este sentido.

Los otros motivos por los que sigo quedándome en Vivaldi y que me tienen tan cogido son el cliente de correo y calendario, aunque podría vivir sin ello, y el panel lateral, ya obligado para mí.

El bloqueador de Brave es «Top»; el de Vivaldi no

Esto, que empezó hablando de la pantalla dividida en Brave, ha terminado siendo un pequeño Brave vs. Vivaldi. Y otra cosas en la que compiten es en el el bloqueador de anuncios. El de Vivaldi funciona, poco más. El de Brave es un fork de uBlock Origin que es más potente. Además de tener la parte cosmética, que además de bloquear elimina el elemento residual que de otro modo quedaría en blanco, también elimina avisos de cookies.

Sea como fuere, yo sigo usando Vivaldi por todo lo que ofrece. Para el que no necesite tanto y quiera un Chrome sin lo peor de Google, Brave es lo que suelo recomendar.

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