El desarrollo de aplicaciones web, también llamado DAW, es una labor que consiste en desarrollar y mantener una aplicación web. Las aplicaciones web reciben este nombre porque se ejecutan en un servidor web. Los datos o archivos en los que trabajas son procesados y guardados dentro de la web. Estas aplicaciones, por lo general, no necesitan ser instaladas en tu ordenador.

Por ello, el concepto de aplicaciones web está relacionado con el almacenamiento en la nube. Toda la información se guarda de forma permanente en grandes servidores de internet y nos envían a nuestros dispositivos o equipos los datos que requerimos en ese momento, quedando una copia temporal dentro de nuestro equipo.

Para formarte como desarrollador de aplicaciones web, es necesario tener conocimiento y saber dominar ciertos lenguajes, aplicaciones, tecnologías y frameworks. Si estás buscando formarte en este sector, la formación profesional de daw a distancia te permitirá formarte en el mundo del desarrollo de aplicaciones web.

Las aplicaciones web tienen varias ventajas sobre aplicaciones de escritorio. Como se ejecutan dentro de los navegadores web, los desarrolladores no necesitan desarrollar aplicaciones web para múltiples plataformas ni tienen que repetir varias veces la misma tarea. Los desarrolladores no necesitan distribuir actualizaciones de software a los usuarios cuando se actualiza la aplicación web. Al actualizar la aplicación en el servidor, todos los usuarios tienen acceso a la versión actualizada.

Ejemplos de desarrolladores web

Los tipos de desarrolladores web se pueden clasificar según su perfil de desarrollador y su conocimiento sobre ciertas herramientas y lenguajes:

• Frontend Developer. Es el perfil básico y de donde parte el resto de tipos de desarrolladores. En el lenguaje deben conocer HTML5, CSS y Javascript. A nivel de aplicaciones utiliza editores de código y además programas como FileZilla o Cyberduck. En las tecnologías domina Git y sería interesante además manejar Github. A nivel de frameworks teóricamente no es necesaria una formación específica.
• Backend Developer. Al contrario que el Frontend, que se dedica a la parte visible de una web, el Backend se dedica a gestionar información de la Base de Datos. Es un perfil más dedicado a CMS. En el lenguaje, además de HTML, CSS y Javascript, también debe conocer PHP y MySQL ya que son los dos lenguajes con más demanda en la actualidad. A nivel de aplicaciones conoce algún editor como Visual Studio, también FileZilla o Cyberduck y debe manejar MySQL WordPress para diseñar bases de datos más visuales. A nivel de tecnologías un Backend Developer debe conocer GIT, algo que sería básico para este perfil. A nivel de frameworks debe saber de Laravel o Symphony.
• MEAN Developer. Un Mean Deverloper es un Frontend Developer con más conocimiento avanzado de Javascript y que controla el framework llamado Angular. Este perfil utiliza el lenguaje de HTML, CSS y Javascript, y debería saber adicionalmente Sass y TypeScript. A nivel de aplicaciones debería conocer Visual Studio, FileZilla o Cyberduck, MongoDB Compass para crear bases de datos, la terminal y Blade para recibir y enviar peticiones. A nivel de tecnologías debe conocer GIT y GITHUB, y programas como MongoDB o Node.js son obligatorios.
• MERN Developer. Es otro perfil que surge del Frontend Developer con más conocimiento avanzado de Javascript, pero que conoce más sobre el framework React. A nivel de lenguaje, aplicaciones y tecnologías, conoce y domina las mismas que el MEAN Developer. La única diferencia es el tipo de framework.
• MEVN Developer. Es un perfil Frontend Developer con más conocimiento en Javascript pero en este caso domina el framework Vue. Otra vez a nivel de lenguaje, aplicaciones y tecnologías utiliza los mismos programas mencionados que en el MEAN y MERN Developer.

Beneficios de formarte como desarrollador web

Uno de los primeros beneficios de esta formación es que te permite crear lo que quieras en una web, puedes plasmar todas las ideas que tengas ya que tienes la capacidad suficiente para hacerlo.

Además, cuando te formas como desarrollador web también aprendes una disciplina que aplicas en el día a día en la vida cotidiana. Aprendes a ser más ordenado, puedes resolver problemas con más rapidez y desarrollas una mayor creatividad.

Por último, a nivel profesional esta formación está muy valorada por las empresas de cualquier sector, y a día de hoy es una profesión muy demandada, pero que además tendrá un crecimiento exponencial en los próximos años.