Dinamarca avanza hacia la soberanía digital y deja atrás Microsoft en el sector público
Dinamarca ha iniciado un cambio significativo en su administración pública con el objetivo de dejar de depender de los servicios y programas de Microsoft, apostando por alternativas de código abierto como Linux y LibreOffice. Esta decisión responde a la creciente preocupación por la dependencia tecnológica de grandes empresas extranjeras y la necesidad de fortalecer la soberanía digital nacional.
El Ministerio de Digitalización, liderado por Caroline Stage Olsen, ha confirmado que en el plazo de unos meses más de la mitad del personal migrará a entornos Linux y LibreOffice, con la intención de que al finalizar el año toda la plantilla utilice únicamente software libre. La transición no solo implica abandonar Office 365 y Windows, sino también cambiar la cultura tecnológica del ministerio, preparando a los empleados para trabajar con sistemas más abiertos y controlados localmente.
Un proceso planificado y con margen de reversibilidad
La ministra Olsen ha aclarado que la migración se llevará a cabo de manera progresiva, comenzando con la mitad del personal y extendiéndose a todo el ministerio si la adaptación resulta exitosa. En caso de que surjan dificultades que interfieran con las tareas diarias, está previsto volver temporalmente a las soluciones de Microsoft mientras se buscan otras alternativas. Sin embargo, el compromiso con la reducción de la dependencia tecnológica es firme: “No avanzaremos hacia nuestro objetivo si no empezamos”, ha declarado Olsen en diversos medios daneses.
La adopción de software libre en la gestión pública danesa forma parte de una tendencia más amplia en Europa, donde otros gobiernos regionales, como en Alemania, también están promoviendo alternativas abiertas para reducir su dependencia tecnológica. La experiencia danesa puede servir de ejemplo para otros países que buscan mayor control sobre sus infraestructuras digitales.
Precedentes y contexto europeo
Dinamarca no es un caso aislado: sus principales municipios, Copenhague y Aarhus, ya han puesto en marcha su propio abandono progresivo de la tecnología de Microsoft, motivados tanto por el coste como por la preocupación ante el dominio de las grandes tecnológicas en sus sistemas. El fenómeno se enmarca en un movimiento más amplio dentro de Europa, donde otros gobiernos regionales, como el de Schleswig-Holstein en Alemania, también transitan hacia soluciones de código abierto para reducir riesgos de monopolio y fortalecer el control nacional sobre los datos públicos.
Retos de la transición de Dinamarca y visión a futuro
La transición hacia software libre requiere una adaptación tanto técnica como cultural. Expertos señalan que el éxito depende de la formación del personal y de contar con competencias informáticas sólidas dentro de las instituciones para aprovechar al máximo las ventajas del software abierto. La ministra Olsen y otros responsables del área digital danesa han subrayado que no pretenden “dar la espalda” a la innovación ni a las empresas internacionales, sino garantizar que Dinamarca nunca dependa tanto de unos pocos proveedores como para perder capacidad de acción en situaciones críticas.
La apuesta danesa por la soberanía digital ya es observada de cerca en otros países de la UE, donde la Comisión Europea debate nuevas legislaciones y promueve alternativas locales a la nube y la inteligencia artificial, reforzando así la tendencia de mirar más allá de las grandes empresas estadounidenses en la gestión de infraestructuras públicas.