Docker I: conociendo a la ballena
Como ya sabrás, existen varios tipos de virtualización, uno de ellos es la virtualización a nivel de sistema operativo, y uno de los proyectos que más destaca en este sentido es Docker. Si conoces este mundo o si eres asiduo a este tipo de blogs, ya sabrás del proyecto cuyo logo es una ballena (de ahí el título para los que aún no lo sepan), y sobre todo habrás notado como en éstos últimos años su presencia en los medios e interés ha ido aumentando exponencialmente.
Y es que estas nuevas tecnologías son el presente y el futuro, sobre todo con el brutal crecimiento de los servicios en la nube de los que tantas veces hemos hablado. Docker, entre otros muchos proyectos de código abierto y libres, son los que están permitiendo esa expansión y grandes posibilidades que requerimos de la nube. Pero ¿Qué es Docker? ¿Qué es un contenedor? ¿Cómo funciona?
Aunque la respuesta es algo más compleja y necesitaría varios de estos artículos, intentaré resumirlo. No obstante, si necesitas conocer más sobre este fantástico proyecto, existen muy buenos libros como el de Alberto González, actual Cloud Consultant de Red Hat. Se trata de una guía práctica que podrás adquirir a un precio asequible tanto en Amazon como en Agapea. Bien, dicho esto, vamos a conocer qué es Docker.
Todos sabemos que los contenedores se han transformado en una herramienta con mucho potencial en Linux, pues bien, éstos pueden implementarse y gestionarse gracias al software Docker. Los contenedores no son más que “cajas” aisladas con lo esencial para poder ejecutar un determinado programa o aplicación. Eso se puede entender como una máquina virtuales ligera, en vez de las completas y pesadas con las que se trabaja en la virtualización completa. Esa reducción se traduce en un menor overhead.
Los contenedores aportan ligereza, también portabilidad, autosuficiencia, y una flexibilidad muy codiciada por los desarrolladores. Todo gracias LXC de nuestro kernel favorito, Linux, y al proyecto Docker en sí, con sus contenedores, imágenes y repositorios. Y son estas ventajas las que han traido el éxito, que se ha dejado notar tanto por la implicación de algunos grandes del sector como Google, Red Hat, IBM y Microsoft, como por su implantación y buena acogida en grandes empresas y servicios cloud que todos usamos a diario (AWS, Digital Ocean,…).
Próximo artículo Docker II: cómo instalarlo en cualquier distribución Linux
El artículo Docker I: conociendo a la ballena ha sido originalmente publicado en Linux Adictos.