MuyLinux Eduardo Medina  

El líder del proyecto Fedora expone su postura en torno a NVIDIA y Linux

NVIDIA

Matthew Miller, líder del proyecto Fedora, ha expuesto en Twitter su punto de vista en torno a la situación de NVIDIA en Linux, aunque centrándose, como es obvio, en la distribución que representa.

Miller no dice nada realmente nuevo en lo que respecta a la situación de NVIDIA en Fedora, sobre todo si tenemos en cuenta que no es la distribución que mejor se lleva con el driver oficial del gigante verde. Sin embargo, este problema no es de ninguna distribución en particular, sino que afecta en mayor o menor medida a todo el ecosistema Linux debido a la forma de proceder de la compañía.

Posiblemente para sorpresa de algunos, Matthew Miller cuenta a título personal que no tiene nada en contra del software privativo, si bien lo encuentra, según sus propias palabras, “aburrido”, además de que es una perspectiva empleada por las empresas para guardar sus “secretos”. Por otro lado, se pone del lado de los usuarios diciendo que estos solo quieren que su hardware funcione, y es aquí donde nos topamos con la principal desventaja de NVIDIA frente a AMD e Intel.

El gigante verde tuvo el monopolio de la potencia gráfica en Linux durante muchísimo tiempo, cosa que le permitió imponer sus propias reglas. Sin embargo, todo ha cambiado desde el nacimiento de AMDGPU, el driver gráfico Open Source de AMD que forma parte del kernel Linux. Aquel punto de inflexión ha permitido a Radeon ponerse a la par de NVIDIA en rendimiento, añadiendo además algunas ventajas.

Gracias a que AMDGPU es parte de la pila gráfica estándar de Linux, no presenta problemas de integración y no requiere, al menos en un principio, de configuraciones adicionales. Esto quiere decir que Fedora ya incluye de manera predeterminada y a nivel de drivers todo lo necesario para jugar con una gráfica Radeon, algo que queda reforzado por el hecho de que tanto el kernel como Mesa son actualizados de forma constante en la distribución (esto se aplica a cualquier otra que suministre versiones recientes del kernel y Mesa).

En resumidas cuentas, usar una gráfica de AMD o Intel (esperemos que las dedicadas de la segunda se apoyen en la pila gráfica estándar) es instalar el sistema y usar, mientras que en NVIDIA la cosa no es así al requerir de instalar el driver desde RPM Fusion o Negativo17 (en Fedora se facilita el primero). El propio Miller menciona sobre el gigante verde que “intencionalmente no son parte del proyecto de construir esta cosa compartida”, en clara referencia a su falta de contribución a la pila gráfica estándar de Linux.

Matthew Miller, antes de comentar que NVIDIA podría hacerlo mejor, ha pedido a los empleados de la corporación que se unan a Fedora para contribuir directamente a Nouveau, el driver Open Source para las gráficas del gigante verde incluido en el kernel Linux. También ha dicho que el actual binario redistribuible no es suficiente, ya que obliga a los mantenedores de las distribuciones a hacer trabajo extra para soportarlo y que a veces les hace “elegir entre actualizaciones de seguridad y gráficos”. La seguridad ofrecida por el driver oficial de NVIDIA es algo que ha sido cuestionado en más de una ocasión.

Con el fin de reforzar su posición, Miller ha comentado a través del hilo que Fedora es un proyecto abierto a todo el mundo y que es un “bien público digital”, un reconocimiento que la distribución ha recibido, según la organización que lo concede, gracias a su compromiso con los estándares, el software libre, la privacidad y en no perjudicar a los usuarios.

NVIDIA y Linux, una convivencia complicada

El uso del driver de NVIDIA en Linux no es sencillo, y no solo debido a que no viene preinstalado en muchas distribuciones, sino más bien porque puede terminar arruinando la experiencia con el sistema.

A título personal, el driver oficial del gigante verde ha llegado a ponérmelo difícil para usar KDE Plasma o hacer screencasting. Durante años he investigado para ver cómo mejorar la situación sin grandes resultados, así que me largué en cuanto pude.

Con AMD e Intel he encontrado un trozo de ese oasis que buscaba para facilitar mi uso de Linux, ya que por un lado, gracias a que esos fabricantes se apoyan en la pila gráfica estándar, no aplico ninguna configuración adicional para hacer todo lo que quiero, incluso jugar. Aquí destaca, como no, el soporte de Wayland, una tecnología que NVIDIA ha torpedeado por tierra, mar y aire debido al incontenible desprecio que siente hacia los estándares.

NVIDIA, con su forma de proceder, se ha convertido en una de las principales barreras que frenan el avance del escritorio Linux, más viendo que sus gráficas son muy populares entre los usuarios de Windows. NVIDIA ofrece una experiencia fácil y satisfactoria en Windows, así que, cuando un usuario se topa con todos los pasos adicionales que tiene que hacer en Linux, la impresión que le da el sistema de código abierto termina siendo mala por culpa de un driver privativo y antiestándar.

Que NVIDIA abra sus drivers y los introduzca en la pila gráfica estándar no solo sería un beneficio para Fedora, sino para todos los usuarios de Linux, que por fin tendrían un soporte de calidad. Sin embargo, parece que la compañía sigue sin querer ver a Linux como un sistema de escritorio que puede ser usado como Windows y macOS, a pesar de que el paso del tiempo y la presión de la competencia le han obligado a mover ficha en ese sentido.

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