En recuerdo del difunto Steam Controller
Valve dio ayer una de las noticias más trágicas de su trayectoria al anunciar la descontinuación del Steam Controller, su peculiar controlador que destaca por sustituir el pad digital (también conocida como cruceta) y el stick analógico derecho por dos trackpads que abren nuevas puertas a nivel de jugabilidad.
La descontinuación del Steam Controller pone en evidencia una cosa, y es que Valve podría estar descontenta con los resultados de su división de hardware y por eso abría preferido centrarse en la realidad virtual. Viendo que este controlador estaba atado al Steam Link y las Steam Machines, pensando mal se podría llegar a pensar que en algún momento llegaría su fin, y así ha sido, ya que el gran descuento que le han aplicado para la campaña de otoño correspondía a una liquidación.
A pesar de los esfuerzos de Valve y de otras empresas como Feral Interactive, a día de hoy GNU/Linux sigue siendo una plataforma muy minoritaria para jugar, y eso que el sistema operativo Open Source ha demostrado en más de una ocasión el gran potencial que atesora para la ejecución de videojuegos. Esta situación hace que la cantidad de periféricos creados para jugar específicamente en Linux sea escasa, y eso es en parte lo que hace especial al Steam Controller.
Aunque parece no haberse cerrado la puerta a su relanzamiento o al lanzamiento de una nueva versión, lo cierto es que la descontinuación del controlador que nos ocupa resulta un pequeño golpe contra el “Linux gaming”, si bien existen otros muy bien soportados como los de Xbox 360 y PlayStation 3, por nombrar dos ejemplos. Sin embargo, no solo los linuxeros perdemos, sino más bien los jugadores en general independientemente del sistema operativo utilizado.
El Steam Controller es un periférico un tanto peculiar. No es un mando hecho para adaptar la experiencia de PC a los “consoleros”, sino un mando de PC creado para los jugadores de PC, cosa que expliqué en el análisis que le dediqué hace dos años. Lo primero que destaca es que el pad digital (conocida también como cruceta) y el stick análógico derecho han sido sustituidos por dos trackpads que abren nuevas puertas a nivel de jugabilidad y a jugar en mejores condiciones a géneros que estaban vetados de facto para los controladores. Aquí destacan especialmente los shooters en primera persona, y es que apuntar con el trackpad derecho es mucho mejor que emplear un stick que difícilmente puede ofrecer una precisión aceptable. Yo, que me he etiquetado a mí mismo como “consolero resentido”, puedo decir que jugar a Doom 2016 con el Steam Controller es toda una delicia, pese a que el ratón siempre será superior en lo que a precisión se refiere.
El otro apartado destacable del Steam Controller son sus posibilidades casi infinitas de configuración mediante el cliente de Steam, haciendo que el jugador no solo pueda adaptar los controles de cada juego al milímetro, ajustando incluso sensibilidades y cantidades de pulsaciones, sino que además permite hacer que un título creado para ser usado solo con teclado y ratón pueda ser perfectamente jugable con un mando. Esto obviamente requiere de horas de trabajo y ensayos en caso de que la comunidad no ponga a disposición una configuración decente que al menos allane el terreno, cosa que afortunadamente suele ser lo habitual. Sin embargo, curiosamente aquí es donde este periférico tiene su principal tendón de aquiles, ya que sus posibilidades casi infinitas de configuración lo volvían demasiado complejo para muchos, sobre todo aquellos que esperaban una experiencia out of the box (cosa que ofrecen muchos juegos, como el mencionado Doom 2016).
La descontinuación del Steam Controller es una pérdida para el gaming en general. En un mercado plagado de productos que en la mayoría de los casos siguen las líneas establecidas por el primer Dual Shock de PlayStation, el controlador de Valve ofrecía algo diferenciado de sus rivales, abriendo, como ya he comentado, la puerta a jugar de manera decente a géneros que hasta su aparición estaban vetados para ser jugados con un periférico de este tipo. Sí, por más que le pese a Microsoft, los mandos de Xbox son “sucedáneos” del Dual Shock, al igual que lo es el controlador de Game Cube, por nombrar uno procedente de Nintendo, otro competidor de Sony en la industria de los videojuegos.