Firefox 89 es un importante paso para el navegador en Linux
Firefox 89 vio la luz a principios de mes, pero llegó a Fedora 34 Workstation durante el transcurso del día de ayer debido a que la distribución suministra una versión algo modificada de la aplicación, la cual destaca por estar preparada para funcionar en Wayland.
Como suele ser habitual, cada nuevo lanzamiento del navegador de Mozilla trae una importante cantidad de novedades, pero la cosa fue más allá en Firefox 89 con el establecimiento por defecto de Proton, el nuevo aspecto visual. La fundación ha argumentado que era necesario modernizar la experiencia con la aplicación, haciéndola “más limpia, más atractiva y más fácil de usar”.
Las reacciones de los usuarios han sido muy dispares, algo que ha sido acentuado por el hecho de que Firefox soporta GNU/Linux, Windows y macOS a nivel de escritorio. Algunos han comentado que la nueva interfaz gráfica se parece a Microsoft Edge, pero como podéis comprobar en la siguiente captura, la verdad es que conjunta bastante bien con la implementación base de GNOME y Adwaita.
En resumidas cuentas, a nivel personal estoy bastante contento con Proton, salvo por esas extrañas pestañas flotantes que en mi opinión deberían de volver a ser “pegadas” por su borde inferior, pero se ve que Mozilla y Apple han decidido reinventar la rueda sin aportar nada de valor. Por lo demás, para mí Proton (no confundir con la popular capa de compatibilidad de Valve) cumple con lo que promete, haciendo que la interfaz de Firefox sea más clara y más fácil de usar gracias a la menor cantidad de iconos, aunque el precio ha sido parecerse un poco más a Chrome.
Pero Firefox 89 no solo es una evolución estética, sino que algunos de los cambios introducidos (entre ellos la interfaz Proton) son una buena prueba de fuego para comprobar si Mozilla realmente ha empezado a cuidar mejor a los usuarios de Linux. La fundación anunció el mes pasado que había coordinado y realizado esfuerzos para mejorar la resolución de los errores en Firefox para Linux, una versión que se vio lastrada por culpa de que la aplicación no era suministrada por Mozilla, sino por las distribuciones, y a veces con modificaciones que dificultaban la resolución de los problemas.
Todavía es pronto para decir si Firefox 89 es bueno o no, sobre todo porque empiezo a detectar las costuras cuando llevo más de una semana usando el navegador. Sin embargo, la última versión de la aplicación sí ha incorporado algo que he agradecido mucho, y es la posibilidad de arrastrar marcadores a través de la correspondiente barra en una sesión de Wayland.
Si bien el arrastrar por la barra de marcadores es una característica que no me es del todo imprescindible, la verdad es que muchas veces me resulta de ayuda, ya que tiendo a duplicar o triplicar marcadores debido a que uso el mismo contenido para distintos proyectos. Sé que abriendo las pestañas mediante la barra lateral también puedo arrastrar y soltar para tener el mismo marcador en diversas carpetas, pero este proceso conlleva la realización de unos pasos adicionales que no me son cómodos de realizar.
Por lo demás, veremos cuánto aguanto con Firefox 89, porque como ya he dicho, empiezo a detectar las costuras cuando llevo una semana o más usando las aplicación. Por ahora la experiencia es positiva y diría que la calidad de la reproducción de vídeo es superior a la que tengo con Brave, cosa que puede derivar del hecho de que en ese frente Firefox va por delante de Chromium gracias a los esfuerzos de Red Hat, que es también la principal contribuidora del soporte de Wayland.
Esperemos que Mozilla se ponga de verdad las pilas con la versión de Firefox para Linux y cuide el único bastión que le queda, porque los usuarios de Windows y macOS le han dado la espalda hace mucho tiempo.