GNOME Shell, que puede ser definido como la forma en que se presenta GNOME 3 por defecto, ha tenido desde sus inicios una trayectoria controvertida, empezando por su peculiar propuesta (que con el tiempo ha ido ganando adeptos) y continuando con sus problemas de rendimiento, que durante muchos años le granjearon muchas críticas.

A pesar de los problemas y las críticas por su insistencia en ofrecer un entorno de escritorio minimalista, GNOME 3 ha ido superando los obstáculos que ha tenido delante, sobre todo a partir de la versión 3.36, que ha supuesto todo un punto de inflexión para convertirlo, por fin, en un entorno de escritorio poderoso, ágil y funcional. Esto ha sido en parte posible gracias a que Canonical cogió el toro por los cuernos a la hora de intentar mejorar el desempeño, y por suerte, lejos de quedarse aquello en anécdota, parece que los desarrolladores le han cogido el gusto a esto de mejorar el rendimiento.

Nueve años después de una transición de GNOME 2 que para muchos fue dramática, ahora se está desarrollando GNOME 40, que introducirá algunos cambios de calado, pero no en el sentido que insinúa el número de versión. No, el cambio de numeración no supondrá, al menos en un principio, la transición total al reciente GTK 4, aunque aparentemente la transición desde GTK 3 será más sencilla que en el caso de la versión anterior del toolkit gráfico.

Sin embargo, cuando decimos que habrá cambios de calado, es que muy probablemente los haya, o al menos eso han publicado en el portal de desarrolladores del entorno de escritorio. GNOME 40 podría modificar de manera notable la sección de Actividades, que adoptaría una disposición más clásica que puede recordar al sistema operativo macOS.

Como vemos, el dash ha sido movido a la parte inferior y central de la pantalla, lo que resulta a todas luces más intuitivo para la mayoría, además de inspirarse en el sistema para escritorio de Apple. El resultado salta a la vista, y es que GNOME 40 podría adoptar un diseño más estándar frente a las fórmulas más imaginativas empleadas en versiones anteriores.

Otra modificación importante incluida en la sección de Actividades es la transición entre escritorios virtuales, que en GNOME 40 podría hacerse de forma horizontal en lugar de vertical. Veremos cómo funciona esto en un entorno real cuando simplemente se accione la sección de Actividades, ya que los usuarios están más habituados a navegar en vertical que en horizontal.

Los desarrolladores de GNOME cuentan que “al utilizar un modelo espacial sólido, el diseño tiene como objetivo soportar una navegación y una orientación intuitivas. Esta es la motivación principal para cambiar la orientación de los espacios de trabajo de vertical a horizontal: con los espacios de trabajo dispuestos horizontalmente, el eje vertical se puede utilizar para controlar el movimiento dentro y fuera de la vista general y la cuadrícula de la aplicación.”

“Esta disposición espacial permite que la navegación funcione como en un espacio bidimensional: se mueve hacia la izquierda y hacia la derecha entre los espacios de trabajo, mientras que hacia arriba y hacia abajo ingresa a la vista general y muestra la cuadrícula de aplicaciones. Esto es particularmente poderoso cuando se navega con gestos del panel táctil (deslizamientos de cuatro dedos, arriba/abajo/izquierda/derecha) o atajos de teclado (Super+Alt+↑/↓/←/→)”. Parece que el ratón ha quedado un poco apartado, aunque haciendo girar la rueda de dicho periférico tras activar la sección de Actividades, si se mantiene la característica, debería de transicionar de forma rápida y sencilla entre los espacios de trabajo/escritorios virtuales.

Con los cambios que se introducirían en GNOME 40 se pretende alcanzar los siguientes objetivos: “Una mejor organización espacial de visión general”, tener un “arranque útil y estados vacíos”, una navegación con touchpad mejorada y una navegación y un lanzamiento de aplicaciones más atractivos. Os dejamos con un breve vídeo sobre la nueva disposición planteada para la sección de Actividades.