Google da marcha atrás: no eliminará las cookies de terceros en Chrome
La historia de las cookies de terceros está lejos de acabar. Tras muchos años usándolas para recoger todo tipo de información, al menos en la Comunidad Europea se obligó a los sitios webs a informar de su uso. Más recientemente, la misma CE ha obligado a las páginas a informar claramente de su uso y a ofrecer un botón, también claro, para rechazarlas. Entre medias, Google ha estado planeando eliminar las cookies de terceros de Chrome, pero parece haber dado marcha atrás.
En un principio, Google tenía programado eliminar las cookies de terceros en 2025, pero ayer publicó una entrada en su blog en la que explica que se centrarán en la elección del usuario. Explicado de otro modo, en vez de eliminar completamente las cookies de terceros, la compañía del buscador introducirá «una nueva experiencia en Chrome» que se ha diseñado para permitir que los usuarios realicen «una elección informada» aplicable a todo el uso web que realicemos.
Chrome permitirá elegir qué cookies usar… más o menos
En 2020, Google dijo que eliminaría las cookies de terceros de Chrome en 2022, pero esa fecha se ha retrasado varias veces, en parte por las preocupaciones de los anunciantes y en parte por problemas de regulación. Recientemente lanzó una actualización en Chrome con Privacy Sandbox, lo que recogía los temas que nos interesan, las páginas web podían leer el historial y, en base a eso, ofrecer publicidad relacionada. En cualquier caso, nada de esto funcionará tan bien como las cookies de terceros.
Por otra parte, la CE y el Reino Unido no han dado el visto bueno a la eliminación de cookies de terceros por esta nueva idea de Google. El motivo, que Privacy Sandbox podría limitar la competencia en publicidad digital.
Google seguirá trabajando en Privacy Sandbox, pero en estos momentos las cookies de terceros no tienen fecha de caducidad.
Qué son las cookies de terceros
Las «cookies» parecen recibir el nombre del cuento de Hansel y Gretel. En España, lo que dejan los hermanos son migas de pan, y las dejan en el suelo para poder seguir el rastro hasta casa. Las cookies de terceros van consiguiendo información para marcar algo más que un camino; saben exactamente cómo somos y nuestros intereses.
Hay cookies de terceros mejores que otras. Por ejemplo, hay un tipo que usa analíticas para recoger información. Esas son las típicas que hay en casi cualquier sitio web, y se usan para saber lo que interesa de nuestra página. Luego hay otras que relacionan sitios web o servicios. ¿Alguna vez habéis estado mirando zapatillas por la red y al entrar a Amazon habéis visto publicidad de eso mismo? Así funciona todo esto. Las cookies que, por ejemplo, recuerdan si hemos elegido un tema claro u oscuro son cookies propias, y esas no tienen nada que ver con todo esto.
El problema es que… son un problema. Se introducen en nuestro navegador, en nuestro hardware. Otro problema es encontrar una solución entre que los anunciantes puedan seguir mostrando publicidad relevante y respetar la privacidad del usuario. Es un problema tan difícil de resolver que Google no lo ha conseguido en cuatro años.
Sobre la elección informada
De momento, poco se sabe de la elección informada que propone Google para su Chrome. Y sin saber nada, uno sólo puede especular. Si alguien lee un texto que pone «Vamos a recoger información del uso que haces e Internet para mostrarte publicidad que te pueda interesar», la primera parte nos echará para atrás.
No sé cómo lo implementarán, pero desde mi punto de vista debe haber un incentivo para que aceptemos un mensaje parecido al anterior.
Y para el que le preocupe todo esto, hay maneras para impedir que nos radiografíen digitalmente. Por ejemplo:
- Usando un navegador que respete la privacidad, como Brave o Vivaldi. Metería también en esta lista a Firefox, pero ahora que han comprado una compañía de publicidad… que decida cada uno.
- Navegar en modo incógnito. Las cookies y todo lo demás se destruye al cerrar sesión. Si se usa esto, hay que tener claro que las búsquedas realizadas en buscadores, etc, sí quedan registradas al otro lado (en Google, por ejemplo).
- Desde los ajustes del navegador, pedir que se eliminen cookies y otro tipo de datos al cerrar sesión. Esta es una buena medida, pero lo malo es que hay que volver a entrar a todos los servicios, ya que las cookies de sesión también se eliminarán.
Y si no, nada. A seguir con las cookies de terceros, que parece que les queda cuerda para rato.