Google quiere que Fuchsia OS pueda ejecutar aplicaciones de Android y Linux
Google sigue trabajando en Fuchsia OS, el sistema operativo de nueva generación en el que la compañía tiene puestas las esperanzas para, en un futuro, poder reemplazar a Linux tanto en Android como en Chrome OS. Un sistema operativo creado desde cero por el gigante de Internet que, eso sí, no tiene aplicaciones nativas que valgan, más allá de que se desarrolle una vez se lance al gran público.
Así las cosas, el nuevo objetivo de Google para Fuchsia OS es conseguir precisamente eso: dotar al incipiente sistema de cuantas más aplicaciones de calidad mejor, y desperdiciar todo el potencial existente en los ecosistemas de Android y Linux no parece un buen plan. Sin embargo, servirse de virtualización y emulación, al estilo de lo que hacen en Chrome OS para ejecutar aplicaciones de Linux, tampoco se antoja como una solución ideal para la compañía.
El plan, pues, pasa por el desarrollo de una capa de compatibilidad llamada Starnixque permitirá «traducir las solicitudes del programa cliente de Linux a los subsistemas de Fuchsia OS», prescindiendo así de recurrir a máquinas virtuales o emuladores, que siempre tienen incidencias en el rendimiento y la integración, y prescindiendo también de modificar ejecutables.
«A medida que expandimos el universo de software que deseamos ejecutar en Fuchsia OS, nos encontramos con software que deseamos y que no tenemos la capacidad de volver a compilar. Por ejemplo, las aplicaciones de Android contienen módulos de código nativo que se han compilado para Linux. Para ejecutar este software en Fuchsia OS, necesitamos poder ejecutar binarios sin modificarlos«, es la intención de Google.
El propósito de Starnix es, por lo tanto, «crear una implementación de la interfaz de Linux que pueda ejecutar binarios de Linux existentes y sin modificar». Todos los detalles acerca de este proyecto se explican en este documento, que por el momento tan solo es una propuesta. Pero es una propuesta con mucho sentido y Google lleva trabajando en Fuchsia OS cinco años ya y cuandoquiera que vayan a lanzar el sistema de verdad, querrán estar preparados.
Y ni siquiera Google es capaz de replicar por su cuenta y bolsillo lo que ha amasado en Android desde que este llegó al mercado, mucho menos lo que ha conseguido Linux como kernel (el de Fuchsia OS se llama Zircon) y como plataforma sobre la que desarrollar mil y una aplicaciones y servicios. Que Fuchsia no es Linux es cierto, pero da la sensación que de a Google le gustaría que lo fuese, al menos, en un futuro.