Google trabaja en algo que podría impedir usar ciertos servicios si incumplen sus requisitos
Ahora mismo yo consulto iCloud, GMail y Outlook desde el cliente de correo de Vivaldi. No es el mejor, pero, para mi uso, sí el más práctico. ¿Qué me diríais si os dijera que esto podría dejar de ser una posibilidad? Pues Google parece estar trabajando en algo así. El nombre de lo que podría ponernos trabas es ahora mismo Web Environment Integrity, pero la comunidad se refiere a él como DRM for the Web. Resumiendo, sólo los programas que cumplan con ciertos requisitos podrían usar lo que ofrecen en las diferentes páginas web.
El nombre de DRM for the Web le vendría dado por la comparación con el DRM que usan servicios como Netflix o Spotify. Cuando queremos reproducir algo protegido con un navegador web tenemos que tener activado el soporte, o de lo contrario no cumpliremos con los requisitos para iniciar la reproducción y no veremos nada. Esa protección es para evitar la piratería, pero eso en lo que trabaja Google podría limitar mucho el uso de la red.
DRM for the Web es de momento un borrador
Vivaldi fue uno de los primeros en alzar la voz. Julien Picalausa dice que la idea es tan sencilla como peligrosa. Proporcionará a las páginas web una API que les dirá si el navegador y la plataforma en la que se usa es de confianza, según dicte un tercero que lo comprobará, llamado «attester». Los detalles no están nada claros, pero se supone que el objetivo es evitar falsas interacciones con todo tipo de webs.
En un principio, nada de lo anterior parece malo, y permitiría, por ejemplo, restringir los clics falsos en banners de publicidad. Pero tampoco parecía nada malo el caballo que los troyanos introdujeron en su fortaleza, de hecho era un regalo precioso, y ya sabemos cómo acaba la historia.
Picalause asegura que esto podría hacer que sólo los navegadores que una compañía autorizara podrían hacer uso de lo que ofrece una página o servicio web. Por ejemplo, si Google decide que sólo Chrome puede ofrecer la mejor experiencia para consultar nuestro correo en GMail, la única manera de hacerlo al 100% sería con Chrome. O, sin llegar a tanto, Chrome, Safari y puede que Firefox (este lo añado yo a la lista, pero Mozilla no está de acuerdo), que son los navegadores más usados. Cuando salga un navegador nuevo, al no estar en la lista de confianza, no podría usar las páginas con DRM for the Web, no hasta que ganara en relevancia y popularidad y lo metieran en la lista.
Mozilla también lo critica
Mozilla ha publicado su postura con respecto a DRM for the Web, diciendo que en la práctica sólo tres fabricantes están ampliamente reconocidos, y esos son Google (Widevine), Microsoft (PlayReady) y Apple (FairPlay). Todos los demás podrían encontrarse problemas si esta propuesta sale adelante, y la verdad es que suena preocupante.
Y al que no le preocupe en absoluto, aquí van algunos enlaces que terminarán por ponerle nervioso:
- Disney+ «vuelve» a dejar de funcionar en Linux.
- Ya podemos ver Movistar+ en desde Firefox o Chrome sin extensión.
Los enlaces anteriores tratan dos ejemplos en los que hemos tenido problemas para acceder a cierto contenido desde Linux. Lo de Disney+ parecía más grave, pues no era la primera vez y daba la impresión de que estaba hecho a propósito. Lo de Movistar+ era más bien que estaban desactualizados, y se pudo empezar a usar en cualquier navegador si era compatible con el DRM.
Pero es que esto nos puede pasar en cualquier momento y cualquier servicio si se implemente el DRM for the Web y no entramos desde un cliente soportado. ¿Esto no se hace ya dependiendo del User-Agent? Sí, pero software como el que se encarga de permitir la reproducción de contenido protegido va mucho más allá.
Que no cunda el pánico
Que no cunda el pánico aún. El enlace donde Google explica parte de esto es este. No se ha publicado a bombo y platillo porque lo están haciendo de tapadillo y sin ser algo que vayan a implementar con seguridad, y ahí queda la esperanza, que no se implemente nunca.
Ahora bien, si lo hacen el uso que hacemos de Internet podría cambiar, o podría obligarnos a usar varios navegadores o… quién sabe. Google no está pensando en eso, y esperemos que este precioso caballo no sea como el de Troya y no contenga en su interior nada malo.
Imagen: montaje a partir de imagen de Pixabay.