GPT-4o se deja querer por algunos usuarios gratuitos. Impresiona, pero habrá que tener paciencia
Mirad la captura anterior. Eso es lo que me he encontrado al abrir ChatGPT hace unos instantes. «Bien», he pensado, pero no me he fijado en la parte que reza «acceso limitado». OpenAI dejará que todos los usuarios, incluidos los gratuitos, usemos GTP-4o, la «O» de «Omni», en el futuro y hay algunos afortunados, como un servidor, que ya han podido catarlo. El problema es que se ha quedado en cata, o más bien degustación.
Quería probarlo, lógico, y también compartir lo bien que funciona. Es lo que voy a hacer aquí, aunque, como no estoy suscrito, tengo ese acceso limitado, lo que me obligará a dosificar mi uso de esto que están comparando con Samantha de la película Her. En esa película, Sam, cuya voz aporta Scarlett Johansson, es un «sistema operativo» de inteligencia artificial capaz de hablar con nosotros exactamente igual a como lo haría un humano, aunque eso es algo que no está disponible ahora mismo en GPT-4o.
Mis pruebas con GPT-4o
He visto lo de la captura de cabecera minutos antes de las 13h en España. Tras hacerle algunas preguntas, y comprobar que busca las respuestas en Internet e incluso cita fuentes, me he fijado en que podía adjuntar archivos. Por lo tanto, el siguiente paso has sido coger mi móvil y ver de qué era capaz en él.
Aunque GPT-4o ha empezado a estar disponible, todo lo que puede aportar se está liberando gradualmente. En un hilo de OpenAI en X podemos ver qué podremos hacer en el futuro, como por ejemplo que vea en tiempo real que estamos frente a una tarta y felicitarnos el cumpleaños. Lo que sí he podido hacer yo es una foto a mi camisa, preguntarle de qué color es y que me diga «amarillo». Le he preguntado si podía darme el código y me lo ha dado. Eso ha sido minutos después de que le hiciera una foto a mi navegador, se la pase para que me diga qué estoy haciendo y ha acertado al afirmar que estaba frente a, bueno, ChatGPT.
Y llegó el aviso…
Poco más he podido probar. Mi intención era compartir con todos vosotros una experiencia real con GPT-4o, poner a prueba ese modelo, pero tras unas primeras consultas me ha informado de que deberé esperar varias horas para poder volver a usarlo.
Esto recuerda un poco a cómo era ChatGPT en sus inicios, cuando la afluencia de gente hacía que a veces no fuera capaz de responder o cuando te tirabas un rato largo en una conversación. Hay límites, y es comprensible. Serán menos en el futuro, y sin lugar a dudas cambiará la manera en la que interactuamos con nuestros dispositivos.
Si yo fuera Google no podría sentir otra cosa que no fuera preocupación. No sólo tiene en frente a la IA más potente que existe, sino que ahora también puede buscar en Internet. Si en el futuro podremos hablar con ella, ¿quién va a querer usar un buscador normal?