Internet Explorer, del cuasi monopolio a la irrelevancia
En muchos blogs relacionados con Linux y el software libre se festejó el que Microsoft dejara de dar soporte a Internet Explorer. Es cierto que solo se lo daba a algunos clientes corporativos, pero para quienes padecimos la época en que los sitios «Solo aptos para Internet Explorer» nos obligaba a los linuxeros a instalar Opera o alguna extensión de Firefox que engañara al sitio ocultándole que navegador usamos, es un acontecimiento con el que soñábamos.
Sin embargo, la desaparición de Internet Explorer se dio cuando Microsoft, obligada por el mercado había abrazado los estándares web, Internet Explorer 11 no era Internet Explorer 6 y, lo que le hizo tirar la toalla fue Google y sus prácticas monopólicas.
Del cuasimonopolio a la irrelevancia
La base de la primera versión de Internet Explorer hay que rastrearla hasta Mosaic, el primer navegador web gráfico de la historia ya que su código fue la base que utilizó Microsoft para su primer navegador liberado en 1994 como parte de un paquete de expansión a la versión base de Windows 95.
Hubo una versión 1.5, la primera incluida de forma gratuita con Windows, y el primer dolor de cabeza que tuvo que afrontar la empresa por esa decisión ya que, Spyglass, el titular de los derechos de Mosaic consideró que la inclusión gratuita violaba la licencia que había concedido a Microsoft
El acuerdo se solucionó con un pago y es la primera vez que Microsoft logró con éxito eludir la auditoría independiente de sus prácticas comerciales.
La versión 2 del navegador se liberó un año después y es la primera multiplataforma (También disponible para el MacIntosh de Apple y PowerPC) y multilenguaje. Desde el punto de vista técnico agregaba soporte para los protocoles de correo electrónico POP y SMTP, para las cookies HTTP y el protocolo de seguridad SSL. También se podía usar marcadores.
En 1996 Microsoft hace una jugada maestra con la que terminaría destronando al entonces líder Netscape. Internet Explorer 3 podía usar los complementos de su competidor. También incorporaba soporte a dos tecnologías que, aunque ahora están un poco pasadas de moda, en su momento fueron populares. ActiveX y marcos.
Con Internet Explorer 4, aparecida en el año 97, Microsoft da un paso más en el camino del monopolio integrando al navegador con el sistema operativo. La medida fue demasiado para el Departamento de Justicia que logró una sentencia favorable en un caso antimonopolio. Sin embargo, con apelaciones y el cambio de signo político del gobierno, Microsoft logró solo tener que compartir las APIs con otras empresas.
Sería con la versión 5, extendida a otras plataformas como Solaris y HP-UK, con la que Microsoft llega al 80% del mercado
El enemigo del pueblo
Robándole a mi compatriota Borges un título, si alguien escribiera una Historia universal de la infamia tecnológica, sin dudas Internet Explorer 6 tendría un lugar de honor.
Oficialmente sigue siendo el navegador más popular de la historia ya que llegó a tener el 90% del mercado. Claro que en una época en donde la PC era el dispositivo excluyente para navegar. Extraoficialmente probablemente sea el más insultado. Quienes trataban de hacer desarrollo web respetando los estándares debían luchar con un navegador que se los pasaba por los marcadores. Los que utilizaban un navegador diferente padecían a los programadores vagos que solo escribían para Explorer.
Además, tenía múltiples bugs y era el blanco preferido de los delincuentes informáticos.
Al final, hasta Microsoft lo odiaba porque una gran base de usuarios se negaba a instalar las versiones posteriores y el mantenimiento del código era una verdadera pesadilla.
Con la versión 7 del año 2006 Microsoft no se durmió en los laureles. Tomando nota de la aparición de un nuevo jugador en el mercado (Mozilla Firefox nació dos años antes y Google lo promocionaba cada vez que podía) le copió el uso de pestañas y las mejoró dándole características de previsualización y la posibilidad de arrastrarlas y soltarlas.
Aprendiendo la lección de los problemas de seguridad de la versión anterior, los desarrolladores restringieron los permisos de lectura y escritura al perfil del usuario.
Tampoco se olvidaron de los que veían porno en el trabajo o de los adolescentes que compartían ordenador con el resto de la familia. IE 7 permitía borrar caché, cookies, contraseñas y el historial con un solo clic.
En el próximo artículo veremos cómo y por qué desapareció Internet Explorer y, por qué no es una buena noticia para el software libre.