La nube se está convirtiendo en tecnología verde y puede ser la base para mejorar el cambio climático
Un estudio realizado por cinco investigadores de la Universidad Northwestern, UC Santa Bárbara y el Departamento de Energía de los Estados Unidos, ha revelado que en un cálculo realizado en los centros de datos modernos aumentó su consumo de energía solo en un 6% entre 2010 y 2018.
Con ello nos revelan que estos centros de datos consumieron 205 teravatios/hora de electricidad, esto representa el 1% del consumo mundial de energía eléctrica, la misma proporción que en 2010. Todo esto se reduce a una ganancia de eficiencia centros de datos, gracias al rendimiento energético mejorado y la migración a la computación en la nube.
Aun que este estudio contradice ciertos prejuicios y creencias de que los centros de datos dejan una huella de carbono equivalente a la de la industria de las aerolíneas.
Ya que muchos expertos mencionaban años atrás que el consumo de energía de los centros de datos debería duplicarse cada cuatro años, lo que llevaría a triplicar la participación global del consumo de energía eléctrica de estos centros en solo una década, pero parece que con los nuevos datos del estudio publicado este año están muy por debajo de estas cifras.
Según uno de los investigadores que realizó el estudio en este año 2020, Jonathan Koomey, la simple extrapolación de datos que conduce al uso de proyecciones de crecimiento futuro en el consumo de energía del centro de datos tiene un sesgo, este enfoque no tiene en cuenta las ganancias de eficiencia energética.
No debe negarse que estos dispositivos, aunque consumen más energía que hace casi una década, ahora hacen muchos más cálculos por cada vatio-hora utilizado, además de que hay que tomar en cuenta que con el gran avance exponencial en los procesadores cada vez se trabaja para que su consumo de energía sea menor.
De hecho, los sistemas modernos de infraestructura de centros de datos, particularmente en términos de refrigeración y energía, son mucho más eficientes que antes.
Dicho esto, la reducción en la energía consumida como resultado es suficiente para compensar el aumento en el consumo total de energía de estos dispositivos informáticos.
Esto concierne más particularmente a los centros de datos en la nube que actualmente albergan el 89% de las instancias de computación, mientras que, en 2010, el 79% de las instancias de computación en el mundo estaban en centros de datos tradicionales.
Actualmente, hay una gran migración a nuevas instalaciones realizadas por proveedores de servicios en la nube, como Google Cloud, Amazon Web Services y Microsoft Azure. Ahora resulta que los centros de datos en la nube operados comercialmente están mucho más optimizados para el rendimiento energético en comparación con los centros de datos operados individualmente por las empresas.
La publicación de este nuevo estudio de este año 2020 en la revista Science se produce precisamente en el momento en que la Unión Europea (UE) planea imponer estándares de eficiencia energética a los operadores que gestionan centros de datos en Europa. Por lo tanto, estos proveedores quieren que la UE aliente a las empresas a abandonar su antigua infraestructura para migrar a instalaciones comerciales.
Urs Hölzle, vicepresidente de infraestructura técnica de Google, dice:
Por ejemplo, que los centros de datos de Google son doblemente más eficientes energéticamente que estas instalaciones empresariales tradicionales. Además, Hölzle señala que Google actualmente proporciona siete veces más potencia informática con la misma cantidad de energía eléctrica que sus centros de datos consumieron hace cinco años.
Esta tendencia hacia una mayor eficiencia energética parece estar extendida para las grandes empresas de Internet, incluidas, por ejemplo, Facebook y Apple. Así, tuvieron la idea de colocar sus centros de datos en regiones con climas fríos para reducir sustancialmente el consumo de energía necesario para enfriar las instalaciones.
Esto también facilita el uso de energía renovable para las necesidades restantes de estos centros de datos. En cualquier caso, la migración del procesamiento de datos a los servicios en la nube es una de las principales recomendaciones de este estudio de 2020.
Fuente: https://science.sciencemag.org